Leonardo estaba furioso, echaba chispas de hecho y todo las personas que estaban a su alrededor pagaba su mal humor, excepto su hija, él nunca desahogar su ira con ella.
Así que ese lunes después de ladrarle a casi todos en su oficina por ser unos ineficientes, salió a almorzar con sus amigos, los cuales tenían curiosidad por saber cómo le había ido en su cena con la diseñadora, y al ver el humor de su amigo, supieron que no le había ido para nada bien.
-si eres un idiota- dijo Jeancarlos después que su amigo le contó lo que pasó.
-de qué parte estás?- preguntó molesto Leonardo.
-de la verdad- contestó tranquilo- ella ya te había dicho que no le interesaba ser una más de tus conquistas y le ofreces ser tu amante- continuo.
-tiene razón- dijo su otro amigo- no fue tu mejor movimiento- Leonardo estaba por decir algo cuando justo la vio entrar tan bella y elegante como siempre. Sus amigos notaron su repentino cambio de actitud y siguieron su mirada.
-listo, ya encontró otra presa- dijo evan tranquilo.
-ella es Emely- dijo él arquitecto viéndola caminar hacia la mesa donde estaba un tipo que al parecer la esperaba.
-vaya, ahora entiendo porque le insistes tanto, es hermosa- dice Evan.
Leonardo dejó de prestarle atención a lo que decía sus amigos y solo se enfoco en mirar a la pelinegra que parecía muy agusto con ese tipo, sonreía y era más amable, no cuando estaba con él que siempre lo miraba con molestia, como si él fuera la peste o algo peor.
Mientras más pasaba el rato más molesto se ponía porque ella parecía tan agusto con la compañía de aquel tipo, pero el verdadero detonante fue cuando vio que él sacó el estuche, que era más que obvio que era alguna joya y ella la acepto encantada.
Que no se vendía, verdad, si cómo no.
Leonardo se levantó de su silla caminando con decisión hasta la mesa donde estaba la pelinegra, la cual no lo noto por estar admirando la joya.
-vaya, si que sabes cómo engañar a alguien- dijo Leonardo lleno de ira. Emely y Axel miraron a quien estaba interrumpiendo su negociación, aunque solo uno de ellos supo quién era quién lo hizo- no puedo negar que por un momento si lograste engañarme, con tu actuacion de mujer honorable- dijo mirando a Emely.
-usted de qué habla?- le preguntó Axel confundido con todo la situación, Emely se levantó de su silla
-oh vamos, no niegue que clase de mujer tiene al frente- dijo él arquitecto- la única razón por la que me la ganaste fue porque le llenaste los ojos primero-
-lamento el escándalo- se disculpó Emely con Axel girando al mismo tiempo que impacta su mano en la mejilla del Arquitecto llamando la atención de todos en él lugar- usted no tiene ningún jodido derecho a venir aquí y decir lo que sea que se le venga en gana por el simple hecho de que me negué a acostarme con usted- le dijo Emely furiosa sin levantar la voz, pero en sus claros ojos se veía toda la ira que en su cuerpo había- acéptelo como un jodido hombre, que se supone que es y déjeme en paz de una puta vez- dijo y ella tomo su bolso furiosa y miró a Axel- de verdad lamento el escándalo- se disculpó con Axel, con un tono más suave- espero que esto no cambie tu decisión de que trabajemos en un futuro para la nueva línea de ambas casas-
-para nada, estoy ansioso de empezar a trabajar juntos en la campaña- le aseguro.
-en ese caso nos mantenemos en contacto- dijo en forma de despedida ignorando por completo al arquitecto que se había quedado ahí parado completamente sorprendido.
Emely salió furiosa del lugar, subiendo al auto de su amiga cerrando la puerta de un portazo, ya dentro se dispuso a respirar de manera pausada y así poder calmar los latidos de su errático corazón. Cómo se atrevía a llegar así y empezar a ofenderla así, quería volver y partirle la cara por haberle dicho aquello.
Que parte él no había entendido de que no era igual a esas mujeres interesadas, que quería formar su propio camino a base de su trabajo y su esfuerzo, joder no era tan difícil de creer.
Unos toques en su ventana la espantaron, Emely mir a través del cristal, viendo a un hombre muy bien vestido que no conocía para nada.
-se encuentra bien?- preguntó Jeancarlos, había visto todo lo que paso junto con Evan y se sentía preocupado por la pelinegra ya que salió muy alterada del lugar por la estupidez de su amigo, lo bueno era que no se había puesto a conducir en su estado tan alterado.
-si, ya me siento mejor- contestó y era verdad, ya se había relajado un poco del incidente.
-considera que esta bien para conducir?- le preguntó, la verdad parecía más tranquila, pero era mejor estar seguro.
-si, lo estoy- aseguró ella- es más ya debí irme hace un rato- explicó.-en ese caso no la entretengo más, que tenga un buen día- dijo Jeancarlos para volver a entrar al restaurante.
Cuando Emely lo vio entrar, encendió el auto para irse y volver a su taller, tendría muchas preguntas por parte de los demás y mientras más rápido llegará y las respondiera mejor.
-encerio esa mujer te tiene mal, ni ha Isabel le hiciste escenas de celos así- le dijo Evan mientras su amigo sostenía un vaso de agua fría contra su mejilla, la pelinegra pegaba fuerte a pesar de parecer muy delicada.
-yo no hice ninguna escena de celos- se defendió él arquitecto.
-claro que lo hiciste- dijo Jeancarlos sentándose con ellos en la mesa- a pesar de todas las estupideces que le dijiste, fue claramente una escena de celos- dijo su amigo seguro.
-no lo fue, ella solo es una más- dijo él.
-a ninguna de las otras que solo eran una más, no les hiciste escándalos así- le recordó su amigo.
[....]
-tan mal fue?- preguntó Nicol al momento de ver llegar a su amiga, ya que la cara que traia no era nada buena.
-en realidad me fue muy bien- dijo la pelinegra.
-y porque esa cara? preguntó MAnuel que se acercó para saber de las nuevas noticias, junto con Marian.
-vamos a mi oficina y les digo- dijo Emely.
-y bien?- preguntó Marian, cuando estuvieron en la oficina de la pelinegra.
-Petro aceptó trabajar juntos, no hemos quedado en detalles específicos, pero ambos tenemos ideas muy buenas que quedaran muy bien para la nueva campaña- le contó.
-eso es maravilloso- dijo Nicol feliz.
-por que no estas feliz?, es lo que querias- interrogó Manuel.
-estoy feliz por él trabajo- aseguró la pelinegra.
-pero?- preguntó Marian.
-estoy molesta, pero no por él trabajo, él idiota de Leonardo Drack apareció de repente mientras él me enseñaba una pulsera, muy bonita de hecho, Drack dijo que era muy buena actriz, que hasta lo había convencido de que era una mujer honorable, pero en realidad era una interesada como las demás- les contó.
-estas de broma?- preguntó su amigo incrédulo, Emely nego.
-Petro estaba muy confundido con la situación, que preguntó qué pasaba y Drack tuvo la desfachatez de decir, que la única razón por la que él me había ganado antes fue porque me lleno los ojos antes- conto.
-que idiota- dijeron sus amigas.
-y qué hiciste?- preguntó Manuel.
-me disculpe con Petro por él escándalo, abofetee a Drack, dejándole muy en claro que él no tenía ningún derecho en insultarme porque lo rechaza, además que aceptara como hombre que lo rechace y me fui de ahí, bueno me quede unos minutos en el auto, estaba muy alterada para conducir- termino de contarles.
-debiste pegarle más por imbécil- le dijo la pelinegra.
-creeme que ganas no me faltaron, solo espero que desde ahora no me moleste más..
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No Eres Un Capricho
RomanceLeonardo Drack, un gran empresario mercantil viudo de 32 años, junto con su hija, está cansado de las mujeres que llegan a su vida buscando su dinero, por lo que las ve a todas como unas caza fortunas. Emily Apple, una joven de 24 años trabajadora...