capitulo 24

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Puerto, España y Cuba, subieron al tío con el último de piloto, España de copiloto y Puerto atrás. La dieron el alta médico y hasta donde sabía solo iban a la casa. Estaba tan cansado que casi se duerme en el auto si no fuese por los leves saltos que daba por el desgasto del pavimento.

- y... Cómo te sientes Puerto? - le preguntó España

- cansado... - respondió de forma simple sin despegar la vista del piso del auto.

- cuando llegues a casa mejor vete a dormir - le sugirió con una sonrisa

- talvez...

Cuba frenó frente a la farmacia y se bajó para retirar los medicamentos.

- que hacemos aquí? - preguntó Puerto intrigado y levemente preocupado.

- mhg... Mira Puerto tu psiquiatra nos comentó que tienes, lo que te pasa se llama trastorno de personalidad límite. Para poder regularla se necesitan ciertos medicamentos. Cuba acaba de bajar para buscarlos además de la planilla sobre cómo y a qué hora se toman.

Puerto solo asintió y volvió la vista a abajo.

Cuba volvió al auto y volvió a conducir a la casa. Puerto Rico estuvo en silencio todo el camino.

Llegaron a la casa, Puerto realmente tenía un aspecto deplorable, tenía ojeras, se veía cansado, la mirada perdida y baja. Nada más llevar dos países se le abalanzaron a abrazarlo. Panamá y República Dominicana no pudieron ir con Cuba y España a buscar a Puerto Rico.

Puerto por esta reacción tan espontánea soltó un leve quejido de dolor, tratando de que sea lo más inaudible posible. Pero ellos lo escucharon y se separaron.

- lo siento Puerto, estás bien? Cómo te sientes? - preguntaban de forma intensa y rápida.

Por sus sorpresivos interrogantes Puerto se empezó a alterar y solo atinó a retroceder levemente y esconderse detrás de Cuba.

- ah- lo sentimos  Puerto, tranquilo solo queríamos saber si estabas bien. - se disculpó República Dominicana.

Puerto no soltaba a Cuba y se limitó a asentir.

- Puerto, mejor sube a tu cuarto - le sugirió España con una sonrisa.

Puerto se limitó a volver a asentir y soltó a Cuba para ir a su habitación. Se encerró en su cuarto. Al ver el cuarto ordenado recordó como lo dejó el y se preocupó. Miro el escritorio, sus dibujos no estaban. Corrió a su cama y prácticamente tiró las almohadas al otro lado de la habitación y se dió cuenta que su libreta no estaba.

Al darse cuenta de esto empezó a dar vueltas en la habitación desesperado por encontrar sus cosas. Empezó a entrar en crisis mientras seguía buscando. Abrió el cajón de su mesa de luz y vió su cuadro con un nuevo vidrio. Se sentó en el piso con un ataque histerico por no encontrar sus dibujos y libreta.

_____

Cuba preparaba el almuerzo bastante cantante y feliz. España y los demás países estaban preparando la mesa para comer.

- y... España cuando te vas? - preguntó México.

- esta noche nu- México - se auto corrigió España

- <lo debí suponer... Solo está aquí por él... Ojalá las cosas volvieran a ser como antes> - murmuró él tricolor molesto.

Cuba pronto trajo la comida y la puso sobre la mesa.

- sírvanse, yo voy a llevarle el plato a Puerto y vuelvo a comer - avisó para tomar el plato de Puerto Rico y subir las escaleras.

Al avanzar por los pasillos escuchó sollozos provenientes del cuarto de Puerto. Preocupado entró a la habitación. Vió a Puerto llorando entre el desorden. Dejó el plato en el escritorio y se acercó a abrazarlo.  Puerto al sentirlo se exaltó un poco ya que no lo había escuchado entrar, pero no tardó en volver a desmoronarse en lágrimas.

- Puerto, tranquilo. Que pasa?

Puerto lo abrazó apretando sus prendas.

- y-yo... Y-yo... No lo encuentro... - respondió entrecortado

- que no encuentras? - le preguntó intrigado

- m-mi libreta... No encuentro mi libreta... - contestó angustiado.

Cuba sabía de qué hablaba pero no le podía decir que se la dió a su psiquiatra.

- tranquilo, la encontrarás. Ven párate, ordenemos esto.

Con ayuda de Cuba reordenaron la habitación. Luego cuba le alcanzó la comida y unas pastillas que tendría que tomar antes de comer. Después de explicarle lo dejo para que comiera tranquilo.

Puerto suspiró y miró las dos pastillas en su mano.

- (realmente esto es lo que quieres...?)

no me importa ser invisible - «quisiera créermelo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora