Capítulo 7: Ambos secretos.

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“Es irónico que la razón de la felicidad sea la tristeza, la razón de la compañía sea la soledad, la razón de las sonrisas y las alegrías sean las lágrimas y los malos momentos, y que por lo tanto, la razón de la vida sea la muerte. Puesto a que vivimos en un mundo donde todos los días podemos respirar y lo único seguro que creemos saber es que algún día esa vida acabará y por lo tanto hay que aprovechar los momentos como nunca antes, como si fuera el último día de la vida, como si no hubiera más momento como el de ahora.” – Eithan Smith

Es una cita de un informe que debo entregar en la materia de psicología en la universidad y me puso un poco pensativo porque, aunque no me identifique, tiene mucha razón, pero la vida tiene muchas perspectivas.

No pensé en mentirle a Nathy con respecto a la llamada, sin embargo sabía que tenía un par de trabajos acumulados y fue eso lo que se me ocurrió en ese momento. Le llamo a su celular pero me cae la contestadora, le he dejado muchísimos mensajes de voz y aun no sé en donde vive, solo sé llegar al casa de la mamá y ese sería el último lugar al que quisiera ir. ¿Acaso ese beso es una razón para alejarse?, ¿acaso pensó que no quiero que vea a su familia y por lo tanto creyó que la “usaba”? No lo sé.

*Vibra el celular*
Es un mensaje de ella:

– “Te veo en la cafetería a las 5”

Así, sin más ni menos, sin saludos ni despedidas, sin decirme que está bien, sin más nada que una previa cita. Al menos sé que está viva.

Algo bueno que me da un respiro entre tantos pensamientos es que ya mi auto está listo, el mecánico mismo me lo trajo hasta mi casa y la verdad, me ahorró mucho tiempo, no me queda más que arreglarme e ir a la cafetería.

“Hay que aprovechar los momentos como nunca antes, como si fuera el último día de la vida, como si no hubiera más momento como el de ahora.”

No deja de rondar esa frase en mi mente mientras voy camino a la cafetería… Me parece algo ilógico, en toda mi vida nunca he encontrado la felicidad, nunca he vivido, solo vivo esperando que mi vida terminara hasta que…

– ¿Nathy? – Digo sorprendido.

Está con otro chico agarrado de la mano entrando a la cafetería, esto no me gusta para nada. Estaciono mi auto y entro atrás de ellos y me siento casi que al mismo tiempo.

– ¡¿Eithan?! – Dice Nathy sorprendido, prácticamente le salen los ojos de sus cuencas. – ¿Qu- qué haces aquí? – Nerviosa.

Creo que ya entendía todo, parece que todo ha sido una equivocación.

– Bueno, estaba por aquí probando mi carro, decidí dar una vuelta por la cafetería y te vi por acá. – Explico. – ¿Puedo? – Miro al chico que está con ella.

El chico la mira, luego a mí y hace un gesto como aceptando la propuesta que acabo de hacer.

– No estaré mucho por aquí, tengo cosas que hacer, solo será un café. – Añado.  Muy en el fondo debo sacar información.

– ¿Cuándo te entregaron el auto? – Dice Nathy. – Me alegra mucho que ya esté listo.

Llega la mesera reparte los menús y yo sin pensarlo le pido un café oscuro, el chico sí revisa el menú y Nathy pide lo mismo de siempre.

– Me lo trajo esta mañana, me sorprendió mientras terminaba mis trabajos que por cierto ahorita voy a entregar. – Respondo.

– ¿Qué modelo es tu auto? – Pregunta el chico.

– Un Mustang GT de los 90´. – Respondo con el ego por la cima de las montañas.

– Un clásico… – Añade sin más.

– ¿Y ustedes se conocen de…? – Pregunto

– Somos compañeros de cuarto, en la universidad. – Responde Nathy, en un tono muy serio.

Llega la mesera con mi café y el servicio que pidió Nathy, pero el chico aun revisa qué pedirá, al parecer no se decide.

– ¡Qué bueno! Veo se llevan bien. – Digo mientras doy mi primer sorbo a mi recién preparado y exquisito café.

– Por supuesto, es mi novia. – Todo lo que quería escuchar. – Desde que la conocí, ha sido la mejor chica del mundo. – Dice y le acomoda el cabello por detrás de su oreja.

¿Acaso sabrá que su papá casi muere? ¿Acaso sabrá que el Sr. Lang ha sido secuestrado por una mujer que posiblemente sea hermana de Nathy? ¿Acaso conocerá a su madre? ¿Qué sabrá?

– De verdad que hacen muy bonita pareja… – Me termino mi café. – Quisiera acompañarlos otro rato pero… – Me levanto. – Ya debo irme. – Coloco la taza en la mesa, dejo la propina y me retiro.

Al salir de la cafetería siento la mirada fija de Nathy, seguramente me dijo de todo con esa mirada, pero ¿por qué me ocultaría que tenía una pareja?

Mi orgullo es más grande que ese fuego sentido en lo más profundo de mi ser, solo por ver que otra persona se cree dueño de quien es, literalmente mi vida.

"El final como el comienzo de una historia"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora