Eres mío conejito

No sufrirás

Las 10:30 de la noche, los niños estaban dormidos, incluso Hobi sin embargo yo seguía despierto, había decidido que no tendría al bebé, estaba a un mes de nacer pero no quería que naciera.

Ya iba a dejar a Hobi en esta patética vida no podría dejar a más hijos, si hacía mucho ruido no iba a llevar a acabo mi cometido.

Me levanté con cuidado yendo al baño, cerré la puerta, tome las pastillas para el dolor de cabeza, tomé el vaso y lo llene de agua.

Sería tonto pero sabía que altas dosis de pastillas podría provocar un aborto por eso no se recomendaban en embarazos, sin embargo estando el bebé tan grande creo que lo mataría y ya después tendría que sacarlo.

Comencé a tomar de una por una había 20 pastillas, iba por la sexta cuando me fueron arrebatadas, miré a quien se atrevió hacerlo y lo vi.

Tae: ¿Qué mierda crees que haces?

Tomó mis cabellos y los jalo arrastrándome fuera del baño lleve mis manos a sus manos pero no soltaba.

<¡Basta! Por favor>

A este punto ya estaba llorando, sentía mucho dolor físico pero también emocional, me soltó aventando me a la cama cayendo sobre mi vientre.

Tae: ¡Me pides que me detenga cuando estabas a punto de matar a mi bebé!

<¡Ahhhhh!>

Las contracciones comenzaban a hacerse presentes, no sabía si era por las pastillas que había tomado, pero sólo fueron 5 o si era el golpe que recibí al caer sobre mi vientre.

Tae: ¿Por qué? ¿Por qué ibas a matarlo?

<¡Porque no quiero más hijos! ¡Te lo dije! ¡Ahhhhh!>

Tae: Y yo te dije que no podías decir tú

<¡Te odio! ¿Por qué no me puedes dejarme? Ya no quiero vivir ¿Qué vida es está?>

Tae: ¡Estúpido!

<¡Ahhhhh!>

Tae: Ruega porque si ese bebé nace muerto o no sobrevive lo lamentarás

Se fue del cuarto dejándome, oí a Hobi hablar pero nunca lo ví entrar, yo comencé a pujar hasta que salió, lloraba pero estaba muy pálido.