Recuerdos dolorosos

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PUNTO DE VISTA DE REGINA MILLS

Apenas inició el año escolar y ya estoy agotada, Emma tiene razón, si no empiezo a bajarle al ritmo no voy a salir entera, iré con una cosa a la vez y lo primero será terminar mis encuentros sexuales con Kat, ella es maravillosa, pero es con la que tengo una excusa razonable, después de todo es mi terapeuta. 

En este momento, junto a Emma me siento bien, sé que es peligroso permitirme abrirme tanto con ella, pero se siente correcto, ella es diferente. 

¿Me muero de ganas de volver a meterla en mi cama? Sí, pero ella dejó claro que no volvería a pasar, aún se me oprime el pecho al recodar que para ella fue un error haber tenido sexo conmigo, lo que no comprendo del todo, porque creo que me ve con deseo, además se preocupa por mí, me ha defendido y busca pasar tiempo conmigo. 

Es inevitable querer estar cerca de ella, es tan hermosa, inteligente y ni hablar de lo caliente que está, si ni fuera casada, invertiría en ella, pero no siempre se puede tener lo que se quiere, así que solo puedo soñar, porque sí, a mi Regina Mills, me gusta Emma Swan, creo que más que eso. 


PUNTO DE VISTA DE EMMA SWAN

Y aquí estoy, viendo a Regina Mills dormir porque no aguantó ni la mitad de la película, le retiro las gafas y la acomodo para que no se lastime el cuello, ronronea sin despertar, lo que me parece tierno, es tan hermosa, sin darme cuenta acerco mis labios a los suyos en un beso suave, una pequeña sonrisa se forma en sus labios carnosos, su delicioso olor invade mis fosas nasales mientras intento respirar correctamente. 

Me alejo antes de cometer una imprudencia mayor, me acomodo en la cama quedando acostada boca arriba mirando un punto fijo en el techo, siento a la morena moverse y unos segundos después se abraza a mi cuerpo acurrucándose, me quedo inmóvil sin saber que hacer pero pronto me relajo, la acerco más a mí, la abrazo a la altura de la espalda y la comienzo a acariciar, parece gustarle porque ronronea suspirando.

Regina: Esto se siente bien- Dice astuta entre sueños.

Emma: Lo sé, descansa mi niña- Beso su cabello y a los pocos minutos me quedo dormida.


Me despierto sintiendo un peso sobre mí, al abrir los ojos, veo a Regina abrazada a mí, sus facciones perfectas y relajadas le dan un aire angelical, siento sus pechos firmes sobre mi costado y su miembro duro en mi muslo, lo que me hace gemir bajo, decido que es hora de despertarla antes de que no resista y comience a moverme para complacerme con su cuerpo.

Emma: Mi niña, despierta perezosa- Susurré.

Regina: Un poco más- Dijo astuta y se acurrucó más en mi cuerpo presionando más su erección contra mí.

Emma: De eso nada Mills, ya es tarde y seguramente tienes hambre ¿Qué te parece ir a la cafetería por una de esas hamburguesas que hace la abuela y que tanto te gustan?- Empezaba a conocerla bien y eso la alentaría.

Abrió los ojos y sonrió perezosamente, se quitó el cabello de la cara y sus mejillas se tornaron coloradas. 

Como si se haya dado cuenta de un incendio, se sentó de golpe, comenzó a rodar al lado contrario de la cama tan abruptamente que no midió y terminó en el suelo.

Regina: Auch- La escuché quejarse.

Comencé a reír, pero cuando no la vi levantarse me preocupé, gateé por la cama hasta llegar al otro lado y la vi acostada sobre su espalda, sus mejillas rojas como jitomate y sus manos cubriendo el volumen en sus pantalones.

Mi niña venenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora