Eres mío conejito

Alta

Estaba acostado en la cama, después de una mañana tan abrumadora, los brazos se ajustaron perfectamente a mis hombros, pero me es muy sucio tomar tan sólo una servilleta.

Me fatigó mucho, no creo que lo logré, pero el ver las caritas de mis hijos que miran con felicidad e ilución en cada terapia, me dan fuerzas para continuar.

Jin: ¿Papá?

<Hola cariño>

Jin: Es hora de irnos

<¿ A dónde?>

Jin: Haz Sido dado de alta, tu reabilitanción será tomada todas las mañanas, pero ya no tienes que estar aquí

<¿Dónde me quedaré?>

Jin: Hay una casa que la compramos Nam y yo, ahí vive Hwasa y ahora también mis demás hermanos

Sonreí y me levanté de la cama con ayuda de Jin, firmó unos papeles y luego salimos, caminamos por el estacionamiento hasta un auto deportivo azul.

<¿E-es tuyo?>

Jin: Sí y también habrá uno para ti

Me abrió la puerta del auto y yo con cuidado ingresé, me puso el cinturón, odiaba esto, me sentía inútil.

<Gracias>

Jin: De nada

El trayecto fue silencioso, yo admiraba el paisaje emocionado como un niño, esto era muy diferente, demaciado, no recordaba así la ciudad.

Las calles muy transitadas, las personas por las banquetas tomadas de la mano, niños riendo, todo colorido.

Jin: Te debe resultar extraño el mundo de ahora

<La última vez que lo ví fue a los 13 años, muchas cosas cambiaron>

Jin: Tu Omega está deprimido

<...>

Jin: Se nota en el ambiente, tendrás que tomar terapia, Hwasa te llevará.....

<Estoy bien>

Jin: No lo estás, Hobi dijo que sufriste de abortos, también que intentas matar a Tae y antes de que naciera Soobin quisiste quitarte la vida

<No lo entenderías>

Jin: Tienes razón, pero ahora que eres libre no quiero perderte, mis hermanos y yo te necesitamos

Lo miré, estaba llorando quise acariciar su mejilla pero al no tener manos me detuve.

<Soy un inútil>

Jin: No, no lo eres papá