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- ¿Disculpa?
Ahí estaba. Chico tonto.
Llevabas más de una hora sentada en tu cafetería favorita, esperando a que apareciera Joe. Aproximadamente media hora después, Joe había entrado, mirando a su alrededor y buscando una mesa en el otro extremo de la habitación. Te habías preguntado qué estaba haciendo, pero al descartarlo como un intento de no distraerte, volviste al trabajo y de vez en cuando le robabas miradas a tu novio. En un lapso de treinta minutos, se las arregló para comer un croissant, levantarse para ir por café a la máquina tres veces y mantener su computadora portátil abierta mientras garabateabas servilletas. Pero finalmente, aquí estaba, parado frente a ti, con el pelo cayendo sobre sus ojos, sonriendo como idiota.
- ¿Disculpa? ¿Te importa si yo... creo que eres realmente linda- sonrió tímidamente. Ladeaste la cabeza hacia un lado, sin comprender a qué se refería. Pero cuando caíste en cuenta, sonreíste torpemente, sacudiendo la cabeza.
- Creo que estoy bien. Sin embargo, gracias-volteaste hacia tu computadora portátil, aunque realmente no querías hacerlo.
Joe tarareó con curiosidad, todavía parado justo frente a ti.
- ¿Qué tal esto?- Preguntó, mirando una servilleta que había traído consigo- ¿Acaso llamaste un mago? Porque abraca-DAYUM!-Gritó, llamando la atención de la persona en la mesa justo al lado de la tuya.
Querías reírte de los estúpidos intentos de Joe para ligar contigo, pero simplemente sacudiste la cabeza e hiciste un sonido de desaprobación. Una vez más, volviste a mirar tu computadora portátil, incapaz de proseguir con tu trabajo.
- ¿No?- Joe continuó: - Entonces ... ¿Eres queso? Porque en ese caso yo puedo ser la tortilla- Parecía estar orgulloso de eso.
Pusiste los ojos en blanco otra vez, una sonrisa esta vez se asomó por tu cara. Intentaste esconderla detrás de tu taza de café, tomando un sorbo de la bebida amarga.
- Te gusta hacerte la difícil, ¿eh?- Joe murmuró, casi como si estuviera aceptando un desafío. Se sentó en la silla frente a la tuya, puso su servilleta frente a él y leyó lo que había escrito en ella.
- ¿Qué tal esto?- pregunta para llamar tu atención.
Pones tus antebrazos sobre la mesa, dándole una expresión cansada. Joe levantó las cejas.
- Este es bueno, si fueras un vegetal, serías un lindo aguacate.
No pudiste evitar reírte, escondiendo tu cara en las manos para reprimir tu risa.
- El aguacate es una fruta- te burlaste.
- No, no lo es- Joe frunció el ceño.
- Sí, lo es- cantaste.
Joe resopló, desplomándose en su asiento.
- Bien. Si fueras una fruta, ¿serías una linda frambuesa?
Estabas empezando a rendirte. Joe siempre hacía chistes tontos para hacerte reír. Y eso es algo que te encanta de él. Él es un amor.
- ¿ Por lo menos estoy cerca de hacerte reír?- Joe preguntó, con una sonrisa juguetona en sus labios.
- Cuéntame tu mejor chiste y descúbrelo/ lo desafiaste. Joe deslizó su silla hasta donde estabas, su cuerpo estaba muy cerca del tuyo. Se inclinó, acercando su rostro al tuyo.
- Bésame si me equivoco, pero los dinosaurios aún existen, ¿verdad?- Él susurró. Esta vez, no reprimiste la risa.
Pones tus labios en los de Joe, tu mano tira de su cuello para acercarlo más a ti. Joe susurró alegremente cuando te alejaste
- Sí, funcionó- Él te guiñó un ojo.
- ¿Te hizo sonreír?- preguntó.
- Sí, idiota, mírame a la cara- le reclamaste amorosamente, pasando tu mano por su cabello.
Joe depositó un beso en tu frente,su mano ahuecando la parte posterior de tu cabeza.
Sus labios eran cálidos y permanecieron contra tu piel por un poco más de tiempo de lo normal. Cuando se apartó de nuevo, sonrió y susurró:
- Haría cualquier cosa para hacer feliz a mi chica.
@yahoo ¿Dónde puedo conseguir un novio como Joe? :(
