HUYE

89 9 3
                                    

Montado sobre su caballo, Shikamaru recorría los oscuros campos de la Villa de la Hoja. Aún sintiendo mucho dolor, tomaba las riendas con fuerza haciendo un esfuerzo sobrehumano por mantenerse enfocado en el camino. Cruzó el gran bosque por donde tantas veces paseó de la mano con su amada, donde juntos se hicieron muchas promesas de amor sintiéndose libres y plenos. Llegó a la pradera del este, lugar que desde su niñez recorrió junto a su padre mientras alimentaba a sus vacas, a su rebaño. Desde ese lugar pudo ver su casa a lo lejos; era tan solo un minúsculo punto de luz en la distancia que le recordaba toda la vida que estaba dejando atrás gracias a su gran amor imposible, ese amor que rompió todas las barreras y floreció en medio de la tempestad.

Seguía avanzando a toda velocidad sintiendo el viento golpear su maltratado rostro, haciendo que la sangre derramada se secara dándole un sabor metálico a su boca. No sabía con certeza a dónde se dirigía ni qué camino debía tomar. Nadie le dijo nada, nadie podía ayudarlo más. Quizás ese era el precio que debía pagar por osar conquistar el corazón de una mujer prohibida. Ahora estaba solo en medio del gran bosque sin tener un rumbo fijo, solo con la mera idea de alejarse lo máximo posible de la Villa de la Hoja.

Una profunda punzada a la altura de las costillas le recordó el sobre esfuerzo que estaba haciendo al cabalgar tan desesperadamente, pero no tenía alternativa. Mientras se encontrara en la Villa de la Hoja debía avanzar sin descansar, al menos por esa noche.

[...]

--¡¿Y?! ¿Cómo salió todo?

--Ya no hay nada de qué preocuparse, Ino. Shikamaru está a salvo-- sonrió satisfecha.

Ino sintió que la angustia que estuvo acumulando hasta ese momento se transformaba lentamente en lágrimas. Lloró sonora y desconsoladamente como nunca en su vida lo había hecho. Sus labios temblaban violentamente sin poder contenerlos mientras Sakura la acunaba en su regazo teniendo la misma sensación. Ambas estaban felices por lograr liberar al joven, pero cada una llevaba en su pecho un sentimiento diferente. Sakura sentía paz por lograr su objetivo, Ino sintió que se llevaron la mitad de su corazón.

--Es hora de que descanses un poco, querida. Este ha sido un día muy pesado para ti.

Debido a la ausencia de Hinata, fue Sakura quien le ayudó a desvestirse para que se pusiera la pijama. Al desatar las cintas del corsé, Ino aflojó los brazos y vio que un pequeño sobre cayó al suelo, trayendo a su memoria las palabras de Shikamaru:

"...así me recordarás hasta que volvamos a vernos"

La heredera Yamanaka tomó el sobre y lo llevó a su pecho sabiendo que probablemente ese sería el último recuerdo del único hombre al que amó.

[...]

A la mañana siguiente Inoichi mandó llamar a algunos soldados. Todos ellos se dirigieron a las mazmorras con la intención de sacar a Shikamaru de la celda y llevarlo ante la presencia del conde, quien solicitaba verlo morir frente a sus ojos. Grande fue su sorpresa cuando Hidan abrió la puerta y lo único que pudieron encontrar fueron algunas rocas envueltas en la roída manta.

Esa información fue rápidamente llevada al conde quien estalló lleno de ira, insultando a todos los presentes tildándolos de incompetentes y estúpidos. No podía creer cómo un hombrecillo mal herido pudiera haber burlado a los guardias, cruzado sus jardines y escapado sin que nadie se percatara de su presencia. Pensó que podría haber recibido ayuda pero no tenía idea de quién sería tan osado de poner en riesgo su pellejo por una basura como esa.

Sintiendo que la rabia se apoderaba de sí, no quiso quedarse con las ganas de ver sangre derramada, así que envió nuevamente a los soldados a las mazmorras, esta vez a apresar a aquellos que amanecieron vigilando la celda y la entrada. Cuando llevaron a ambos ante la presencia del señor de la casa, su destino estuvo marcado. Hidan y el soldado que relevó a Toneri murieron decapitados por el propio Inoichi, quien hizo rodar sus cabezas sin pena ni asco alguno.

[...]

Había amanecido y Shikamaru yacía recostado sobre su caballo, que a duras penas seguía avanzando. Habían pasado toda la noche corriendo fuera de los límites de la Villa sin pararse a descansar ni una sola vez. Teniendo la cabeza mareada y los ojos hinchados, sintió que Pakkun, su viejo corcel, se detuvo debido al agotamiento. Shikamaru desmontó por fin admirando el lugar en el que se encontraba. Tuvo temor de que Inoichi haya mandado soldados a buscarlo, pero sus miedos fueron disipados al ver que se encontraba bastante lejos de la Villa de la Hoja. A decir verdad, no tenía idea de dónde se encontraba, pero pensó que luego de descansar un poco, seguiría su camino. Mientras más lejos pudiera ir, más seguro estaría.

Tomó un gran sorbo de agua y le ofreció otro poco a Pakkun. Abrió uno de los sacos que le dio su padre y encontró algunas frutas. Decidió tomar unas manzanas y las compartió con su fiel corcel. Respirando profundamente ató a Pakkun a un árbol y se recostó en una gran piedra, cerrando al fin sus ojos dispuesto a dormir un poco.

Luego de un par de horas se puso de pie dispuesto a seguir su camino. Como no sabía exactamente a dónde ir ni conocía nada fuera de los límites de la Villa, pensó que la mejor alternativa sería buscar un arroyo, lago o río que le permitieran abastecerse de agua y además poder pescar. Con esa idea en mente montó nuevamente en su caballo y avanzó alejándose cada vez más.

[...]

Había pasado más de una semana desde que escapó de la mansión Yamanaka. Sus provisiones ya se habían agotado y jamás pudo encontrar ninguna fuente de agua que le permitiera calmar su sed. El cuerpo le pesaba cada vez más y aunque se rehusaba a detenerse, caminaba arrastrando los pies tambaleándose de tanto en tanto bajo el sol abrasador. A esas alturas ni siquiera podía montar su caballo. El animal se encontraba igual de hambriento y deshidratado que él, lo cual hacía imposible la idea de poder soportar el peso de un ser humano sobre su lomo.

La Villa de la Hoja se había perdido mucho tiempo atrás. No sabía dónde estaba ni siquiera tenía idea si en realidad estaba avanzando o solo deambulaba dando vueltas perdido por el lugar. Durante todo su recorrido no se cruzó con ninguna persona; ni un mercader, ni un vagabundo o un ermitaño. Nadie. Estaba totalmente solo.

Pensó que quizás ese sería su fin. Probablemente el destino le dio la oportunidad de conocer a su verdadero amor antes de desaparecer de este mundo. La vida quiso darle un último soplo de alegría que le dio sentido a su existencia y lo hizo realmente feliz.

Pensó que si realmente ese sería su final, al menos habría valido la pena. Su única preocupación y dolor era saber que dejó a Ino en manos de Sai... pero si él iba a partir de este mundo, quizás ya nada de eso debería importar. Era mejor quedarse con el recuerdo de sus besos, su fragancia, su sonrisa angelical y su voz... esa dulce voz que recodaría hasta su último suspiro en esta tierra.

Súbitamente sintió que sus piernas flaqueaban. Se dejó caer soltando las riendas de su caballo y admiró el cielo. El infinito firmamento donde brillaba el sol y las grandes nubes le recordaban a su hogar. Cerró sus ojos dispuesto a dejar que la muerte se llevara los despojos de un hombre condenado.

--Sé feliz, Ino Yamanaka. Algún día volveremos a encontrarnos. Quizás no en esta vida, pero te estaré esperando en la otra con los brazos abiertos...-- sonrió mientras sus últimas palabras daban vueltas en su memoria.

De pronto sintió que sus párpados no reaccionaban a la luz solar. Era como si algo impidiera que su rostro encarara al cielo formando una sombra delante, haciendo que sus párpados reflejaran la oscuridad. Entreabrió los ojos ligeramente y lo único que pudo distinguir fue la sombra de un hombre con una gran capa que ondeaba al compás del viento.

--Llévenselo. Ya saben qué hacer con él-- dijo la misteriosa presencia al ver que el muchacho vestido de soldado cayó en un estado de inconciencia.

12/05/21

Me dio algo de cositas escribir este capítulo. No sé, se me formó un nudo en la garganta al redactar las últimas palabras de Shikamaru...💔

Pero no todo es tan triste como parece, ya vendrán tiempos mejores, lo prometo 😊

Gracias por leer.

Los quiero 💌


SENTIMIENTOS PROHIBIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora