Capítulo 17: Encuentro inesperado.

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Nathy se incorpora en el asiento del copiloto y me pide que la lleve a su fraternidad, pero antes, decido llevarla a comer algo y ella acepta. Enciendo el auto y por una vereda, volvemos a agarrar el camino por la autopista.

La oscuridad de la noche ya estaba cayendo, las estrellas se hacían notar y algo que me llamó mucho la atención es que, Nathy, apaga el aire acondicionado del auto y abre un poco la ventanilla, de manera que la brisa entra y hace que sus ojos se achinen y su cabello sea acariciado por la misma. Tenía un conflicto mental porque la verdad no sabía qué me generaba más tranquilidad con amor, si el paisaje del cielo al frente de mí o la persona que tengo a mi lado en este momento.

Llegamos a su fraternidad.
- Maldición... - Dice Nathy un poco enfadada.

- ¿Qué sucede? - Pregunto mientras le tomo la mano.

Mira como mi mano agarra la suya, luego me mira y parece confundida.

- Ahí está... - Dice y mira hacia abajo. - El auto de Michael. - Termina de decir soltándome la mano.

- ¿Te hizo daño? - Pregunto porque es lo primero que se me ocurre.

- La verdad no quiero ni verlo. - Dice y sus ojos brillan.

- ¿Sabes qué? - Subo las ventanillas, apago el auto. - Dame un momento.

- ¿Qué vas a hacer? - Pregunta confusa.

- No digas nada, cariño. - Sugiero.

Me bajo del auto y ella queda adentro, cierro mi puerta, doy la vuelta y le abro.

- No lo quiero ver, Eithan. - Dice sin moverse y sin mirarse.

- Pasaré contigo la noche. - Digo sin más.

- ¿Estás seguro? - Me mira.

Le sujeto la mano, le doy un beso, la saco del auto, cierro la puerta, paso seguro, el auto suena y la abrazo por las caderas.

- Nunca estaría más seguro como cuando estoy contigo. - La beso.

Ella sonríe mientras nos besamos y me aparta.

Maldición, ahí está de nuevo esa mirada.

Caigo de nuevo en un abismo, no sé qué hacer.

- Gracias. - Me dice con una ternura increíble.

Me toma por el brazo y entramos caminando a su fraternidad.
Sus manos rodeando mi brazo, su cabeza posada en mi hombro, sus pasos al mismo compás que los míos, su aroma rodeando mi entorno, su presencia llenando mi ser, nunca me sentí tan completo, definitivamente, Nathy es más que mi complemento, es muchísimo más.

Nos dirigimos a su habitación y todo se torna totalmente contrario a como nos sentíamos un par de horas.

Entramos.

- ¡¿Michael?!

- ¡¿Luna?!

Gritamos al unísono.

"El final como el comienzo de una historia"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora