Mi niña veneno

¿Vieja o nueva Mary?

PUNTO DE VISTA DE EMMA SWAN

Estábamos sentadas, Regina y yo en un sofá y mi madre en el de enfrente, mi morena entrelazó una de sus manos con la mía, haciéndome sentir acompañada y apoyada.

Mary: Sé que he sido una madre terrible Emma, no hay justificación para eso a pesar de que pensé que estaba haciendo lo mejor para ti, sé que pedir perdón no sirve de mucho, pero es una forma de comenzar.

Emma: Dime que es lo que quieres realmente- Perdí sin paciencia.

Mary: Quiero estar cerca de ti Emma.

Emma: Pensé que tu postura era otra, no voy a permitir que insultes a mi prometida y a nuestros hijos, me pidieron elegir y los elegí a ellos.

Mary: Espera, dijiste hijos y Regina hace un momento dijo nuestros bebés.

Emma: Regina y yo esperamos gemelos- Sonreí a mi niña y ella me regresó la sonrisa.

Mary: Eso es maravilloso hija, felicidades a las dos- Sonrió y me pareció sincera.

Emma y Regina: Gracias- Dijimos sorprendidas.

Mary: Quiero contarles una historia, mi historia- Dijo frotándose las manos en su elegante falda.

Emma: No sé a dónde quieres llegar con esto, pero ni Regina ni yo tenemos interés.

Regina: Amor, no perdemos nada con escucharla- Besó mi frente.

Emma: Está bien- Suspiré pesadamente.

Mary: Gracias, yo crecí en un orfanato, mis padres murieron en un accidente de auto cuando yo tenía 5 años, cuando cumplí la mayoría de edad conseguí un trabajo de camarera en un bar, ahí conocí a tu padre, me enamoré de él de inmediato, un hombre rico, comenzamos a salir, al principio todo era perfecto, quedé embarazada pronto, su familia me despreciaba por no estar a la altura, pero por apariencias decidieron que nos casaríamos, aunque las circunstancias no eran las mejores, me sentí feliz, amaba a David, rápidamente empezaron las imposiciones, me hicieron tomar clases de etiqueta, inventaron una historia sobre mí siendo una mujer de buena cuna, cuando naciste fui la mujer más feliz del mundo.

Yo estaba completamente sorprendida, siempre he creído que mi madre era prácticamente descendiente de la realeza europea.

Mary: Tal vez no lo recuerdes, pero durante tus primeros años éramos muy apegadas, disfrutaba tanto tus travesuras, tus risas, pero sobre todo, eras una niña cariñosa, cuando ingresaste a la primaria, tu padre comenzó a restringir cada vez más mi convivencia contigo, dijo que te estaba convirtiendo en un ser humano débil, que tenías que ser fuerte e independiente, entonces empezaste a ir a diversas clases extras, ambas sentimos el cambio abrupto, cada que yo intentaba desafiarlo al respecto, me amenazaba con enviarte a un internado, entonces preferí tenerte cerca aunque fuera bajo las condiciones de tu padre- Sus ojos ya derramaban lágrimas.

Emma: ¿Por qué no lo dejaste? - Pregunté con un nudo en la garganta.

Mary: Lo intenté, no de inmediato, no tenía a nadie a quien recurrir, no tenía como mantenerte, al tiempo conocí a Carmen, era la esposa del jardinero, ambos mexicanos, ella se dio cuenta de mi tristeza y cuando pude confiar en ella le conté mi situación, me dijo que podía ayudarme, que tenía familiares que podían recibirme contigo, que podían acomodarme en algún trabajo que me daría lo suficiente para que no pasáramos hambre, lo medité por unos meses, hasta que acepté, quería que solo fuéramos tu y yo, aunque no tuviéramos todas las comodidades.