El grito desgarrador de Ino hizo que Tsunade y Naruto entraran corriendo a la recámara del conde. El joven la apretó contra su pecho mientras ella trataba de aferrarse a su padre.
--Ya se fue, Ino. Ya no está más con nosotros-- susurró en su oído sin dejar de estrujarla hacia sí.
Tsunade se sentó al lado del cuerpo inerte de su hermano y le acarició la rubia cabellera.
--Inoichi, hermano mío-- sollozaba sin dejar de acomodar los largos cabellos del hombre.
Después de unos minutos apareció Deidara. Lloró ante el cuerpo de su padre y luego descargó su furia en su hermana, culpándola de todo lo malo que le había pasado a su familia. Aunque Naruto intentó defenderla y Tsunade abrazó al Yamanaka menor para que descargara sus sentimientos con ella, Ino ya no oía. Se encontraba tan sumida en sus pensamientos que no era capaz de reaccionar, ni siquiera ante los gritos e insultos de su hermano menor.
Luego de casi dos horas los ánimos se habían calmado en la casa. Los médicos se estaban encargando del cuerpo del conde y la familia se encontraba reunida en uno de los salones de la mansión.
--Ya he mandado cartas a los amigos de Inoichi y personajes importantes de nuestro círculo. Mañana mismo haremos el velorio-- dijo Tsunade secando algunas lágrimas incipientes con un pañuelo.
--Espero que luego de eso te vayas de esta casa-- agregó el menor mientras miraba a su hermana con rencor.
--Eso no te compete, Deidara. Esta casa es tan tuya como suya. Además no es momento de discutir eso-- Tsunade respondió molesta.
Días antes de morir, Inoichi le había confesado a su hermana que aún mantenía en pie su palabra de suceder su título nobiliario a Ino. Él nunca perdió la esperanza de que ella apareciera, así que su postura seguía siendo la misma. Tsunade no sabía qué tanto habrían charlado padre e hija y si habrían tenido tiempo de conversar acerca de ello, por lo que prefería hablar a solas con su sobrina para aclarar esos temas.
--Naruto, ¿puedo hablar contigo un momento?-- habló Ino poniéndose de pie. Ambos se alejaron un poco y la rubia habló de forma discreta. --Necesito que mandes traer a Shikamaru y a mi hijo. Tengo cosas que aclarar con ellos, luego hablaré con todos ustedes.
--Claro, no te preocupes. Mandaré a algunos soldados por ellos.
[...]
Una hora después Shikamaru cruzaba el gran jardín cargando a Shikadai en brazos. Ambos iban acompañados de Kiba, quien había sido uno de los soldados encargados de ir a buscarlos. Aprovecharon los momentos que tuvieron a solas durante el camino de regreso para ponerse al día de todas las buenas nuevas. Shikamaru le contó lo bien que le iba junto a Ino, su nuevo trabajo, su hijo y el próximo que estaba por llegar. Kiba lo felicitó y de paso le contó cómo estaban las cosas en la mansión. Fue él quien le dio la noticia de la muerte de Inoichi. Shikamaru imaginó a su esposa devastada. Deseaba llegar lo más pronto posible a su lado para apoyarla en su dolor.--Adelante, amigo. Ino está en el salón, reunida con la familia-- dijo Naruto al recibirlo.
Shikamaru bajó a su hijo de sus brazos y tomó su mano para caminar hacia el lugar, siendo recibido por una atenta mirada por parte de la hermana del conde y del hermano menor de su esposa.
--Shikamaru, qué sorpresa verlo por aquí-- parpadeó varias veces, confundida por la aparición del amigo del Uchiha llevando de la mano a un pequeño niño idéntico a él.
--Buenas tardes, Tsunade, Deidara-- la mujer asintió y el joven repitió la misma acción, sin saber a quién saludaban realmente.
Al ver a su mujer, Shikamaru entregó la mano del pequeño a Naruto. Ino corrió a sus brazos y empezó a sollozar desconsoladamente una vez más. Él acariciaba su espalda con cariño intentando darle consuelo.
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SENTIMIENTOS PROHIBIDOS
FanfictionShikamaru Nara es un joven humilde que vive en los campos de la Villa de la Hoja, hogar de grandes nobles. Siendo un pequeño pastor hijo de un cuidador de caballos, se verá envuelto en una compleja situación al descubrir que aquella misteriosa mucha...