A pesar de los meses la decoración del palacio seguía siendo la misma, aquellos detalles en azul nunca le habían gustado mucho pero ahora al verlos le daba algo de nostalgia, llevaba un buen tiempo sin poner un pie dentro de aquellas paredes de lujo y por alguna razón se sentía como en casa, como si ese fuera su lugar.
El príncipe entró a la habitación con la misma serenidad de siempre, DongWook al verlo le dio una gran sonrisa, sabía que debía desconfiar de todos incluido él pero era tan difícil cuando aquel hombre lo había tratado con tanta amabilidad y cariño durante tantos años. Jungkook sujetó su mano en forma de saludo, llevaban un buen rato sin verse y debía admitir que lo había extrañado, era lo más cercano a un padre vivo que tenía.
- Tengo que decir que me sorprendió mucho recibir tu llamada - El príncipe se veía muy feliz de verlo - ¿Podrían traernos unas chocolatadas? - Se dirigió a una mujer de mediana edad, quien asintió de inmediato - Por favor dime que aun eres fanático de la chocolatada.
Jungkook asintió con una sonrisa avergonzada, cuando era niño siempre le pedía al príncipe si podía prepararle una, a pesar de que el hombre jamás en su vida había hecho por sí solo ni un te lo hacía para el pequeño niño.
Si había algo de lo que no podía quejarse, era de su infancia porque realmente había tenido una muy buena, recordaba perfectamente cuando su padre y el príncipe jugaban con él, cómo se divertían junto con Irene y hasta más de una vez le había preguntado a su padre si no podía casarse con DongWook para poder vivir para siempre en el castillo, pero su padre solo había reído y dicho que tenía demasiada imaginación.
Al mirar su reloj, no pudo evitar abrir su boca con sorpresa al ver como media hora se había pasado volando mientras hablaba con DongWook, había ido allí con algo en mente y pronto se le había olvidado.
- Tengo que pedirle algo... - Dijo bloqueando su teléfono, no podía posponerlo hacia mas de una semana que no veía a Jimin y ya no podía seguir dejándolo solo con su esposo.
- Sabía que no habías venido solo a ver como estaba - Sonrió dejando sobre la pequeña mesa la taza - Dime, sabes que eres como un hijo para mí y haría cualquier cosa para ayudarte.
Estaba algo avergonzado, ahora que lo pensaba la mayor parte de las veces que había hablado con el príncipe siempre le pedía algo... pero no podía dejar que siguiera pasando el tiempo, le había hecho una promesa a Jimin y por más apenado que se sintiera debía pedir ayuda.
- Estoy sin trabajo... - Mintió, había hablado con Yugyeom sobre volver al palacio y este jamás lo había despedido - Se que soy un buen guardaespaldas me he preparado y nunca nada malo le paso a nadie mientras trabajaba aquí - Junto sus manos las cuales estaba algo sudadas - Necesito que me dejen volver al palacio, no creo poder encontrar un mejor trabajo para mi que este.
Sabía que seguro había sonado como una súplica pero no se arrepentía, debía sonar convincente, necesitaba volver a su antiguo trabajo y a pesar de que la reina se lo había prohibido sabía que con la ayuda de DongWook podría volver o eso esperaba...
- Oh, Jungkook - El príncipe hizo una mueca y esquivó su vista - Eso...
- Sé que es difícil, pero te lo estoy pidiendo por favor. Sabes que yo no soy del tipo de persona que pediría algo si no lo necesitara - El hombre sabía eso y Jungkook podía notar que lo estaba considerando - Juro que esta vez haré las cosas mejor, tratare de caerle bien a la reina y me llevare bien con Namjoon, lo prometo - No quería prometer cosas que no iba a cumplir, pero debía mentir hasta que el príncipe aceptó ayudarlo.
- No tienes que caerle bien a mi madre, a decir verdad prefiero que te mantengas lejos de ella - Parecía preocupado - Y en cuanto a Namjoon creo que él será el mayor obstáculo para que trabajes aquí, a el no le gusta demasiado la amistad que tienes con su marido - ¿El príncipe también sabía sobre ello? Jungkook tomó un gran bocado de aire - Pero voy a ayudarte.
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Blue Blood 📌 Kookmin Au
FanficCon su buen estatus, pudo conseguir casarse con su "príncipe azul" . Pero el amor no duró mucho y poco a poco se convirtió en un infierno. La única luz en tanta oscuridad era su guardaespaldas. "Si no hubieras aparecido en mi vida estaría muerto, J...