CEREMONIA DE COMPROMISO

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El lujoso y elegante lugar se encontraba abarrotado de grandes personalidades. Marqueses, duques, condes, vizcondes, barones y nobles provenientes de tierras lejanas compartían una noche de frivolidad en la que hacían gala de sus ostentosas fortunas, vastos terrenos y gran poder en los altos círculos sociales. Sumergido entre todo ese mar aristocrático se encontraba Inoichi, quien se divertía entre la multitud mientras esperaba, al igual que el resto de los presentes, el tan esperado descenso de su hija al lado del hijo del duque para hacer oficial el compromiso.

El lugar estalló en aplausos cuando vieron descender a la joven pareja. Sai ofrecía su brazo haciendo que Ino envolviera el suyo alrededor de este; de esa manera, bajaban escalón tras escalón hasta quedar a unas cuantas gradas del final, donde se detuvieron para permitir que todos los presentes pudieran presenciar la pedida de mano.

--Buenas noches, queridos invitados-- empezó el Uchiha menor recibiendo la atención de todos --A Ino y a mí nos complace contar con su presencia en este día tan especial-- dio una reverencia solemne haciendo que muchos caballeros sonrieran, algunas damas dieran pequeñas risitas cómplices y otras pocas suspiraran de desilusión. --Si nos encontramos todos reunidos es por un motivo realmente importante para mí y para esta bella mujer, a la que tengo el honor de llevar del brazo-- esta vez giró en dirección a Ino y besó sus nudillos con suma delicadeza. La aludida trató de sonreír con toda la naturalidad que pudo para evitar dejar en evidencia el asco que realmente le causaba. --Ino-- pronunció su nombre mirándola a los ojos, aún sosteniendo sus manos --tú y yo llevamos más de un año de novios, motivo por el cual me atrevo a decir que nos conocemos lo suficiente como para dar el siguiente paso que nos aproximará a nuestra futura vida juntos-- alejándose un poco de ella, sacó una pequeña caja de terciopelo del interior de su abrigo y se hincó sobre una rodilla, elevando la pequeña caja que al abrirla, mostraba un precioso y deslumbrante anillo --Ino Yamanaka, hija de Inoichi Yamanaka y futura condesa de la Villa de la Hoja, ¿me brindarías el honor de poder casarme contigo?

La multitud quedó en silencio, expectante, esperando la ansiada respuesta por parte de la mujer.

A pesar de conocer el plan, a Ino le costaba pronunciar aquellas palabras. Sentía estar traicionando al amor que sentía por Shikamaru, quien por cierto se encontraba ahí entre los presentes, admirándolo todo. En lugar de responder al instante, dirigió su mirada al gentío, buscando al único rostro que realmente deseaba admirar, sonreír, acariciar y besar.





Shikamaru había visto con dolor toda la escena que se suscitaba frente a sus ojos. Ino estaba aún más bella, si es que eso era posible. Parecía un ángel de luz que descendía por las escaleras, dejando que su cascada dorada bañara sus hombros y la hicieran resplandecer aún más. No obstante, al verla, quiso felicitar al gran trabajo que seguro hizo Hinata para cubrirle el enrojecimiento causado por el brusco golpe que le fue propinado por Sai.

Escuchó con rencor todas las falsas palabras que el Uchiha pronunciaba. Ninguno de los presentes imaginaría que detrás de ese joven caballeroso y aparentemente amoroso, se escondía un monstruo que momentos antes había golpeado a Ino. Al oír la pregunta final, vio cómo su amada paseaba la mirada entre la multitud hasta que ambas miradas se encontraron. La de ella y la suya. Sintió un aura interrogante que provenía de sus ojos dándole a entender que ese momento era tan difícil para ella como para él. Shikamaru asintió en respuesta, intentado transmitirle así que todo estaría bien, que en pro del éxito del plan era mejor que aceptara la proposición de Sai Uchiha.



Ino vio en el asentimiento de Shikamaru la confirmación y fortaleza que necesitaba para seguir con esa farsa. Era doloroso que, teniendo al amor de su vida frente a ella, tuviera que aceptar ser la esposa de un hombre que detestaba. Sin embargo sabía que ese era un pequeño precio que debía pagar para obtener la dicha y felicidad al lado de quien realmente amaba.

SENTIMIENTOS PROHIBIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora