capitulo 29

101 11 9
                                    

Puerto llegó a la casa y subió directamente a su cuarto casi sin ser percibido por Cuba. Pero instantáneamente al verlo fue tras de él preocupado. Cuando llegó a los pies de la escalera Puerto ya cerró la puerta.

Puerto Rico se recostó en la cama acurrucándose entre las mantas llorando.

- Puerto? e-estas bien?

No hubo respuesta solo se escuchaba un leve llanto. Cuba trató de abrir la puerta pero estaba cerrada

- Puerto! - Cuba empezó a tocar la puerta preocupándose por su primo. 

Puerto respondió en alto.

- Cuba, déjame solo por favor!

Pidió con lagrimas en los ojos. Definitivamente Puerto tocó fondo. Cuba se sentó en el piso al lado de la puerta.

Cuba tomó su teléfono y llamó a la Psiquiatra de Puerto en busca de ayuda.

- hola? cuba que pasa? -Preguntó Nancy

- Hola, tengo un problema con Puerto Rico - dijo mirando la puerta a un lado de el preocupado.

- ah claro dime que pasa

- Puerto se encuentra mal, se encerró en su cuarto y se niega a abrir la puerta. Está llorando muy alterado... - dijo sin quitar la mirada de la puerta.

 - Que sucedió para que ocurriera esto?

- Estábamos en una reunión, hubo un descanso para almorzar y al volver el cuaderno de notas de Puerto Rico estaba rayado con diferentes burlas. Salió de la sala y se escondió. Después de la reunión la ONU lo encontró y lo acompañó al aeropuerto para asegurarse que estuviera bien. Pero al llegar fue directamente a su habitación y se encerró a llorar.

 - Okey, primero, no lo presiones a abrirte la puerta, esto solo lo alterará más. Segundo, trata de no dejarlo solo y actúa como lo harías normalmente para que se mantenga lo más tranquilo posible. Por lo ultimo, trata de que pueda hablar conmigo, quizás pueda ayudar.

- Esta bien, confío en usted. La llamaré pronto - Cuba colgó y suspiró.

_____

Puerto sentado a un costado de la cama llorando.

- Qué me pasa? Por qué no paro de llorar? - se preguntaba en voz alta - (Por ser tan inútil que no puedes controlar tus propias emociones) cállense, cállense, cállense... por favor, por favor, por favor...

Se miró al espejo y vio a su reflejo hablarle.

- no te das cuenta que no eres más feliz? que cada segundo que pasa sufres el doble que antes. Si quieres que las cosas vuelvan a la normalidad, actúa como si nunca hubieran cambiado. Secaté las lagrimas y soluciona esto como lo hubieras echo dos meses antes.

Puerto lo pensó un rato y se levantó dispuesto a intentarlo.

Se dirigió al baño y sacó una pequeña pero filosa navaja. Con el pulso tembloroso la apoyó sobre su piel y la deslizó. De inmediato un dolor punzante se propagó por todo su brazo. Lagrimas bajaron por su rostro pero esta vez acompañados de una sonrisa.

En ese momento Cuba toca la puerta.

- Puerto? Tengo la cena y tus medicamentos. Puedes abrir para que te los de? - nadie contestó - está bien, te los dejo aquí - dijo apoyando la bandeja en el piso.

Puerto salió del baño y se sentó a los pies de la puerta mientras escuchaba a Cuba dejar la bandeja.

- lo siento... - dijo bajo con la mirada pérdida.

- que...? - preguntó Cuba Para poder escuchar a su primo mejor.

- lo siento mucho Cuba... - repitió con los ojos cristalinos - y-yo se que no te gusta que yo esté así... Pero ya no sé si de está me puedo recuperar... - dijo segundo de una leve risa - es tan inútil tratar conmigo que no entiendo todavía porque persistes en que mejore. Sería más fácil y bueno para ti y para todos que simplemente dejará de existir... - decía entre unas pocas risas tomándolo sus palabras muy a la ligera.

- Puerto, has salido de peores, puedes salir de está. Toma la medicación y estarás mejor, te lo prometo

- no... - contestó - realmente no estaría mejor... si yo tomo ese medicamento y hablara contigo, no estarías hablando conmigo... La sonrisa que ves cuando tomo esa medicación, no es la misma. Puedo forzarme a sonreír si te hace feliz, o fingir que el mundo no me odia - comentó riendo - pero... Yo sé que no es verdad... Y que no quiero estar vivo para cuando tenga que verte decepcionado de que ya no me quedan fuerzas para volver a pararme... O que ya no quiero intentarlo, porque se volveré a tropesarme o me volverán a hacer tropezar.

- Puerto...

- Cuba, como lo haces? - preguntó apoyando su cabeza en la puerta.

- hacer que?

- como haces para aguantar todo esto? Tu también eras un territorio asociado de USA, tu también tienes huracanes. Como lo soportas?

- Puerto, no es la misma situación, a mí USA no me maltrataba, y yo sufro mucho menos los huracanes que tu, y yo...

- tu no eres un jodido loco. Eso querías decir, no?

- no! No... No de esa forma

- ahg! - Puerto se encorvó sujetandose el pecho.

- Puerto! Estás bien?

- ... Si... Son solo más grietas...

- eso es grave!

- realmente no, estoy acostumbrado a qué me duela de está forma mí cuerpo, e incluso peor...

La conversación se interrumpe por el sonido del timbre.

- ya vuelvo Puerto...

Cuba bajó a abrir la puerta. Al abrir la puerta se encontró con España y ONU.

- España? ONU?

- nos llamó la psiquiatra de Puerto! Cómo está él? - preguntó España preocupado.

- tranquilo España, está pasando por una crisis y lo que menos necesita es que lo altereren

- Cuba tiene razón España.

España que quedó callado desviando la mirada más tranquilo.

- si tienen razón

Hacia arriba de las escaleras por la endidura de la puerta, los mirada y de inmediato la cerró.

- (ahora España y ONU están aquí) (no era suficiente con Cuba, ahora son tres personas al pendiente de mí) - pensó Puerto empezando a hiperventilar.

Su pecho subía y bajaba al compás de los segundo y lentamente se hacía más rápido.

- ahg! - un quejido de dolor. La grietas cada vez eran más y más extensas y profundas - m-me duele todo...

Se echó al piso llorando de dolor e importancia

no me importa ser invisible - «quisiera créermelo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora