Blue

Blue: Una leyenda de Amor

Creo que jamás en mi vida había volado por tantas horas, al punto de que es agotador y estoy muy fastidiada luego de más de diez hora de vuelo. He intercambiado entre dormir, y hablar de todo y nada con Skyler cada tanto moviéndonos a través de la nave para estirar las piernas y charlar con Tyler, Matt va junto a él y ha dormido más que yo en todo el vuelo, nos toma casi un día llegar a lo que creo que es nuestro destino y aterrizamos en un hangar más pequeño. Skyler me indica que solo hemos parado por combustible, pero que aún así podemos viajar. Venezuela, así se llama el país donde hemos aterrizado y es tan extraño, hace muchísimo calor hasta el punto de que me incomoda la ropa que cargo y el sol es más fuerte de lo que alguna vez había pensado, la gente habla un idioma que no comprendo y Tyler parece entender, con un par de indicaciones nos dirigimos a una zona techada y esperamos un rato, mientras tanto me acerco a Tyler.

—Me debes un chisme —él me sonríe y me indica que me siente a su lado.

—Ni siquiera sé por dónde comenzar.

—El comienzo suena bien —bromeó y pasamos más de una hora hablando, me cuenta muchas de las cosas que le han pasado y varias veces me sorprendo por lo que me dice.

—No lo puedo creer, ¿tú y Matt son destinados?

—Baja la voz que te van a escuchar —a pesar de sus quejas sonríe feliz y me cuenta de como se fueron acercando y que ahora de hecho se llevan bien. —Fue muy inesperado, pero... Lo amo —susurra sus últimas palabras y yo le regalo un abrazo fuerte.

—Estoy tan feliz por ti, hace mucho deseabas esto —él aparta la mirada y yo sigo la dirección de su mirada, Matt está hablando con Scott de algo y por su mirada de ensueño se lo mucho que lo quiere.

—Yo también estoy muy feliz —hablamos un poco más de todo y nada, mi curiosidad me gana y me animo a preguntar.

—¿A dónde vamos? —él me sonríe y me empieza a explicar.

—El Amazonas es la selva tropical más extensa del mundo, se encuentra entre varios países y aún tenemos que recorrer más de medio país para llegar. Padre tiene la sospecha de que es un buen lugar para empezar con la búsqueda —me cuenta de lo bonito que es el lugar y de lo mucho que le emociona regresar, —estuve ahí por una corta misión hace un par de años, me encantó y espero te guste.