Capítulo 6

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-lo sientes muy ajustado?- le preguntó Emely a su cliente, una joven más o menos de su edad a quién le estaba probando su vestido de novia.

Por cuarta vez.

El problema no era que la novia no quedará satisfecha, el problema era que la madre de la novia no quedaba satisfecha y se estaba volviendo una terrible molestia.

Nunca tenía suficiente pedrería, la tela era muy sosa, era demasiado serio, era demasiado sensual, no le hacía justicia a la belleza que su hija había heredado de ella.

Un completo dolor de cabeza.

-sí- contestó la joven. El vestido era estilo princesa con un corsé en la parte de arriba en forma de corazón con encaje y pedrería, con una amplia falda que caía hasta el piso formando una pequeña cola, era hermoso, pero la madre de la novia siempre tenía algo que decir, como en ese momento.

-ajustelo más- le dijo la madre.

-ella dijo que ya lo siente muy ajustado y se está forzando mucho la tela, no lo ajustare más - dijo Emely con calma para no gritarle a la mujer.

-pero le quedaría mucho mejor si fuera más ajustado- dijo la mujer cruzándose de brazos.

-si lo ajusto más, ella no podra respirar y debe hacerlo si quiere vivir- dijo - qué opinas?- le preguntó a la joven.

-me encanta- dijo emocionada mirándose en él espejo de cuerpo completo-pero y él velo?- preguntó.

-no deben tardar en traerlo- le aseguro y justo en ese momento tocaron la puerta y entró una de sus costureras con él velo- gracias- le dijo Emely cuando se lo pasaron y se lo puso a la chica- que tal?- le preguntó, la chica empezó a llorar de emoción, al igual que su madre.

-mi princesa- dijo su madre tratando de contener su llanto.

Al fin había quedado complacida.

[···]

-no debes tardar tanto en decirle- le regaño Emely a su amiga.

Los últimos tres días había intentado hacer que su amiga hablara con su novio y le contara la noticia de su nuevo estado, pero ella todavía se sentía indecisa de decirle.

-es que cada vez que intento hacerlo llega a mi mente todos los malos escenarios y me aterro- se explicó, estaban volviendo al taller después de almorzar, eran muy pocas las ocasiones que comían fuera de allí, pero a la pelirroja se le antojo comida china así que fueron por ella.

-él te ama, solo es nervios y paranoia tuya- le dijo llegando a la tiendo- deja de pensar tonterias y solo dile- entraron a la tienda y Emely se sorprendió al ver quién estaba ahí- buenas tardes- saludo, siempre ponía su educación ante todo, el trabajo de su padre no fue en vano.

-buenas tardes- dijo él recorriendola con la mirada. Llevaba unas botas altas de tacón mediano negras, con unos jeans ajustados de color gris oscuro y una blusa de seda de escote profundo y la espalda descubierta, además su cabello estaba recogido en una sencilla trenza, con un poco de maquillaje que resaltaba su belleza.

Preciosa.

En realidad ya había visto su ropa de ese día por su perfil en instagram, él incluso fue de los primeros en darle me gusta a su foto, pero una cosa eran las fotos y una muy diferente tenerla en frente.

-te espero arriba- le dijo Nicol tomando el bolso de su amiga para irse.

-en que le puedo ayudar?- preguntó la pelinegra, sería.

-siempre eres así de seria?- le preguntó de vuelta.

-en ocasiones- contestó tranquila- que quiere?- preguntó de nuevo.

-hablar contigo, la he tratado mal y juzgado sin conocerla, le pido disculpas- le dijo y la verdad parecía sincero, pero no lo era.

Leonardo había pensado que ya que ella se la pasaba siendo de muy digna, le seguiría el juego, llegaría un momento en él que su farsa terminaría, pero él ya habra tenido lo que quería.

-esto lo hace para que salga a cenar con usted, verdad?- dijo Emely, Leonardo quedó muy sorprendido por un momento, parecía no escapársele nada, así que le dijo la verdad.

-sí- contestó tranquilo.

-y no para de insistir hasta que acepte ir a cenar?-

-no- contestó simple. Emely dejó salir un suspiro cansado.

-bien- acepto- tendré una cena con usted, solo una cena- puntualizó- mañana en la noche?- propuso.

-me parece bien, paso por ti a las siete- dijo con una encantadora sonrisa.

-bien- dijo Emely caminando hasta las escaleras para ir al taller, pero se detuvo un momento- una cosa- le dijo a Leonardo.

-si?-

-no se le ocurra llevarme a un restaurante de moda donde las porciones son más pequeñas que mis manos- le dijo para después continuar su camino sin esperar respuesta de él.

Leonardo a pesar de todo sonrió complacido, al final de la noche la iba a tener en su cama.

[···]

-debes verte despampanante- dijo Nicol con emoción.

-inalcanzable- corrigió Manuel. Ellos estaban más emocionada que Emely por la cena con él arquitecto.

-por qué aceptaste salir con él?- preguntó Marian confundida, la conocía bien y no entendía porqué había aceptado salir con un hombre que solo la quería para una noche en su cama, Emely odiaba a los hombres así.

-lo hise para que me dejara de molestar- contestó Emely, sin mirar a ninguno, ya que su vista estaba en un bosquejo que se le acababa de ocurrir. Si un nuevo diseño se le ocurría debía hacerlo, de lo contrario se la pasaría inquieta hasta hacerlo- en todo caso solo será una cena, él no podrá más que yo- aseguro- ahora a trabajar- ordeno volviendo a su dibujo.

El resto del día Emely se enfocó en su trabajo, en lo que de verdad era importante para ella, mejorar en su carrera como diseña para así poder ser reconocida como la mejor por su trabajo y esfuerzo.

No ponerse a pensar en un millonario que la veía como su nuevo juguete. Ella no era estúpida, sabía muy bien para que la quería, pero no se dejaría engañar por ningún otro hombre nunca más.

No Eres Un CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora