Fantasía sexual y otras cosas

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PUNTO DE VISTA DE EMMA SWAN

La mirada depredadora de Regina y el contacto de nuestros sexos me tenía completamente húmeda, ya comenzaba sentir su erección a través de sus jeans.

Regina: ¿Confías en mí Emma? ¿Confías en que puedo cumplir tu fantasía?

Emma: No es falta de confianza, es solo, que es vergonzoso, nunca he hecho estas cosas y lo que se me ocurrió puede ser raro, incluso para alguien tan pervertida como tú- Mis mejillas estaban extremadamente calientes.

Regina: Nada que venga de ti me parecerá raro, si es algo que vas a disfrutar lo haré con gran placer, literalmente- Se pasó la lengua por los labios.

Emma: Bueno, quiero que me cojas como a una puta y llamarte papi- Dije demasiado bajo y rápido.

Regina: No sé si escuché bien, así es que es mejor que lo repitas- Dijo con una sonrisa bastarda.

Emma: ¿Qué escuchaste?- Me mordí el labio inferior.

Regina: Si no entendí bien, no quiero que te ofendas, pero escuché que quieres que te coja como a una puta y me llamarás papi- Cerró los ojos y contuvo la respiración.

Emma: Entonces escuchaste bien- Dije con seguridad que no sé de donde salió.

Regina: Joder Emma, nada más de pensarlo ya estoy dura ¿Estás segura que no quieres que me duche primero?

Emma: Absolutamente, quiero que me tomes así.

Regina: ¿Ah sí? ¿Quieres que tu papi te coja todo sudado y sucio?- Entró en el papel.

Emma: Sí quiero papi- Dije excitada.

Me sentó y me desnudó de una manera desesperada, me recostó sobre la alfombra doblando mis rodillas con las plantas de los pies en el suelo y se puso de rodillas frente a mí.

Regina: Abres las piernas para tu papi puta, quiero ver tu coño antes de comérmelo- Dijo autoritaria, mis mejillas se pusieron rojas y me quedé paralizada, mi vagina palpitaba de deseo- No es una solicitud, abre las piernas ahora mismo si no quieres que papi te castigue- Volvió a ordenar, tímidamente abrí las piernas dejando mi coño expuesto para ella, su mirada se clavó en mi sexo y se lamió sensualmente los labios, podía sentir mi humedad deslizarse hasta mis nalgas- Buena niña, ahora quiero que masajees tus pechos, vamos perra, haz lo que te digo.

Llevé mis manos a mis pechos e hice lo que me pidió, sus ojos siguieron mis movimientos y pude ver el aumento de volumen en el pantalón ajustado.

Emma: Papi, no quiero que te lastimes mi juguete favorito- Dije con fingida inocencia.

Regina: ¿Quieres que lo libere para jugar con él? ¿Estás deseosa de mi pito?

Emma: Sí papi ¿Puedes desvestirte para tu puta?

Regina: Lo haré porque te has portado bien mi perrita, mereces que te complazca por la deliciosa mamada con la que me despertaste.

Emma: Gracias papi- Batí mis pestañas lo más sensual que pude.

Mi morena caliente se quitó la camisa, después la blusa, no llevaba sujetador, sus hermosos pechos llenos quedaron libres y yo babeaba de ganas de ponerlos en mi boca por primera vez, ya los había tocado, pero quería saborearlos. 

Se puso de pie, se quitó el calzado y los pantalones junto con la ropa interior quedando completamente desnuda y maldito infierno si no era la cosas más erótica del mundo.

Mi niña venenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora