(+18) Stripper [Kookmin] ✔️

Capitulo: 22

||Jeon Jungkook.

Park corría hacia mí con una expresión de angustia en su rostro. A medida que se acercaba, noté que sus pies descalzos se quemaban con la arena caliente y sofocante, pero sin detener su paso, se adentró en la playa.

—Ahh —susurró—. Creo que necesitaba esto.

—¿Crees?

—Sí, llevamos cuatro días aquí. Era necesario bañarme en la playa. Siempre me sentaba en aquellas rocas, pero nunca había metido más allá que mis dedos o la punta de mis pies.

Giré mi cuerpo, mientras Park se zambullía en el agua y dejaba al descubierto mi torso, colocándose encima de mi bóxer el short de playa.

—Ya veo por qué dijiste que el mío hacía juego con el tuyo —gritó desde lejos, y reí por lo bajo.

—Braquiosaurio y saurópodos.

—Son dinosaurios que me gustan mucho. Mi favorito es el braquiosaurio, que es el que llevas puesto. Llevaba tiempo buscando uno así, pero a ti te queda mejor.

Poco a poco, metí mis pies en el agua hasta que el nivel la cubrió hasta el cuello, y me encontré cerca de esa víbora, que nadaba de un lado a otro con inquietud.

—¿Puedes detenerte? Estás arruinando mi cabello.

—Pensé que yo era la de las preguntas tontas, pero qué más da.

Colocó sus manos en forma de cuenco y comenzó a echar agua en mi cara sin parar. Me moví de un lado a otro, y sin darme cuenta, comenzamos un juego que hizo que mi pecho se sofocara en segundos.

—¿Te puedo hacer una pregunta? —dijo al notar que no me molestaba que hubiera arruinado mi peinado.

—Puedes preguntar lo que quieras, Park.

Incliné la cabeza mientras el agua me cubría hasta el cuello. Él dio una vuelta a mi alrededor y luego se detuvo frente a mí.

—Esto es algo tonto, y me molesta tener que recordarlo, pero... ¿por qué detuviste a todos los chicos cuando se masturbaron bajo tus órdenes?

—¿Por qué hablamos de eso ahora?

—Es una inquietud que tengo desde hace tiempo. Es algo que ya pasó, pero necesito respuestas.

—Yo también necesito respuestas, Park.

—¿Sobre qué? —su semblante cambió ante mis palabras, pero sabía que no era el momento adecuado.

—Sé cómo son los chicos, y también supuse que no tendrían límites. Lo que hice aquella noche fue una total idiotez. Pido que me perdones por eso también. Sé que te he causado tanto daño que no merezco tu perdón, pero ese día, tus ojos me gritaban que no lo merecías, y fue la primera vez que puse mi corazón por delante de mi deseo de «verte sufrir».

—No te entiendo.

—No hay mucho que entender. Simplemente me impedía ver cómo te hacían daño. Eso es todo. La fase dos desde entonces estuvo completada.

—¿La fase dos?

—Son seis fases, ¿no? —Pregunté, y él me miró sin entender del todo. Mi corazón se contrajo mientras las palabras salían de mis labios—. Llamar su atención, interesarle, hacerle creer que siento algo por él, hacerle creer que no siento nada, enamorarlo...

—Y dejarlo —susurró, perplejo—. ¿Desde cuándo lo sabías? —preguntó.

Mis muelas chocaban unas con las otras mientras mordía, serio.

—¿Ese fue el plan B todo el tiempo, no? ¿Hacerme sufrir para que hablara? Pero, joder, ¿qué querías que te dijera?

—Jungkook, nada es lo que parece en esta conversación.

—Lo sé. Pero aún así duele. ¿Qué quieres realmente de mí, Park Jimin? ¿Cuál es esa verdad que necesitas saber de mí para destruirme? ¿Era necesario todo ese plan?

—Jungkook, por favor, tienes que escucharme. Ese plan hace mucho tiempo que se fue al traste.

—¿Cómo puedo estar seguro de eso? ¿Cómo puedo creerte después de que todo este tiempo me has mentido descaradamente en mis propias narices? Pero, sobre todo, ¿con quién estás trabajando?

—¿Desde cuándo lo sabes? —fueron las únicas palabras que salieron de sus labios.

—¿Es lo único que te importa en estos momentos? ¿En serio, lo único que te preocupa es saber desde cuándo sé toda la verdad?

—Sí y no. Me interesa saberlo porque ya te mencioné que nada es como parece, pero si me dejas explicarte todo, sabrás que no te estoy mintiendo, no ahora. ¿Por favor?

—Te escucho.

—Sí, es cierto que ese plan existía. Fue el día que me dijiste que tendría que empezar a trabajar en el local de strippers. Necesitaba un contacto cercano contigo para averiguar tus puntos débiles, para ver cómo podría destruirte. Pero me di cuenta de que nada de eso funcionaría si tú no sabías quién era yo, y no estaba dispuesto a correr el riesgo de que te enteraras de que me estaba fugando constantemente de la mansión. Después de que te fuiste de la habitación aquel día, Taehyung se acercó a mí. Me dio algo que inhalé porque estaba muy estresado.

Lo interrumpí.

—Eso explica por qué estabas drogado esa noche. Es raro imaginarte fumando. No sabía que lo hacías.

—Y no lo hago, tampoco tenía idea de que eso era droga, pero sí. Después del beso en el escenario, cuando me llevaste a la parte trasera del telón, apareció él. Vino con un discurso prometedor y con la misma sed de venganza que tú. Me pareció una idea genial que alguien más sintiera la furia que yo te tenía, y fue entonces cuando acordé ejecutar el plan B. A cambio de saber más sobre un rubí, o un dinero que tenías escondido que pertenecía a la policía, ellos prometieron meterte en prisión y librarme de ti para siempre.

—Solo que nunca te dije nada al respecto.

—Nunca me interesó tal cosa. Comencé a cambiar de opinión desde que llegamos aquí. Todo el plan B lo di por perdido. No me importaba ejecutarlo, ni vengarme de ti, ni tener algo que ver con esas personas.

—¿Qué es lo que te importa entonces?

—Me importas tú, Jungkook. Me importa estar contigo. Me importa que sepas todo esto, aunque no fue de la mejor manera. Y sé que es difícil creerme, pero te juro que digo la verdad. Se volvió tan personal el hecho de convertirme en tu tipo, que fuiste tú quien se volvió el mío por completo.

Mi corazón se achicó aún más con las palabras de Jimin. Sabía de su remordimiento, sabía que ese plan hacía tiempo que se había ido al traste. Pero necesitaba ver su reacción ante mi verdad. Necesitaba estar realmente seguro del paso que tomaría a continuación.

—Volvamos a casa —dije.