Él príncipe se acercó temeroso a la reina, quien estaba de pie junto a la gran chimenea, el invierno no solo había comenzado sino que con ello había tenido grandes problemas dentro del castillo.
- Abuela...
- No me digas así - La reina lucía furiosa y en cuanto vio a su nieto lanzó el periódico a su pecho - No tienes derecho a decirme así, después de todo el lío que has causado.
Namjoon tomó el periódico, ya había visto las redes por la mañana y sabía bien lo que estaba pasando. La gente quería a Jimin de regreso, no tenía idea cómo era que siempre se enteraban de todo lo que sucedía, pero esta vez el pueblo estaba furioso y no solo estaban quejándose tanto por redes como por televisión, sino que mucha gente acampaba fuera.
¿Qué era lo que Jimin tenía que parecía tener a todos a sus pies? Namjoon se preguntaba eso cada mañana, él solía ser el favorito de la gente, pero ahora cada vez que salía con su marido, las cámaras solo estaban sobre Jimin, como si él no existiera. No podía negar que eso a veces le enfadaba un poco.
- Esto no es mi culpa - Insistió mirando a la reina.
- ¡¿Que no es tu culpa?! - Ya no podía seguir manteniendo su postura, estaba furiosa con el - ¡Gracias a tu estupidez, decidiste casare con un idiota como el, en vez de pensar en lo mejor para este país! - Se apresuró a acercarse a él, plantó fuerte y sonora bofetada en la mejilla del chico.
El príncipe tomó un gran bocado de aire, no podía gritarle a esa mujer por más que quisiera... - Si me hubieras dejado... - Su mano ahora estaba sobre su mejilla entumecida.
- ¿Qué cosa? ¿Casarte con Hoseok? - Rio con sarcasmo - Solo estaba protegiéndote, no quería que salieras herido. Por si no lo notaste ese chico jamás te iba a querer - Su vista estaba fija en el fuego de la chimenea, no veía al príncipe a la cara pero sabía que sus palabras le habían herido más que su golpe - Por lo que se Hoseok se fue con una mujer, que es lo que realmente le gusta... lastima que tu tenias que salir torcido.
Sabía la clara homofobia de su abuela, pero desde niño siempre había tenido claro sus gustos y jamás lo había escondido. Pero a pesar de eso esta era la primera vez que la reina le decía algo como eso...
- Si me hubieras dejado declararme...
Fue interrumpido - Él te hubiera rechazado, Namjoon - Dirigió su vista hacia él - Sabes lo importante que eres para mi ¿Cómo yo podría dejar que te rompieran el corazón? - Inclinó su cabeza, podían verse con facilidad las arrugas que tenía en su cuello - Siempre has mendigado el amor de los demás, pero lo que tu todavía no te das cuenta es que no necesitas la aceptación o amor de nadie. Ya eres alguien, tienes poder y con eso tienes a las personas a tus pies ¿Cuántas veces mas tengo que repetirte lo mismo?
Desde niño jamás había podido tener una vida normal, la persona más cercana en su vida era su abuela, ella nunca había jugado con él, solo quería que supiera cómo dirigir un país. Pero a pesar de sus intentos por querer tener amigos, seguía siendo alguien solitario, Yoongi y Hoseok eran sus mejores amigos a quienes había conocido allí mismo, dentro de las paredes del castillo, pero la mayor parte él jamás podía divertirse con ellos por más que quisiera. Solía mirar por la ventana a su hermana menor y rezaba por poder tener su vida, Irene siempre se veía feliz, alguien a quien no parecía importarle los asuntos de la realeza y tampoco le exigen hacerlo. Desde su nacimiento la reina lo había elegido a él entre tantas personas para moldearlo a su gusto y poder convertirlo en el perfecto príncipe que ella quería para su país.
- Pero no voy a echarte toda la culpa - Acarició el rostro de su nieto quien mantenía su vista fija en el suelo, tenía sus puños apretados en ambos costados y solo quería que ella se callara - En un principio, nunca debí dejar que tu eligieras con quien casarte - Cuando había oído con quien estaba saliendo su nieto había pensado que no llegarían a tanto, pero ahora aquel chico rubio estaba comenzando a arruinar sus planes - Tienes que arreglar esto ¿escuchaste?
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Blue Blood 📌 Kookmin Au
FanfictionCon su buen estatus, pudo conseguir casarse con su "príncipe azul" . Pero el amor no duró mucho y poco a poco se convirtió en un infierno. La única luz en tanta oscuridad era su guardaespaldas. "Si no hubieras aparecido en mi vida estaría muerto, J...