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─ pero yo no me quiero ir, quiero estar con mi papá─ dijo Anika sin moverse de su lugar.

─ no lo harás te iras conmigo desde ahora─ dijo Agata entrando a la habitación para tomarla del brazo.

─ yo no me quiero ir─ se quejó Anika.

─ lo harás y punto─ dijo la recién llegada firme y los ojos de Anika se llenaron de agua.

─ señora por favor esta no es la manera de hacer esto─ dijo Emely.

─ tu no me dirás cómo debo comportarme y mucho menos cómo debo tratar a mi nieta─ le dijo Agata.

─tu...te lle...varas… a mi hija─ dijo Leonardo con dificultad desde la cama.

─ papi!!!─ dijo Anika feliz de verlo despierto y prácticamente se le lanzó encima para abrazarlo.

─ estoy no te preocupes─ dijo tocando su cabello con su mano buena.

─ ella no se quedará contigo Leonardo─ dijo Agata con firmeza.

─ si la sacas,....del hospital….iras a la cárcel─ le dijo Leonardo.

─ no seas ridículo, soy su abuelo, por derecho ella queda a mi cargo─ dijo la mujer con seguridad.

─ señores necesito que se retiren, él señor no puede seguir alterando se de esa manera─ le dijo él médico que intentaba  revisarlo con Anika aun encima de su padre ─ dulzura debes soltarlo para poder revisar que tu papá esté bien─ le dijo él médico.

─ vamos Anika debes dejar que lo examinen─ le dijo Emely con dulzura y la pequeña pelirroja se a lo un poco de su padre.

─ por favor deben retirarse, mientras lo examinó─ le repitio él médico.

─ ven, vamos─ le dijo la pelinegra a Anika para después salir.

─ Anika, nos vamos─ le dijo su abuela cuando estuvieron fuera de la habitación tomando su mano, pero ella se soltó.

─no, yo no me voy─ dijo Anika tomando la mano de Emely que la sostuvo con firmeza.

─ claro que lo harás─ le dijo Agata ya perdiendo la paciencia.

─ella no hará nada usted señora Agata─ dijo Jeancarlos llegando a donde ellas estaban.

─y tu me lo vas a impedir?─ preguntó Agata con superioridad.

─ unos oficiales y abogados lo harán si se atreve a sacar a Anika de este lugar─ dijo repitiendo las mismas palabra de Leonardo.

─ ni tu, ni Leonardo, me pueden impedir que mi nieta se quede conmigo─ dijo ella segura.

─ yo no, tiene razón─ acepto Jean carlos─ pero Leonardo si, cuando llegué a la obra, la ambulancia aún no se lo había llevado y él estaba consciente, lo primero que dijo fue que en lo que él se recuperaba, Anika quedaba al cargo de Emely─ dijo dejándolas completamente sorprendida a las tres ─ así que usted no tiene ningún derecho y si intenta sacarla de aquí sin el permiso de Leonardo o de Emely se le considerara rapto de una menor de edad─ le dijo Jeancarlo con tranquilidad.

─ustedes no pueden hacer eso─ dijo furiosa Agata.

─ no grite, recuerde que estamos en un hospital y ya está hecho, si no me cree, llame a su abogado y pregúntele─ le dijo con tranquilidad. Agata lo miró como si quisiera matarlo por unos segundos.

─ esto no se quedara asi─ les advirtió para después irse muy molesta y justo en ese momento salió el doctor de la habitación.

─ cómo está?─ preguntó Anika al médico.

─ él está bien, pero lo que pasó hace unos minutos no debe pasar de nuevo, él señor debe estar tranquilo─ dijo el médico─ pidió que pasaran a verlo, pero solo unos minutos más y ya, él debe descansar─ le dijo él médico y ambas asintieron para entrar de nuevo a la habitación, leonardo al ver a sus dos mujeres sonrió. Anika se volvió a lanzar sobre él abrazándolo.

─ tranquila mi niña, solo son unos pequeños golpes y ya─ le aseguro para que no se preocupara y miró a Emely─ debí hacerte caso y quedarme en la cama contigo─ le dijo ella ella sonrió por primera vez desde que Jeancarlos la llamó para avisarle lo que había pasado.

— debiste hacerlo — acepto ella — estás seguro de que quieres que cuide a Anika?— le preguntó.

— no confío en nadie más para hacerlo— le aseguro — y espero….que te portes bien cariño— le dijo Leonardo a su hija.

— lo haré, si te me prometes que te mejoras pronto— dijo la pequeña pelirroja.

— lo haré me amor— le prometió.

—ya deben salir y dejar al paciente descansar— dijo él médico desde la puerta, Anika le dió un último abrazo a su padre y la pelinegra se acercó para darle un beso en la mejilla, con la promesa de volver mañana.

— ahora sí ambas debemos ir a comer algo, casi es mediodía— dijo Emely cuando estuvieron fuera de la habitación.

— pero no muy lejos, quizás él doctor nos deje entrar de nuevo hoy— dijo Anika con cierta esperanza.

—esta bien, vamos─ le dijo la pelinegra.

Fueron hasta un restaurante que no estaba muy lejos del hospital donde ambas se sentaron y ordenaron de comer, hasta ese momento ambas no saben cuanta hambre tenía, apenas habían tocado su desayuno cada una cuando Jeancarlos las llamó para avisarle lo que había pasado con Leonardo.

─ cuando terminemos de comer sería bueno que volvamos a tu casa y te cambies de ropa, no puedes pasar todo él día con él uniforme─ le dijo Emely después de ordenar.

─ni siquiera recordaba que lo traía puesto─ dijo Anika─ debo hablar con una de mis amigas para saber que clases han dejado hoy, pero eso lo hago en la noche─ comentó.

─ estas comoda con pasar estos días conmigo mientras tu papá sale del hospital─ le preguntó.

─no es como que tengas muchas opciones─ dijo Anika encogiéndose de hombros─ pero es mejor contigo que con mi abuela, ha estado muy intensa y no quiere que esté con mi papá, aunque la quiero prefiero estar con mi papá─ dijo Anika segura.

─es bueno saberlo─ dijo Emely y el camarero llegó con sus pedidos─ es posible que tengamos que dormir en mi casa hoy─ le aviso.

─ por qué?─ preguntó Anika confundida.

─ hay muchas cosas que debo revisar de mi desfile de este viernes─ le recordó ─ debo ocuparme de ellos está noche, para que nada salga mal él viernes─ le explico.

─ te importa mucho ese desfile?─

─ es el primero que tendré y quiero que salga lo mejor posible─ contestó.

─ podre ver los diseños?─ preguntó.

─ claro, están por casi todo mi departamento─ le dijo Emely─ pero mejor terminemos pronto para ir a tu casa a que te cambies de ropa...

No Eres Un CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora