¡No volverá a pasar!

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PUNTO DE VISTA DE REGINA MILLS

Tiempo de ir a mi apartamento, después de horas y varios orgasmos con Ivy, bueno varios de ella, yo solo pude vaciarme una vez, ya que estaba desconcentrada, no pude dejar de pensar en la profesora Swan, estoy realmente avergonzada, ella fue muy amable al defenderme de Robin y los idiotas, la estábamos pasando muy bien, creo que podemos convivir pacíficamente después de todo. 

Aunque con lo buena que está, me cuesta trabajo mantener a raya a mi pequeño Mills, que quiere salir a jugar cada que la profesora está cerca. 

¿Qué puedo decir? Me gustan las mujeres hermosas, pero sé que ella nunca se fijaría en mí, es casada, heterosexual, me ve como una niña y será mi maestra, es mejor que me mantenga en la realidad. 


PUNTO DE VISTA DE EMMA SWAN

Me puse a ordenar mis pertenencias en mi habitación, me di una ducha, le pedí a mi asistente que me enviara todos los asuntos pendientes a mi correo electrónico, pero seguía inquieta, han pasado horas desde que Regina se fue con esa zorra ofrecida, para una cogida creo que ya fue mucho. 

¡Pero qué idiota soy! seguramente la bonita Ivy es su novia y no la profesora Arendelle, como quiera que sea Regina no tiene respeto, eso me molesta.

Estaba en mis cavilaciones preparando café en la cocina cuando escucho el timbre ¿Quién demonios puede ser? Abro la puerta y una mujer rubia de ojos azules, cuerpo esbelto, de unos 30 años me mira sorprendida.

Desconocida: ¿Quién eres?

Emma: Esa pregunta debería hacerla yo, ya que soy quien vive aquí y tú eres quien toca mi puerta.

Desconocida: ¿Regina Mills se mudó?- Frunció el ceño.

Emma: No puedo darte información si no sé quién eres.

Desconocida: Soy Kathryn, psicóloga de la universidad, mucho gusto- Sonrió amable y me tendió la mano que estreché.

Emma: Emma Swan, un gusto, impartiré la clase de negocios este semestre.

Kathryn: Bienvenida Emma ¿Puedo llamarte Emma verdad?

Emma: Sin problema, y gracias por la bienvenida.

Kathryn: Entonces ¿Sabes algo de Regina? 

Emma: Sí, salió con una compañera hace algunas horas- Sonreí sin humor- Pero ¿Quieres que le de algún mensaje?

Kathryn: Eh, no, gracias, está llevando un proceso terapéutico y habíamos programado una sesión- Se notaba nerviosa y me pareció extraño su explicación no pedida.

Su actitud me pareció sospechosa, ya que si tuviera una sesión programada debió esperar a Regina en su oficina, además que el día no me parecía apropiado. 

Me pregunto por qué Regina estaría en terapia.

Emma: ¿En domingo y a esta hora?- Fruncí el ceño y ella tragó saliva.

Kathryn: Sí, bueno no, la sesión no es hoy, es mañana, pero quería recordárselo- Sonrió apenada.

Emma: Entiendo, yo le recuerdo cuando llegue- Ella asintió con la cabeza.

Cuando se dio la vuelta para retirarse apareció Regina murmurando con la cabeza gacha, tan bajo que no pude comprender, alzó la cabeza y cuando vio a la psicóloga se sorprendió.

Mi niña venenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora