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Emely sintió que perdía el aliento por un momento al escuchar tal noticia.

─ ¿A ustedes qué les pasa?─ preguntó Anika confundida desde el mesón comiendo su desayuno, entonces fue cuando la pelinegra regresó un poco en sí y se dijo que no podía perder los estribos.

─ ¿en donde están?─ le preguntó a Evan.

─ en el central─ le contestó.

─de acuerdo vamos para allá─ dijo Emely para después colgar ─ Anika debemos irnos─ le dijo tomando su celular.

─ aún es demasiado temprano para llegar a la escuela y si no lo has notado ni siquiera me he terminado mi desayuno─ le dijo la pequeña pelirroja sin moverse ni un solo centímetro, Emely respiró profundo para calmarse y poder tener el mayor tacto posible para decir las siguientes palabras.

─ no vamos a  tu escuela, vamos al hospital, tu papá tuvo un accidente en la obra que fue a revisar─ le dijo y ella se levantó de la silla como un resorte.

─ pero él está bien, ¿Verdad?, ¿verdad?─ le preguntó preocupada y con ganas de llorar.

─ me gustaría decirte que si, pero ni yo misma lo sé ─ le dijo la pelinegra sincera ─ Evan solo me dijo que tuvo un accidente y que está en el hospital, debemos irnos─ le dijo y la pequeña asintió.

Fueron hasta él garage de la casa y Emely tomó las llaves de uno de los autos de Leonardo, Anika se subió en él sin chistar, mientras que la pelinegra llamaba a Nicol para que se encargara del todo por el resto del día.

─ Anika ponte el cinturón ─ le dijo encendiendo el auto y después salir de la casa rumbo al hospital.

Durante el camino la pelinegra trato de calmarse, no solo por ella si no también por Anika que había empezado a llorar en silencio durante el camino.

─ no llores Anika, él va a estar bien, tu padre es un hombre fuerte, él no te va a dejar sola─ le aseguro la pelinegra.

─ no quiero perderlo a él también ─ dijo ella llorando.

─ no lo perderás, así que deja de pensar en eso─ le dijo Emely llegando al hospital─ vamos ya estamos aquí─ le dijo quitándose el cinturón para después bajar del auto.

Cuando estaban por entrar al hospital por él área de emergencia Anika tomó la mano de Emely con firmeza mientras entraban y se dirigen a recepción.

─buenos días, queremos saber dónde está el señor Leonardo…

─ TÍO─ gritó Anika separándose de ella para después correr hasta donde estaba Evan, él cual abrazó como si su vida dependiera de ello─ está bien?, está bien, verdad?, di algo tio─ le exigió mientras Emely llegó a donde ellos estaban.

─ aún no se como está, los médicos los siguen revisando─ les dijo.

─pero qué fue lo que pasó?─ preguntó Emely.

─ hubo una queja en una obra, nos dijeron que los materiales que estaban usando eran más baratos para robarse el dinero y era cierto, pero no pensábamos que los materiales eran de tan mala calidad que la construcción colapsaría─ les contó.

─ es mejor que vayamos a la sala de espera ─ dijo Emely, no sabía qué más decir, estaba que moria de los nervios, aunque lo estaba disimulando muy bien, porque a pesar de todo ANika era lo más importante.

Pasaron más de media hora esperando a que fuera un médico a darle noticias sobre el estado de Leonardo, pero nadie iba a decirles nada.

─ quieres ir a comer algo?─ le preguntó Emely después de un rato más de esperar y no recibir noticias.

─ no tengo hambre─ dijo la pelirroja ─ quiero que venga un doctor y me diga cómo está mi papá─ exigió ella.

─ yo también quiero eso, pero no podemos hacer un escándalo aquí ─ dijo Emely — si lo hacemos nos van a sacar— dijo.

─ si mi papá no tuviera nada grave ya hubieran venido a decirnos lo que pasó─ susurro Anika acostándose en las piernas de Emely

─ algunas veces no es nada grave, pero los doctores siempre se tardan─ le dijo la pelinegra acariciando su cabello.

─ y si hablamos con mi tio Jeancarlos, él es doctor aquí─ propuso de repente recordando ese dato, sentándose erguida.

─ ya lo intente, pero no nos puede ayudar─ contestó Evan sentándose con ellas, Anika hizo un puchero para después volver a acostarse en las piernas de la pelinegra — pero debes ir a comer algo Anika, ambas deben hacerlo— le dijo mirando a la pelinegra.

— yo tampoco tengo hambre— dijo la pelinegra pienso el cabello de Anika.

— ambas son demasiado tercas, no entiendo cómo Leonardo puede con ambas— dijo pasando su mano por su cabello.

— cuando lo veamos le preguntas— le dijo Emely.

— no es mala idea— estuvo de acuerdo Anika sin moverse de su lugar.

—lo tendré en cuenta— acepto Evan— pero en serio deben comer o Leonardo me va a querer matar a mi— les pidió.

— familiares de Leonardo Blake?— preguntó en la puerta de las salas de espera. Los tres de inmediato se levantaron y caminaron hasta donde estaba.

— ¿Cómo está?, ¿Estará bien?, ¿Se rompió algo?— preguntó Anika de manera apresurada al doctor que la miro frunciendo un poco el seño.

— es hija de Leonardo, ¿Cómo está él?— preguntó Emely con un poco más de calma, pero ella estaba más desesperada que Anika por saber cómo estaba Leonardo, el doctor pareció pensarlo un par de segundos alternando su mirada entre Anima y Emely.

— él señor recibió fuertes golpes en la parte abdominal del cuerpo, por suerte nada perforó su cuerpo, pero si respiro polvo de los escombros, por lo que ahora se encuentra respirando con un ventilador artificial— les contó— y si, se rompió algo— le dijo mirando a Anika.

—¿Qué?— preguntó preocupada Ankia.

— le sugiero que cuide sus palabras si quiere conservar su empleo— le amenazó Evan.
— tiene fracturado el brazo izquierdo, deberá usar un yeso por al menos un mes y medio— les contó el médico y la pequeña pelirroja suspiró aliviada, ya no era algo demasiado grave.

— lo podemos ver?— preguntó Emely.

—no….

—por favor— pidió Anika con cara triste y él médico suspiró rendido.

— está bien— aceptó él medico— pero solo unos pocos minutos, él aún está dormido y no deben despertarlo— le indicó el médico y ambas asintieron — bien, acompañe me— dijo él doctor para llevarla a la habitación donde estaba Leonardo— solo unos minutos— le advirtió él médico antes de abrir la puerta.

Cuando ambos entraron vieron a Leonardo acostado en la cama con la mascarilla que estaba conectada al respirador y un brazo enyesado, además de varios golpes y cortadas regados por su cara, sus brazos y pecho. Anika al ver a su padre en aquel estado no pudo evitar llorar un poco.

— no llores Anika él va a estar bien, ya escuchaste al médico, él solo está un poco lastimado— le dijo Emely sosteniendo sus hombros— y  va a necesitar nuestra ayuda para cuidarlo— le dijo.

—tu también piensas cuidarlo?— le preguntó Anika sin dejar de mirar la cara magullada de su padre.

— por supuesto que sí, yo amo a tu padre Anika, haría lo que fuera por él— dijo la pelinegra segura.

— incluso querer me?— preguntó ella.

— tu te das a querer sola— contestó sincera— incluso pienso que si nos hubiéramos conocido de otra manera seríamos amigas— le dijo segura.

— tal vez — aceptó la Anika y la puerta de la habitación se abrió dando paso a Ágata seguido por él médico que le decía que no podía estar ahí.

— abuela qué haces aquí?— preguntó Anika confundida, su abuela nunca iba a los hospitales ni siquiera cuando ella estaba enferma, decía que no le gustaban.

— vine por ti cariño, desde ahora vivirás conmigo...




No Eres Un CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora