Capitulo 8

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Mmhg... - Puerto despertó sentándose en su cama - Hacia ya tiempo que no dormía - se dijo así mismo estirándose.

Miró sus muñecas notando que su vendaje estaba suelto.

...?

(...) Esa noche

Un país de escavulló dentro del cuarto del puertorriqueño dispuesto a comprobar que no era verdad su sufrimiento. Cual fue su sorpresa al retirar las vendas al ver que no solo había cicatrices sino que también cortes frescos. Con impotencia solo se retiró del cuarto sin siquiera cerrar la puerta.

(...) Actualidad

Puerto no pensó mucho en ello y se levantó de la cama. Sobre su escritorio de trabajo encontró un desayuno que le preparo Cuba, que como lo sabía? Fácil había dejado una nota sobre la mesa. Sabía que era de él sin tan solo leerla porque ningún otro país le prepararía un desayuno y encima dejar evidenciado quien fue.

Pasó de la comida y bajó a la sala con algo de pereza. Se dirigió al baño para arreglarse un poco. Su pelo estaba enmarañado pero no le importaba la verdad. Solo se acomodó el vendaje y se lo ajustó bastante para que no sangrara.

Volvió a subir a su cuarto para buscarse ropa para  bañarse.

Después de salir de la ducha. Se vistió con un pantalón de buzo negro y una manga corta, solo por un rato para colocarse las vendas. Logró ponerse las de los brazos, pero en el torso tubo problemas por sus alas que le estorbaban.

Para su suerte, o mala suerte, en ese momento entró Cuba y lo vió luchando para vendárce el torso.

- Puerto? Quieres ayuda?

El país se asustó un poco al escuchar una voz ya que se encontraba sentado el la cama de espaldas a la puerta. El país volteó a ver quién había entrado en su cuarto y se alivió al ver a su primo.

- mm... Si no te molesta... - respondió dándose la vuelta completamente sobre su cama.

- no tranquilo - le contestó y se acercó para ayudarlo.

Le quitó los vendajes que ya tenía y empezó de nuevo sujetándolo bien. Una vez terminó volteó a ver los de sus brazos viendo que estaban un poco sueltos.

- no están bien sujetos, déjame intentar- - su frase se vió cortada por el repentino movimiento de Puerto alejando su brazo de él.

- e-eh... Yo... Yo puedo solo - trató de excusarse, pero era vidente de Cuba no le creía, ya no.

Sin decir nada tomó su brazo con algo de firmeza provocando un quejido por parte del contrario, pero no se detuvo. Quitó los vendajes mostrando cortes recientes que aún sangraban levemente. Cuba lo miró pero sus ojos no mostraban molestia sino lastima. Sin embargo esto no impidió que Puerto Rico empezará a sollozar.

- Cuba... Yo... Yo no... - trataba de explicarse Puerto mientras finos hilos de lágrimas descendían por sus mejillas.

Cuba solo lo abrazó tratando de consolarlo. Puerto correspondió buscando refugio en el, quizás hasta lo consideraba un padre, más que cualquiera en su pasado que se allá proclamado como su figura paterna.

- Cuba... Yo... Lo siento... Lo siento mucho... Siento no poder ser fuerte, fuerte como tú. Yo... Yo trato de solucionar todo por mi cuenta pero... Pero no puedo... No puedo, soy débil... soy diminuto ante el mundo... Soy invisible... Y trato de fingir que no me importa, pero esto me lastima, esto me supera... Solo... Solo quiero desaparecer, quiero acabar con todo... Pero no puedo... No puedo porque tengo miedo, tengo miedo de lo que pueda pasar, de lo que te pueda pasar... Tengo miedo a que en realidad te afecte mi ausencia... Yo no quiero la lastima del resto, que es obvio que se preocupan por dejar limpia su consciencia, solo me preocupo por ti... quizás más de lo que me preocupo por mi mismo... Por eso lo siento... Perdóname por lastimarte tanto con mi mera existencia... Perdóname por hacerte sentir responsable de lo que me atormenta... Por favor perdóname... No me dejes solo... No quiero estar solo... - dijo antes de esconder su rostro en el hombro de su primo. Sujetaba sus prendas como un niño que no se quiere separar de su mamá.

- Puerto, no te disculpes, tu no me lastimas, solo me ofrecí porque quiero cuidarte - dijo secándole las lágrimas con un dedo - No te voy a dejar solo, nunca lo haría... Siempre voy a estar para ti, como tú lo estuviste para mí.

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Del otro lado de la puerta un country los escuchaba. Cuando Cuba terminó de hablar el país se  alejó a un paso acelerado...

no me importa ser invisible - «quisiera créermelo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora