Eres mío conejito

Curación

Mis ojos fueron abriéndose poco a poco y cuando pude enfocar mi vista vi que estaba en el mismo cuarto de siempre pero no veía a mis bebés lo ningún lado.

Intente levantarme, estaba asustado, iría a buscarlos pero un fuerte dolor en mi entrada me hizo detenernos, entonces lo ví entrar.

<¿Dónde están?>

Tae: Veo que ya despertaste

<¿Jin y Nam? ¿Dónde están?>

Tae: ¿Quién es Jin?

<El otro bebé ¿Dónde están? Dímelo>

Tae: Tranquilo, están durmiendo, la pregunta aquí es ¿Por qué hiciste esa tontería?

<No podía salir Jin ¿Qué más esperaba que hiciera? Estaba yo sólo con Nam>

Tae: Ya pues, debes ponerte esto en tu entrada ahora que ya despertaste, iré a trabajar, los niños están el otro cuarto

<Gracias>

Suspiré y cuando se fue me levanté ignorando el fuerte dolor que sentí, caminé lo más rápido que pude hasta que llegué al otro cuarto.

Vi que había varios biberones sucios, unos con agua y otros con los que parecía que tuvieron leche aunque se veía muy transparente.

Me acerque a la cuna y ahí estaban durmiendo plácidamente, ví que el pañal de Jin estaba mal puesto le quedó todo chueco.

Reí pensando en lo que habría batallado para ponérselo, también el de Nam estaba mal puesto pero era más notorio el de Jin.

Los cargué a ambos besando sus mejillas y los lleve al baño, les di un pequeño baño, les puse el pañal y los vestí, tome todos los biberones llevándolos a la cocina para lavarlos.

Preparé un biberón para Nam y lo alimente luego pegué a Jin a mi pecho para darle de amamantar, besaba las cabecitas de ambos, eran mi luz, el motivo por el cual vivía.