No bajes la cabeza

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PUNTO DE VISTA DEL AUTOR

Con las cosas claras, las mujeres fueron a la cafetería, Regina continuaba relajada, mientras Emma regresó a su postura rígida.

Regina: ¿Qué tal si regresa a nuestra mesa mientras yo voy por el desayuno?- La rubia asintió  y una sonrisa casi imperceptible apareció en sus labios al escucharla decir "nuestra mesa"- ¿Qué le aparece desayunar profesora Swan?- Ladeó la cabeza esperando una respuesta.

Emma: Sorpréndeme Mills- Pareció un intento de coqueteo por parte de la rubia a lo que Mills sonrió de manera traviesa.

Cuando Regina le dio la espalda, Emma se golpeó la frente con la palma de la mano repitiendo que tenía que dejar de comportarse como retrasada cuando está con la morena.

Ni siquiera acostumbraba a desayunar, pero por alguna razón no quiso hacerle un desaire a la joven.

Fue a sentarse a esperar su desayuno que sería una sorpresa y esperaba no tener que escupirlo.


PUNTO DE VISTA DE EMMA SWAN

Estaba esperando a Regina en "nuestra mesa" sintiéndome más ligera por estar en paz con ella, aunque paz es lo último que tenía en su presencia, ella tenía tantas facetas, pasaba de ser seductora a dulce o avergonzada, sus respuestas maduras, su capacidad para permanecer impasible, pero también explotar en los momentos apropiados y el sin fin de emociones que transmite su mirada, lo único de lo que estoy segura, es que es fascinante.

Enfoqué la mirada hacia donde estaba Regina y la vi caminar hacia mí con una hermosa sonrisa., desvió la mirada y vi que su semblante cambió, seguí hacia donde estaba mirando y era un grupo de chicos y el profesor Jones en una mesa, cuando les pasó por un lado, uno de los chicos estiró su pie y supe lo que pasaría.

Emma: ¡CUIDADO REGINA!- Demasiado tarde, la morena cayó al suelo con la bandeja del desayuno.

Me levanté como resorte y fui hacia ella, me agaché para ayudarla y vi que tenía los ojos llorosos, verla tan frágil hizo que me doliera el pecho, la tomé por los brazos para levantarla y noto una lágrima que escapó de uno de sus marrones, estaba a punto de deslizar mi pulgar para secarla, cuando escucho risas de esos idiotas y siento mis venas arder de rabia. 

Me volteé de manera abrupta sin soltar a Regina y los miré de una manera, que si los ojos dispararan ya estarían muertos.

Emma: ¿Qué demonios es tan gracioso imbéciles?

Killian: Vamos amor, fue un accidente ¿No es así Robin? - Dijo palmeando la espalda del chico con esa estúpida sonrisa en su rostro.

Emma: Así que Robin, discúlpate con Regina ahora mismo- Exigí.

Regina: No es necesario profesora Swan- Tenía la cabeza gacha y su voz estaba quebrada, sentí un enorme deseo de abrazarla, pero me contuve.

Robin: ¿Vas a llorar Mills? Pensé que eras más ruda, más hombre- Dijo en tono burlón señalándole la entrepierna y no pude resistirme más, solté a la morena y levanté al chico por el cuello de la camisa.

Emma: Escucha lo que te voy a decir porque no lo voy a repetir, si vuelves a hacer algo para lastimar a Regina, vas a conocer a una Emma Swan que no te va a gustar en absoluto ¿Soy lo suficientemente clara?- Apreté el agarre de la camisa de su cuello y mentalmente deseé asfixiarlo.

El idiota tenía los ojos muy abiertos y parecía que su valentía anterior había desaparecido, abrió la boca un par de veces para hablar, pero no le salió voz y decidí regresarle la burla que le hizo a Regina.

Mi niña venenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora