||Park Jimin
Mis pies se movían de un lado a otro, y el sonido de mis zapatos resonaba en el pasillo del hospital mientras esperaba noticias.
—¿Familiares de Jungkook? —preguntó una doctora al asomarse por la puerta de la habitación del paciente. Al ver mi mano levantada, corrió en nuestra dirección—. Solo tienen diez minutos —dijo, dirigiéndose a todos nosotros, ya que los chicos también estaban allí.
Sin entender del todo, asentí y entré, sentándome en la silla junto a Jungkook. Él me miró, pero no sonrió como yo lo hacía.
—¿Estás bien? Pensé que habías muerto —me acerqué y lo abracé con lágrimas en los ojos.
—Te dije que todo saldría bien. Siempre lo supe.
—Pensé que morirías ese día y que nunca despertarías. Pensé que nunca más te volvería a ver, y eso desató un dolor en mi pecho que aún no se va.
—¿Cuánto tiempo dijeron que teníamos?
—Diez minutos. ¿Por qué?
—Porque necesito decirte la verdad antes de irme, Jimin.
—¿Más verdades? —pregunté, confundido.
—Sí —Jeon sonrió con esfuerzo, sintiendo un leve dolor en el hombro vendado, y llevó su mano al lugar de origen del dolor—. No sé por dónde empezar. Son tantas cosas... No pensé que llegaría este momento.
—Solo quedan cinco minutos —informó la enfermera al asomarse de nuevo en la habitación.
—Yo fui quien dejó aquella laptop en tu habitación ese día. Quería que me siguieras para que supieran de tu existencia. Taehyung siempre fue mi cómplice, se hizo pasar por un aliado, dándoles información no tan falsa para que supieran cada uno de mis pasos sin saber nada. Quería que te enamoraras de mí, aunque creo que al final ambos tuvimos el mismo plan. Fingimos estar enamorados el uno del otro muy bien.
Mis ojos mostraban decepción. Todo había sido un plan tan bien ejecutado que nunca me di cuenta.
—Creo que ya no quiero saber nada más de lo que tienes que decir.
—No, espera. —Jungkook tomó mi mano, pidiéndome que escuchara el resto—. Siempre intenté que todo saliera perfecto porque sabía que eras la clave para que ellos fueran a prisión por todo lo que habían hecho. Pero lo que nunca imaginé fue que esos sentimientos fingidos se convirtieran en sentimientos reales. Lo que siento por ti es real, Jimin. Que te amo es real. Que quiero casarme contigo es real, y todo lo que he hecho y haré por ti es real.
—Se acabó el tiempo —informaron unos guardias al entrar y colocarle esposas a Jungkook. Él me sonrió mientras yo miraba sus ojos.
—Solo hago lo correcto. Quiero ser una mejor persona para que, cuando regrese, podamos casarnos como te prometí.
—¿Por qué no me dijiste antes que irías a prisión? —me levanté de mi asiento. Los guardias no me dejaban acercarme a Jungkook y empecé a llorar mientras lo llevaban.
—Porque sabía que te pondrías así. Este siempre fue el plan, Jimin: que la justicia tomara riendas en el asunto. Me volví su aliado para que todo esto fuera posible.
—Por eso me pediste que te perdonara ayer.
Asintió. Los guardias lo obligaban a caminar hacia la puerta, y supe que sería la última vez que lo vería.
—Ahora mi mansión es tuya. Espero que la cuides hasta que vuelva y podamos casarnos como te prometí.
Intenté correr hacia él, pero un guardia me lo impidió. Vi cómo el amor de mi vida se alejaba sin que pudiera despedirme con un beso o un abrazo. Quizás nunca lo volvería a ver.
¿Cuántos años podrían pasar antes de volver a verlo?
Mis ojos se llenaron de lágrimas y caí al suelo, roto en llanto. Este no podía ser nuestro final. Mis rodillas estaban pegadas al suelo y mis manos cubrían mi rostro, la imagen viva de alguien con el corazón roto.
—Todo estará bien, no te preocupes. Siempre supe que este día llegaría, aunque nunca imaginé que perdería más de lo que mi codicia deseaba.
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(+18) Stripper [Kookmin] ✔️
Teen FictionJungkook guarda un oscuro secreto que podría cambiarlo todo. Jimin, determinado a liberarse de las garras de un peligroso mafioso, se convierte en el encargado de desentrañar la verdad oculta. Su primer intento, el Plan A, resulta un completo fracas...