||Jeon Jungkook.
Una vez que Jimin procesó mis palabras, asintió con la cabeza, su expresión melancólica persistió mientras caminaba detrás de mí. Al llegar a la puerta principal, me detuve y le hice detenerse también, antes de entrar completamente a la casa.
—Llevo días maquinando al respecto de todo esto. Pero no podía soportarlo más. Pensaba decírtelo cuando volviéramos, pero no sé si todo saldrá tan bien como lo imagino. Quizás sea una decisión apresurada, pero siento que vale toda la pena del mundo.
Suspiré y abrí por completo la puerta, revelando el trabajo que Alessandro y los chicos habían hecho mientras estábamos fuera: una gran decoración con globos.
El cartel grande que se podía ver decía: «Jimin, ¿quieres casarte conmigo?» Los globos que adornaban la entrada caían al suelo al abrir el portón.
||Park Jimin.
Los pies de Jungkook temblaban mientras sus dedos gordos se entrelazaban nerviosamente. Su cuerpo estaba rígido, y lo que inicialmente pensé que sería algo malo se convirtió en una propuesta sorprendente.
—Pensaba que estabas furioso por todo lo que acabamos de hablar —dije, mientras un globo explotaba a lo lejos al tocar el suelo.
—Y lo estoy, para que mentirte al respecto. —Se adelantó al cuarto, y luego volvió a salir—. Nunca imaginé que la idea de que estuvieras vinculado con Taehyung y Valentino se convertiría en realidad. Mi mente estaba clara, los hechos lo confirmaban, pero mi corazón no podía aceptar que eso fuera cierto.
—¿Cómo puedes estar seguro de que sientes algo realmente por mí cuando me odiabas tanto?
—Es fácil —dijo Jungkook, sentándose en el sofá y apartando algunos globos que estaban encima. Caminé hasta sentarme a su lado, dispuesto a escuchar—. Cuando Taehyung te dio esa droga y te llevé a mi habitación, y te vi allí, tan vulnerable ante mí, pude ver tus fragilidades, y eso me hizo desearte como a nadie más, incluso después del secreto que estoy seguro que deseas conocer. Esa noche marcó un antes y un después. Decidí buscar la verdad, por lo que revisé tus pertenencias. Encontré una libreta y leí “El plan para enamorarme”. Fue estúpido leer eso cuando, en el fondo, ya eras tú quien tenía el control de mis emociones. Sin ganas de seguir investigando, llegué a una página con una lista de cosas que querías hacer una vez libre, y en ese momento me sentí mal por todo lo que te estaba haciendo, cuando no era el enemigo, y me había convertido en uno.
—Entonces, gracias a eso sabías que me gustaba la comida china.
—Me declaro culpable de saber más de lo que debería.
Sonreí para mí mismo. Todo lo que Jungkook estaba haciendo era cursi, pero me encantaba. Nunca imaginé ver esta faceta de él.
—Entonces... —Jeon se levantó del sofá, se arrodilló y sacó una pequeña caja de su bolsillo—. ¿Quieres casarte conmigo, Park Jimin?
—Jungkook, yo...
—Solo di que sí, si es lo que deseas. Y si tu respuesta es un no, no pasa nada. Nunca desistiré, ni tomaré represalias. Intentaré enamorarte si así lo deseas. Quiero demostrarte que te amo, Jimin. Porque te amo, lo hago, y siempre lo haré.
—Jungkook, por supuesto que quiero casarme contigo.
Él, emocionado y temblando, tomó el anillo y lo colocó en mi dedo. Estiró sus pies mientras nuestros cuerpos se encontraban muy cerca. Mi corazón latía con fuerza, nunca pensé que este día llegaría, y menos de la forma en que lo estaba viviendo. Su mano tomó mi mejilla con delicadeza, sonrió mientras me miraba fijamente, mordió su labio y volvió a sonreír.
—¿Te puedo besar? —preguntó, pasando su lengua por sus labios a una distancia muy cercana a los míos.
—Sí —susurré.
Él deslizó su mano hasta mi nuca y acercó mis labios a los suyos. Se sentía increíble que finalmente todo este sentimiento fuera real.
—He estado esperando tanto tiempo este momento —susurró, separándose de mí y mostrando su sonrisa piadosa—.
—¿Cuál?
—El momento en el que te pueda hacer mío de una vez por todas, el día en que recibirás el placer de ser el esposo de Jeon Jungkook.
Tomó mi mano, entrelazó nuestros dedos y nos dirigimos al cuarto. Me hizo una seña que no entendí bien y se acercó a mí pícaramente. Frente a mí, se despojó de su traje de baño y bóxer, mostrando su excitación.
—Solo de verte, mira cómo me has puesto —se acercó, su miembro rozó mi mano, y sus labios susurraron en mi oído—. Estará en muy poco tiempo donde lo deseas.
Luego, tomó mi mano nuevamente y nos dirigimos al baño. Se metió en la bañera primero, abriendo el grifo. Mis ojos siguieron el agua que recorría su pecho, resbalando por su abdomen y terminando en la punta de sus pies.
—¿No piensas entrar? —preguntó, extendiendo su mano.
Asentí y coloqué un pie en la bañera, seguido del otro. El agua tibia caía sobre mi piel mientras Jeon rozaba mis pies con sus dedos. Tocaba cada parte de mi cuerpo, haciendo que mi piel se erizara y mis pezones se endurecieran. Su mano llegó a mi cintura, descendiendo hasta quedar de rodillas y acariciar mi zona íntima con su dedo índice.
Sonrió sin dejar de mirarme y pasó su lengua por mi pelvis. Cerré los ojos ante el contacto. Su saliva se quedó en mi piel cuando descendió más, abriendo mis pliegues con un dedo. Gemí. Me estaba volviendo loco. Sostenía mis caderas mientras su cabeza se movía de arriba hacia abajo y su lengua exploraba cada parte de mi intimidad. Sin previo aviso, se puso de pie y giró mi cuerpo de espaldas. Su pene rozaba mi trasero mientras lo introducía lentamente.
Un chillido escapó de mis labios. Jungkook comenzó con movimientos lentos, sus uñas dibujaban líneas excitantes en mi espalda. Mi cuerpo se adaptaba perfectamente a él, mientras él se movía con más intensidad.
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(+18) Stripper [Kookmin] ✔️
Teen FictionJungkook guarda un oscuro secreto que podría cambiarlo todo. Jimin, determinado a liberarse de las garras de un peligroso mafioso, se convierte en el encargado de desentrañar la verdad oculta. Su primer intento, el Plan A, resulta un completo fracas...