Iniciando con el pie izquierdo

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PUNTO DE VISTA DE EMMA SWAN

Amanecí con el presentimiento de que mi nuevo trabajo como maestra en una universidad privada, será una parteaguas en mi vida, a mis 36 años, con un divorcio en proceso después de 10 años de matrimonio más 5 de noviazgo, que lo único que me ha dejado es amargura acumulada, decidí aceptar la invitación de una vieja amiga que dirige la institución.

Al llegar, me recibe con una gran sonrisa y un abrazo incómodo, ya que quienes me conocen saben que no me gusta que invadan mi espacio personal.

Kristin: Emma querida, no sabes lo feliz que me hace que finalmente hayas aceptado unirte a mi equipo.

Emma: Quien persevera alcanza mi querida amiga- Dije riendo ante su dramatismo.

Kristin: Solo que...- me miró con una mueca de disculpa- Nos quedamos sin apartamentos para el alojamiento de maestros debido a una remodelación, pero será por poco tiempo- Se apresura a decir- Así que...

Emma: Habla ya mujer ¡me estás poniendo nerviosa! No me digas qué que tendré que viajar todos los días- La sola idea me producía un cansancio anticipado.

Kristin: Por supuesto que no, la cuidad está a 2 horas en coche, en realidad mi propuesta es que compartas el departamento con una estudiante del campus, su última compañera se mudó hace un mes- Su gesto de expectación me incomodó.

Respiré profundo y le dirigí una sonrisa forzada, esta situación no me agrada en lo absoluto.

Emma: Sabes que no me gusta compartir mi espacio Kris- Dije con frustración- Conoces mi carácter y no hay manera en el infierno que me sienta cómoda viviendo con una niña tonta.

Kristin: Lo sé cariño, en primer lugar, el apartamento tiene dos habitaciones, podrán tener privacidad, digamos que la chica está en uno de los mejores gracias a que es la mejor alumna- Se mordió el labio inferior- En segundo lugar, entre las clases y las actividades extras de Regina no pasa mucho tiempo allí y, tercero, créeme, no es una niña tonta- Se volvió a morder el labio inferior y me pareció notar una sonrisa maliciosa, lo ignoré de inmediato.

Resoplando y sin saber exactamente porque estoy aceptando esta estupidez, aunque ya firmé un maldito contrato, podría pagar la multa y liberarme de esto, el dinero nunca ha sido problema para mí.

Emma: Bien, si cada una tendrá su habitación y es temporal, hablando de eso, ¿de cuánto tiempo estamos hablando?

Kristin: Un par de meses, ya hemos recibido las propuestas de algunas constructoras que están concursando por ganar la obra, la próxima semana dejamos de recibir y tomaremos la decisión como concejo.

Di una sonrisa resignada.

Emma: Me gustaría descansar, quiero tener energía para instalarme y conocer el campus aprovechando el fin de semana, pero espero que nos pongamos al día en la primera oportunidad.

Kristin: Por supuesto querida, tenemos mucho que hablar- Me da instrucciones para llegar a mi nueva residencia ya que tenía una videoconferencia esperando.

Salgo de su oficina molesta por el giro que dieron las cosas, no quise mostrarle a Kristin que mi único deseo es mandar esto al infierno, pero a pesar de mi carácter de mierda soy muy profesional.

Al ingresar al apartamento, busco las puertas de las habitaciones y solo hay una abierta, por lo que supongo que es la mía, ya que no hay rastros de objetos personales, dejo mi maleta sobre la cama, me siento dejándome llevar por mis pensamientos, cuando escucho ruidos, me levanto guiada por ellos y me doy cuenta que vienen de una habitación que está cerrada, pongo atención y me doy cuenta que son gemidos de una mujer. 

Mi niña venenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora