Capítulo 27: Cae al piso.

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– ¡¿Creerías que no me daría cuenta?! – Grita Nathy con una rabia y una furia que jamás nunca había escuchado.

– ¡A mí no me estés hablando así! – Responde la Sra. Merlín haciéndole frente.

– ¡Ya tú no tienes son y canto en mí desde hace mucho tiempo! ¡No me jodas! – Sigue gritando cada vez en un tono más alto y notamos como la Sra. Merlín se queda callada.

– Retírense de mi casa… Ya. – Dice la Sra. Nathalia con voz baja pero Nathy le interrumpe.

– Aquí nadie se va a ningún lado. – Añade Nathy. – Tú eres una perra. – Dice refiriéndose a Leidy y esta con odiosidad sonríe sarcástica.

– Nathy, calma. – Dice Cristine y la toma por el brazo.

– ¡Suéltame! – Se suelta de un tirón. – ¿Ustedes creen que esto quedará así? – Pregunta Nathy refiriéndose a las mujeres que estaban en la casa.

– Me importa un comino… – Dice su madre. – Ya no hay nada que puedas hacer. – Sonríe.

– Te equivocas, Merlín… De nuevo te equivocas… – Dice retirándose sin decir nada y se marcha.

Yo sin saber qué hacer no me queda más que ir tras Nathy y ver que Cristine no hace nada al respecto, solo se queda en la cocina con las demás.

Estamos llegando a la salida de la casa y notamos que Michael había despertado y estaba obstruyendo el paso de la puerta, impidiendo que podamos salir, Nathy no dice nada y se queda de pie a mi frente, yo me percato de que Michael quería hacer algo pero salgo corriendo y por instinto mi piernas salen volando para retumbar en su pecho, haciendo que Michael volviera a caer y permitiendo que mis piernas le rodeen el torso mientras mi puño no se cansa de darle golpes en el rostro.

Mi corazón empieza a acelerarse y mi respiración empieza a contenerse ¿Qué carajos estaba pensando Michael?

– ¡Eithan, basta! – Grita Nathy y por un momento me detengo.
Miro a Nathy y veo como está inmóvil, llorando.

Me llenaba de impotencia ver cómo Michael se reía luego de su cara toda moreteada pero realmente era muy poco lo que podía hacer, las posibilidades de que esto se saliera de control era muy grande.

– Lo siento mucho Nathy… – Dice Cristine llorando. Apuntando con un arma a la cabeza de Nathy.

Los ojos de Michael están abiertos de par en par como desquiciado, respiraba de manera anormal y sudando, su sudor corría por su cara y se mezclaban las gotas de sudor con las de sangre, mientras relamía sus labios de este amargo sabor. Michael estaba prácticamente inconsciente y no podía hacer nada.

Pero Cristine realmente estaba dejando que sus pensamientos se fueran de control.

– Estás cometiendo un error, Cristine. – Digo con tono serio a Cristine pero esta parece no escuchar. – ¡Maldición déjala! – Grito y parece entender, la suelta y Nathy corre hacia mí. Michael tirado en el piso sin hacer más que reírse, se gira y parece haber quedado inconsciente totalmente. 

Me pongo al frente de Nathy y lleno de valor la protejo, me voy acercando poco a poco a Cristine…

– ¿Qué es lo que quieres? – Le pregunto a Cristine.

– Ya déjalos Cristine… No merecen la pena… – Dice la Sra. Merlín sin importancia, caminando hacia la salida seguida de Leidy.

– Baja esa arma ya… – Sugiere Leidy mientras Cristine parece entender bajando el arma.

– Esto no debe quedar así. – Dice Cristine en voz baja.

Levanta el arma y esta se distrae la tomo por el brazo pero ella se resiste, ambos hacemos fuerzas en el arma. Yo tratando de quitársela o hacer que la suelte y ella intentando mantenerla para disparar.

Y así fue…

El arma fue disparada y por un momento mi alma desapareció.

El cuerpo de Nathy cae lentamente en el piso, primero de rodillas y luego el resto del torso.

El arma cae al suelo.

Luna como una cobarde sale corriendo marchándose.

Y Cristine con crudeza en sus ojos, solo mira la escena…

"El final como el comienzo de una historia"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora