– ¿Qué ha pasado? – Pregunta Nathy entre alientos.
– Estábamos llegando a tu… – Iba explicar pero me interrumpe.
– Ya recordé…
– Quiero, de verdad, disculparme grandemente contigo. – Digo sin mirarla a los ojos. Realmente siento que la vergüenza está totalmente apoderada de mi ser y siendo sincero, pienso que he fallado. Nathy ha estado luchando con muchísimas cosas que le atormentan, comparadas a mis tormentos, se podría decir que yo estaría pasando por tonterías… Nathy no. He estado para Nathy y mayormente lo que le he aportado son mentiras, no todo el tiempo, cuando estamos juntos siento que ella lo es todo para mí pero ¿realmente soy todo para ella?
– ¿Qué dices?– ¿Por qué no me habías dicho que sufrías de esto…? – Pregunto evitando.
– Entonces, soy yo quien se disculpa… – Su dedo pulgar acaricia la parte externa de mi mano, con una suavidad y un cariño muy, pero muy tierno, mientras que su mirada se desvanece hacia la ventana.
– No te preocupes – Acerco su mano a mi boca y le roso mis labios. – Estoy aquí. – La miro. – No es mucho lo que realmente te pueda ofrecer mi persona. – Me mira con sus ojos brillantes. – Pero no estás sola…
La habitación se siente acogedora, solo estábamos ella y yo, la enfermera se había retirado a avisarle al doctor que mi querida y amada Nathaly se había despertado, nadie ni nada nos molesta, pues, al ingresar a la clínica por el estado de nuestra salud, nos retuvieron nuestras pertenencias y realmente no es algo que me importe en estos momentos.
– Intento ser una buena persona. – Confieso.
– Lo eres. – Me agarra con sus dos manos la mía.
– Gracias a ti. – Besa mi mano y el sentir sus labios con mi piel, es una sensación muy extraña, sus besos son sencillamente especiales, nunca antes había sentido algo igual, es como si las alas de una mariposa estuvieran acariciándome.
Entre tantas ternuras, cariños y caricias, hay tantas cosas que debo decirle, pero no es el momento apropiado, ni el lugar…
Entran a la habitación el doctor y la enfermera.– ¡Ya has despertado! – Exclama el doctor sin poder creérselo. – Realmente no lo creía cuando la enfermera me fue a avisar… – Revisa sus exámenes y empieza a pensar y tomar algunas cosas sobre un mesa que está al lado de la cama donde se encuentra Nathy. – Es maravilloso…
– Doctor ¿qué sucede? – Dice Nathy nerviosa.
– Tranquila. Toda ciencia tiene su explicación. – Responde sin apartar su mirada en los papeles antes mencionados. – ¿Tu novio te puso al tanto de lo que sucedió? – Nathy me mira y sus ojos parecieran se le fueran a salir, nos reímos a carcajadas y Nathy responde.
– Sí, ya él me dijo todo y siendo sincera no es primera que sucede.
– Deberías agradecerle que estaba contigo. – Aconseja el doctor. – Les explico. – Toma asiento en la cama y se acomoda, quitándose los lentes. – La Srta. Nathaly, se le tenía previsto a que despertara mañana, posiblemente en horas de la noche. El estado actual de usted, señorita, no está completamente bien, sin embargo… – Me mira. – El joven que se encuentra a su lado y su persona – vuelve a mirar a Nathy. – han estado susurrando, inconscientes, sus nombres… Es decir, usted señorita, el nombre del joven; y el joven, el nombre de usted.
Nathy me mira y sonríe, se siente conmovida por lo que acaba de decir el doctor, parece feliz y sus ojos siguen brillando como nunca antes.
– Otra observación interesante es que, desde que llegué a la habitación, sus manos han estado agarradas todo el tiempo. – Dice mirando nuestras manos y efectivamente así era. – Apuesto que ni cuenta se daban. – Nathy me suelta.
– Doctor me está avergonzando frente a mi novio. – Dice Nathy, encogiendo sus hombros y colocando sus manos en la cara, ocultando como se colorean sus mejillas con un rubor rojizo intenso y aparte sus ojos achinados cuando está bien contenta.
El doctor ríe a carcajadas se coloca los lentes y se posa al lado de la cama.
– Para concluir todo. – Guarda sus manos en los bolsillos de su bata médica. – Tu recuperación se ve afectada por la respuesta física que tiene tu cuerpo ante la presencia del joven acá. – Dice haciendo un gesto indicativo hacia mí, aun con su mano en el bolsillo. Aumentando así, el mejoramiento de tu salud… Estos casos son muy raros, puesto a que son muy pocas las personas quienes tienen esas respuestas en su cuerpo. Corriste con suerte. – Dice preocupante. – Pero no sucedió nada grave y hasta ahora, todo está en orden y tu mejoría está creciendo notablemente. Claro, esto no quiere decir que precisamente ahora, debo darte de alta, las reglas de la clínica no me lo permitirían, y para nadie es un secreto que son fuertemente estrictos aquí con el cumplimiento de sus normas. – Se acerca a la puerta. – Mi recomendación ahora es que sigas descansando, dale un tiempo al joven que se alimente y que te traiga algo. Pueden pasar la noche aquí y mañana a primera hora podrían irse. Estaré pendiente de igual manera. – Dice sin más y se retira.
Miro a Nathy sentado en la silla aun sosteniendo su mano, le doy un beso.
– Eres la novia más preciosa del mundo.
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"El final como el comienzo de una historia"
RomanceEithan, posiblemente con muchos errores y malas decisiones en su vida toma rumbo a un destino que solo corresponde a alguien, a quien menos lo espera, a quien solo lo ama de verdad, a quien le corresponda, aunque no se dé cuenta...