Capitulo: 4

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Park Jimin

Mi plan era sencillo: huiría de la mansión con la excusa de dar un paseo nocturno. No era tonto; sabía que si intentaba confrontar a mis padres, me descubrirían con facilidad. Aunque no tenía claro a dónde iría, estaba decidido a no pasar una sola noche más en esa mansión.

Caminaba con cautela por el pavimento, consciente de las cámaras de seguridad que vigilaban cada rincón. Si alguno de los chicos se daba cuenta, alertaría a los demás de inmediato. Lo único que me preocupaba era la mochila con comida enlatada que había tomado de la cocina sin permiso. Entiendo que no tenía otra opción; si no lo hacía, moriría de hambre antes de encontrar un lugar donde quedarme.

Justo cuando estaba a punto de salir, escuché la puerta del garaje abriéndose. Giré discretamente y, para mi sorpresa, allí estaba Jeon con un traje rojo llamativo, inspeccionando los seis autos que tenía estacionados. Mordí mi labio inferior, nervioso, y me cubrí parcialmente con la mano mientras buscaba un escondite. La única opción que tenía era un arbusto pequeño junto a una reja de metal que delimitaba la propiedad.

Tragué la saliva acumulada en mi boca cuando el ruido del auto de Jeon se hizo cada vez más cercano. Me detuve en seco, y él paró su vehículo, bajando la ventanilla del lado opuesto para hablarme. Tenía que actuar con naturalidad para no levantar sospechas, aunque era consciente de que descubrir mis verdaderos planes era casi improbable.

—¿Una salida nocturna? —preguntó con tono casual.

—Pensé que había dicho que podía salir de la mansión siempre que quisiera —murmuré, sin mucho entusiasmo, y continué mi camino.

—Pero no cuando caminas con una actitud sospechosa y una mochila cargada de... —llevó sus dedos a su frente y los frotó—, olvida eso. La verdad es que hoy no estoy para cuidar de un chiquillo malcriado. Solo recuerda lo que se te ha impuesto.

Iba a responderle cuando Jeon, de manera descarada, aceleró su auto, dejando una nube de humo en mi cara antes de marcharse con un ridículo derrapaje. Grité frustrado al ver cómo se perdía en la oscuridad y finalmente salí de la mansión. Al parecer, Jeon no le dio mucha importancia a mi intento de escape, lo que significaba que tenía vía libre.

Al salir, me encontré en un vecindario de gente acomodada, con casas enormes y bien iluminadas. Miré alrededor en busca de alguien que pudiera darme indicaciones, pero las pocas personas que me miraban se apresuraban a entrar en sus casas, como si temieran algo. Quizás temían lo que Jeon podría hacer. Estas reacciones me hicieron tomar más en serio sus advertencias, aunque ya era demasiado tarde para retroceder.

La calle se hizo más angosta, y pronto me di cuenta de que había caminado tanto que el vecindario lujoso se había desvanecido. La ciudad brillaba con su luz nocturna y estaba llena de turistas ruidosos. Los establecimientos estaban abarrotados, y las camareras recibían propinas mientras mostraban algo de escote. Observé cómo un chico con audífonos tropezaba con el bastón de un anciano, dejándolo caer sin recogerlo. Una señora corrió para ayudar al anciano antes de que ambos tomaran caminos separados.

Pasaron también un grupo de jóvenes universitarios con chaquetas de cuero y botellas de cerveza, lo que me sorprendió ya que eran como las dos de la mañana y aún había tanto bullicio. Sonreí al ver una parada de autobús en la esquina siguiente. Me senté en el banco libre y comencé a observar a los transeúntes mientras imaginaba sus vidas. Pocos minutos después, llegó un autobús. No tenía una ruta específica en mente, así que decidí que ese sería el ideal para escapar.

Cuando iba a subir al autobús, una mano agarró mi mochila y me tiró con fuerza hacia atrás. Al girarme, me quedé paralizado al ver a Alessandro, que vestía un traje demasiado apretado y miraba al chofer con una expresión severa.

—Creo que se ha confundido de ruta —dijo Alessandro con un tono que sonaba amigable pero era claramente una farsa.

—¿Es eso cierto, chico? —preguntó el chofer. Alessandro me miró con una mirada intimidante y, sin otra opción, asentí. Vi cómo mi plan de escape se desmoronaba mientras Alessandro me guiaba de regreso.

(+18) Stripper  [Kookmin] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora