¡Ella no es un fenómeno!

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PUNTO DE VISTA DEL AUTOR

Kristin: ¿DÓNDE ESTÁ ELLA?- Gritó, mientras el rostro adormilado de Emma cambió a uno de preocupación, sabía que se refería a ella, a Regina.

Emma: ¿Dónde está quién?- Aunque estaba segura que se refería a la morena.

Kristin: Regina por supuesto- REGINA CARIÑO- Gritó acercándose a la puerta de su habitación.

Emma: Ella no estaba cuando me dormí, ni creo que lo está ahora, si fuera así, ya habría salido con tus gritos- ¿Le pasó algo a la morena? No, ella tenía que estar bien, pensó Swan. 

Kristin: ¿Qué le hiciste Emma?- Su mirada reflejaba preocupación.

Emma: Yo no le hice nada Kris- Dijo como si fuera obvio.

Kristin: Bien disculpa por pensar que de alguna manera tienes la culpa- Suspiró pesadamente.

Emma: Si te sirve de algo, escuché que la vieron entrar a la habitación de la profesora Arendelle- Hizo una mueca de disgusto- ¿Qué haces aquí de todos modos?- Preguntó con sospecha.

Kristin: Recibí un mensaje de Regina que me dejó aprensiva y decidí venir a asegurarme de que está bien, gracias querida, puedes seguir descansando- Se dirigió a la puerta, pero antes de salir, escuchó la voz de Emma.

Emma: Se ve que son muy unidas, te preocupas demasiado por ella- Continuó con sospecha.

Kristin: Ella es especial para mí- Dijo con mirada cariñosa, lo que no agradó a Emma.

Emma: Ya veo, iré contigo, ya que interrumpiste mi sueño- No sabía porque quería ir, lo que más deseaba era estar alejada de Regina y ahora quería verla y asegurarse de que estuviera bien.

Kristin: Como gustes, aunque creo que no es una buena idea, después de todo, parece que la desprecias- Dijo confundida.

Emma: Es verdad que no me agrada, pero no la desprecio Kristin- Y era verdad la segunda frase.

La mujer mayor ya no respondió nada, sabía que Emma era rígida, autoritaria y arrogante, pero buena persona, además, notó una pizca de preocupación genuina en ella.

Caminaron hasta la habitación de Ingrid, cada una sumida en sus pensamientos, una vez allí, Kristin tocó el timbre mientras Emma estaba detrás de ella.

 La puerta se abrió dejando ver a Ingrid tan solo en bata de baño, mostrando unas piernas blancas y cuidadas,  Kristin fue indiferente mientras que Emma estaba indignada.

Ingrid: Bauer, supongo que buscas a Re- Dijo con cara de aburrimiento.

Kristin: Supones bien Arendelle, dile a Gina que estoy aquí- Solicitó autoritaria.

Emma, que solo observaba, estaba confundida por la interacción entre la directora y la profesora, parecían perros orinando su territorio, no entendía como dos mujeres maduras  tomaban esa actitud alrededor de una mocosa engreída.

Ingrid: Re, hermosa, tienes visita- Gritó.

Una Regina vestida con un pantalón holgado de cuadros a blanco y negro y solo un top negro que marcaba perfectamente sus senos y dejaba su tonificado vientre desnudo, salió de la habitación, tenía el cabello húmedo y la nariz y ojos algo rojos que denunciaban que estuvo llorando, al ver a Kristin se arrojó a sus brazos, escondiendo su rostro en la curva de su cuello y sollozando bajo, no había visto a Emma que seguía de pie en la puerta.

Mi niña venenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora