Capítulo 5

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-esta bien, que tiene?- preguntó preocupado Leonardo.

Lo habían sacado de una reunión avisando le que Anika que encontraba mal en la escuela, en medio de una clase empezó a vomitar y empezó a temblar sin control.

-ella está bien, no tiene nada, solo esta así porque no le pones límites en él azúcar- le dijo su amigo- a este paso tendrá diabetes a los 15 años, en serio debes ponerle un límite- le dijo serio.

-lo haré- dijo seguro.

-espero que sí, estará un rato más aquí por precaución, ya que tenía un poco de fiebre cuando llego- le explico Jeancarlos.

-lo que sea necesario para que esté bien, lo sabes- dijo Leonardo.

-lo se, solo te informo, en unos minutos vengo por ti para que puedas verla- dijo para ir a revisar a otros pacientes.

Mientras esperaba poder ver a su hija, llamó a su asistente para que cancelara todas sus citas y las más importantes la dejara para mañana, como la que había dejado a mitad. Pason 15 minutos y su amigo no regresaba, por lo que se empezó a impacientar así que fue a buscarlo, pero mientras caminaba por los pasillos escucho una voz, que aunque había escuchado muy poco, reconoció.

-no, claro que no nos vamos, hasta que te hagan los exámenes- la escucho decir firme.

Con quién estaba?

_esto es innecesario estoy bien- se defendió Nicol.

-no lo estas te desmayaste- dijo Emely.
-solo fue un pequeño bajón de azúcar nada más- dijo como si no fuera la gran cosa.

- le podría decir que no es así?- le pidió a la enfermera que estaba ahí sacándole sangre a la pelirroja.

-no puedo decir nada hasta los exámenes salgan- dijo la mujer para irse y dejarlas solas.

-Nicol no es normal que te desmayes, seguras que estas bien?- le preguntó Emely.

-si, sabes que te lo diría, me he sentido muy bien- dijo sincera, ni ella misma entendía porque se había desmayado.

-en ese caso esperemos que no sea nada malo- dijo Emely.

-ya veras que no lo es- aseguró Nicol levantándose- voy al baño- aviso.

-claro espero aquí hasta que llegue la enfermera- dijo y la pelirroja se fue.

Emely se quedó respondiendo los mensajes de sus amigos preocupados por la pelirroja mientras le explicaban lo que estaban haciendo.

-eres muy buena en este juego- dijo Leonardo detrás de ella llamando su atención. Emely se giró confundida por lo que le dijeron, más aún al ver quién lo decía.

-que juego?, que yo sepa no estoy en ninguno- dijo confundida.

Qué hacía ahí?- se preguntó confundida.

Mirándolo ahora de frente y con más atención era un hombre muy guapa de unos treinta y algu muy elegante e imponente. Emely tambien reconocio ese aire de superioridad y egocentrismo en él, dos cosas que detestaba mucho en una persona.

Leonardo sonrió sin ninguna diversión.

De verdad que era buena en hacerse la difícil pensó.

.entonces porque te negaste a cenar conmigo?- preguntó acercándose a ella.

-creí que la persona que mando le había dicho lo que dije- dijo tranquila esquivandolo- no me interesa ser una más de las conquista en su cama, así de simple- dijo para después irse dejándolo solo.

Que carajos se creía él ?- se preguntó Emely molesta, que se haya acostado con quién sabe cuántas mujeres que solo buscaban su dinero no significa todas sean iguales y menos ella..

Por el pasillo se encontró con la enfermera que le sacó sangre a su amiga y le dijo que los resultados estarían listos en la tarde, justo en ese momento Nicol se les unió y se dispusieron volver al taller, aunque Emely intentó convencer a su amiga para que vaya a su casa a descansar un rato.

Leonardo dejo de pensar en ella, debía ocuparse de su hija que era lo más importante para él, ella en cambio era su nueva presa, la cual se estaba convirtiendo en una muy divertida para él.

[...]

Al volver al taller todos la llenaron de preguntas que no podían contestar en ese momento ya que debían esperar los resultados de los exámenes de sangre.
-pero seguro no es nada malo- dijo Nicol.

-ya veremos que no- aseguro Emely con ella y todo el mundo volvió al trabajo.

Mientras lo hacía Emely recibió una llamada de su padre, él la había llamado antes pero estaba tan preocupada por él estado de su amiga que olvidó por completo contestar su celular, después de poner a su padre al día recibió a sus citas de ese día y en la tarde acompañó a Nicol al hospital por los resultados.

-está embarazada- le dijo el doctor sin rodeos.

-voy a tener un hijo?- preguntó la pelirroja sin creerselo.

-así es -aseguró el médico.

-ES MARAVILLOSO- gritó emocionada y feliz con la noticia-cuanto tengo?-

-no le sabría decir, debe ir con un especialista en la materia, ahí le darán las medicinas necesarias y los pasos a seguir en su nuevo estado- le dijo.

Luego de eso le dio la indicación para ir con una ginecóloga de ese mismo hospital y al salir pidieron la cita para el siguiente día.

-Tengo un problema- dijo Nicol cuando volvían.

-cual?- preguntó Emely por su cambio de actitud, hace un momento estaba feliz y burbujeante y ahora estaba que casi temblaba de unos nervios.

-como se lo digo a Shon?- le preguntó nerviosa a su amiga, Shon era su novio.
-la verdad no se como se lo podrían decir, hay muchas maneras de como hacerlo- le dijo la pelinegra.

-si él no no toma bien?- preguntó preocupada, eso también le preocupaba.

-él te ama, estará encantado con la noticia ya lo veras- le aseguro.

[...]

Luego de volver a su casa con su hija ya un poco mejor, le indico a su ama de llaves las nuevas indicaciones para su hija, la que consiste que en los siguientes días ella no podía ingerir nada de azúcar o nada similar y cuando su médico indique que ya lo podía hacer, comería dulces de manera controlada para evitar otra situación o problemas a futuro como su amigo le advirtió.

Así que en la noche, después de arropar a su hija, Leonardo tomaba una copa de whisky mientras miraba el perfil de instagram de Emely, se sentía un poco como un acosador, pero esa mujer lo estaba volviendo loco, tenía una belleza, no tan peculiar o singular, pero sí demasiado atrayente que la hacía pensar en ella todo el día.

Había mandado investigar un poco más sobre ella y sabía que vivía sola, como también que salia a correr todos los días en la mañana por al menos una hora diaria, tenía una cierta cantidad de amigos cercanos, mucha actividad en las redes dando consejos de moda y promocionando su tienda, la que dicho sea de paso no le iba nada mal. También que es algo carente de vida social, todo para ella era él trabajó y después de lo que paso con su último novio no se le conocía ninguna otra pareja hasta la actualidad.

Mientras miraba las fotos del perfil se prometió que él iba a ganar ese juego, él tendría a esa mujer rogándole como todas las demás lo hacian, él creía fielmente que cada mujer tenía un precio, solo debía saber cuál era el precio de Emely Apple

No Eres Un CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora