Con su buen estatus, pudo conseguir casarse con su "príncipe azul" . Pero el amor no duró mucho y poco a poco se convirtió en un infierno.
La única luz en tanta oscuridad era su guardaespaldas.
"Si no hubieras aparecido en mi vida estaría muerto, J...
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Por más que nadie se encontraba en la mansión, Jimin junto a Jungkook caminaban con cierto sigilo no podían saber si habían cámaras dentro o no, pero el rubio había estado la mayor parte del día buscando y no había encontrado por ninguna parte alguno de esos aparatos.
Al poner la clave del despacho, la puerta rápidamente se abrió lo que hizo que los nervios del guardaespaldas aumentarán y si no fuera porque su novio se encontraba detrás alentándolo, tal vez ni siquiera se hubiera atrevido a entrar. El lugar lucía normal, había varias bibliotecas y un gran escritorio en el centro, Jungkook no sabía ni siquiera por dónde comenzar a buscar, por fin había llegado al lugar que tanto tiempo había estado anhelando.
- Tú por la izquierda y yo por la derecha - Dijo Jimin quien fue el primero en tomar la iniciativa.
Jungkook lucía algo desconcertado, sabía que el Sr. Park le había dicho sobre una caja fuerte que se encontraba dentro de esa oficina, pero no recordaba muy bien si le había dicho el lugar exacto y por más que intentara hacer memoria no podía recordarlo. Jimin observó a su novio, no podía decir que no estaba preocupado por él, podía ver como las manos de Jungkook temblaban a medida que este buscaba entre unos papeles sobre el escritorio.
- Jungkook-ah - Se acercó por detrás envolviendo sus brazos sobre la cintura de su guardaespaldas - Respira profundo y no tengas miedo ¿Si? - Hizo lo que Jimin dijo, podía sentir como sus pulmones se llenaban de aire y trataba de tranquilizarse - Estoy aquí, nada va a pasar - Giró el cuerpo del chico para poder besar sus labios con delicadeza - Puedo buscar por ti, si aun no estas preparado...
- No, tengo que hacerlo, tengo que saber que paso y no que alguien me cuente - Por más que fuera Jimin, una persona en la que confiaba plenamente sentía que él debía verlo con sus propios ojos, no alguien más sino el mismo.
Luego de esa breve pausa, ambos siguieron en su búsqueda de aquella caja fuerte. Los típicos lugares que se les había ocurrido no parecían tener nada, Jimin pensó que tal vez la realeza era como las películas de misterio y acción que había visto, pero detrás de los cuadros y las bibliotecas no parecía haber nada...
