━𝗟𝗘𝗩𝗜 𝗔𝗖𝗞𝗘𝗥𝗠𝗔𝗡 ፧ ❝𝗬𝗢𝗨𝗥 𝗕𝗢𝗬𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗❞.

Un nuevo comienzo.

A veces, puede ser muy triste la bienvenida a un nuevo comienzo, y es que, las despedidas, siempre están llenas de lamentos, ¿no?Aunque realmente, no creí verte aún aquí. Dentro de lo que cabe esta vida. En esta vida de incertidumbres como de mares, llenos de dolor y desprecio a través de memorias.

Aún recuerdo haber estado rodeado de cuatro paredes devastadas, con mugres en cada esquina mientras observaba salir algún insecto de ellas mismas. Mis fosas nasales aún podía presenciar su olor. El olor que cargaba ese vestido blanco de mi madre. Mi cuerpo sólo permanecía ahí, sentado en el concreto a la espera de que alguien tomase de mi mano hasta llevarme a la luz. Mientras que mi mente, estaba perdida en un abismo sin fin. Cada día a pasar, era cuando el esqueleto de mi madre se pronunciaba cada vez más, no podía tocarla o sentía que me congelaría los dedos al no sentir calidez en ella. No podía abrazarla o sentía una peste a putrefacción. Yo ya no la reconocía. Dejé de reconocerme a mí mismo a la vez. Mi rostro parecía deformado, mi cabello ya no fue cortado y mi cuerpo reflejaba más hueso que la verdadera piel. Me daba miedo ver mi reflejo. Cada vez que llovía, era cada vez que se inundaba el dormitorio con charcos. No podía escapar al exterior, no pude en ese entonces por debilidad. No era capaz de pedir una gota de bebida, tanto que fue lamentable probar el agua sucia que se acumulaba en el concreto. No pude salvarla a ella, era tan pequeño que no podía entender lo que ocurría. Sólo estaba ahí, muerta sin más. Su cuerpo delgado y frío, permanecía inmóvil en la cama de la esquina. Pensé que tendría frío que tomé una sábana y la envolví. Mientras que mis días de vida, sólo fueron retorcidas al estar simplemente sentado en ese concreto a la espera de alguien. Ese alguien quien me abandonó a los pocos años de entrenarme.

He tenido una larga vida de la cual, no ha sido tan próspera de la que uno podría pensar. Desde tan menor, perdí a mí madre en la misma habitación. La perdí frente a mis narices sin haberme dado cuenta, perdí a mis amigos quienes se convirtieron en hermanos. En hermanos del cual, creí hasta la muerte. Presencié la muerte de tantos soldados dentro de la Legión, de los cuales, no fui capaz de salvar. Siempre creí traer una maldición en la vida, o simplemente, me tocó la mala suerte de haber nacido en este mundo. Cada vez ese abismo sin fin, se presentaba al ver la maldita sangre que me daba señales de muerte. Muertes que no he podido superar hasta ahora. Tal vez yo nunca crea en mí, no como tú lo haces. Porque, cada vez que veo mi reflejo, veo a miles de demonios detrás de mí. Cada demonio que nació al presenciar esta vida de mierda. Cada demonio que me hizo ser un mounstruo está ahí conmigo. Mientras que al estar en este mundo, siempre he tratado de buscar respuestas a esta vida, que más parece una incógnita para vivirla. Aunque en realidad, soy tan tonto en buscar respuestas sencillas a problemas demasiados complejos. En fin, ¿qué esperar de mí? Sólo soy un maldito humano del cual, ha observado el como buscan malditos culpables, cuando en realidad, todos tenemos la culpa de algo. He aprendido, a que no es este mundo el que decepcione, sino, sólo tengo las expectativas muy altas para ello. Esas expectativas al buscar la luz en la vida, la luz del cual logró sacarme de un abismo sin haberlo notado antes.

Aunque, en realidad, siempre me ha costado ser sincero en un mundo que es mentira en sí mismo. Pero en verdad, agradezco a la vida con una realidad sincera al encontrar aquella felicidad, del cual, nunca creí pertenecer. Pensé que fuese inepto al correr en busca de algo con las piernas rotas. En busca de algo que creí falsamente. Hasta que tú llegaste, como una estrella fugaz. No de esas que se marchan con tan sólo un vistazo, sino, de las que permanecen dentro del alma, corazón y pensamiento mientras invade la belleza de su resplandor. Aún es imposible detener mi mirada al posar en ti, estos ojos que te buscan en el infinito segundo del día, en el camino al café, en la libreta coloreada de lágrimas, los poemas en mis labios callados arrastrándose con el sol hasta la puerta de tu ciudad lejana. Mis ojos sólo te buscan en el contorno de la sierra sin rumbo cierto. Mis ojos deambulan pedidos al recorrer en ti, te deleita como si se tratase de una galaxia, penetrando al nuevo mundo invisible, comprendiendo sin palabras. Es un arte como mis manos pueden surcar tu cabello, invadiendo como lo hace aquellas brisas acompañadas de un cielo que es tintada por los rayos solares. Inclusive, puedo aceptar tener la dicha de tener a un rayo de sol en mi vida, a ese rayo de sol, del cual, puedo sostener entre mis brazos como si fuese un mundo.

¿Sabes eso de abrazar a alguien y sentir que el entrelazamiento es perfecto? Que no sobran manos, que el tamaño de los brazos es el ideal, incluso la altura de los corazones se ajusta y parece que todo se resuelve en un latido. Pues algo así eres para mí, la compenetración perfecta, la cara de todas mis monedas y en quien pienso cuando alguien habla de la suerte.—Qué sabrán ellos de la suerte si no te conocen.—Mi vida fue una mancha negra en un lienzo blanco, pero entonces llegaste a mí vida y me llamaste arte pese a mis demonios. Me has llamado perfección pese a las imperfecciones cargando sobre mis hombros. Cuando en realidad, aquí tú eres el arte. Aquel arte en donde puedo rozar las yemas de mis dedos, ese arte en donde puedo besar tu frente, en donde a la vez, beso tus sueños, tu imaginación e intelecto.

Tú no has llegado a mi vida para irte, has llegado para quedarte en mi corazón. Esto no es un despedida, esto no es un adiós. Esto es un nuevo comienzo para ambos, un comienzo en nuestra vida, en nuestro corazón e imaginación. Nosotros los seres humanos nos creemos eternos, pero algún día, sólo seremos un recuerdo. Mientras que yo espero ser el recuerdo más valioso en tu vida, ese recuerdo que apreciarás en mente y alma. Recuerda no dejar de sonreír, que en donde quiera que estés, podré observarte tan detalladamente sin que te des cuenta. En silencio podré deleitarme de todos tus rasgos que alguna vez amé, amo y amaré. Mientras que aquella brisa choque en tus pómulos, seré yo quien los esté rozando con la yema de mis dedos, mientras que sientas aquel cosquilleo recorrer tu cuerpo, seré yo quien los recorra con mis manos, mientras aquel viento despeine todo tu cabello, seré yo quien esté tomando de tu cabeza para así sacudirlo con la palma de mi mano, mientras sientas la mayor soledad posible, es cuando yo estaré en tu regazo observando recorrer lágrimas en tus mejillas, de las cuales, secarás mientras yo lo haga a la vez. En donde quiera que estés, yo estaré ahí contigo. Porque tienes que saber, que no me cansaré de quererte. Ni siquiera sé el momento en el que empecé a hacerlo, pudo haber sido cuando nuestro saludo se convirtió en horas de charla, o tal vez cuando aquel día, por más que trataba, mis ojos no podían dejar de mirarte, pudo ser cuando luego de estar unas horas juntos sentí que no podía separarme de ti, o quizá cuando había pasado un tiempo sin verte, desperté y mi corazón no latía con la misma intensidad y alegría que cuando estoy contigo.

Pero, dime algo... Si el fin del mundo estuviese cerca, ¿donde elegirías estar? Si tan sólo quedaran cinco minutos de aire, ¿entrarías en pánico y te esconderías? ¿Correrías por tu vida? ¿O decidirías pasarlos aquí conmigo?... Si tuviéramos cinco minutos más, ¿yo podría hacerte feliz?

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Fragmentos tomados de Los compositores y poetas:

-Lytos.
-Rob Dickinson.
-Danns Vegas.
-Irene Dutari.
-Elvira Sastre.
-Brando.
-Clairel Éstevez.

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"Gracias por haber llegado a mi vida y no irte jamás. Te llevaré en mí corazón, así como tú me llevarás en ti."

—Levi Ackerman.