capitulo 14

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- Puerto, estas bien? - preguntó Cuba al ver a Puerto Rico mirando fijamente la grieta de la ventana.

- s-si... Eso creo... - sacudió levemente la cabeza para quitar esos pensamientos de su cabeza.

- y con qué soñaste? - preguntó España más cerca de la camilla curioso por la respuesta.

El español tenía un mal presentimiento. Ya por lo que había visto y por que le haya susedido algo malo cuando no estuvo presente en la vida de Puerto.

- n-no... No tiene importancia... No es na-nada - respondió un poco más calmado, pero su respiración seguía agitada.

- pero, despertaste vastante alterado y aterrado como para que no sea nada - insistió España preocupado

- Y-yo... No... Realmente no im-importa... - respondió empezando a razguñarse el brazo.

En medio de esa conversación entró a la habitación una doctora con una enfermera.

- disculpen la interrupción pero sabrán entender que debemos llevar a Puerto Rico a una sala más "privada" - dijo lo último realizando un gesto con los ojos hacia Cuba y España.

- oh, em... Claro - respondió Cuba haciéndose a un lado para cederle lugar a la doctora

Ella se acercó a Puerto Rico y le dijo.

- okey Puerto Rico, te sentarás en la silla de ruedas y la enfermera te acompañará a la otra habitación.

Puerto la miró a ella de arriba a abajo, luego a la enfermera con la silla de ruedas y de nuevo a la doctora.

- y-yo puedo caminar...

Expresó de forma desconfiada.

- si, lo sé pero es parte del protocolo, es solo rutinario.

Puerto despacio y desconfiado se sentó en la silla notoriamente a la defensiva.

La enfermera empezó a empujar la silla de ruedas afuera del cuarto y luego por el pasillo. Cuando se retiró la doctora empezó a hablar con Cuba y España.

- señores, es probable que Puerto Rico reaccione de mala manera al descubrir que tratan de hacer - advirtió la doctora

- es posible, pero ahora mismo, solo me importa que tome la terapia psicológica y que eso le ayude con sus problemas - contestó Cuba angustiado.

- comprendo, y usted señor España que opina sobre esto, por lo que me informaron es su hijo.

- si, lo es, pero realmente yo no tengo poder sobre está desición sobre esto. Verá es mi hijo adoptivo pero... yo no e estado presente en su vida, es como su solo fuera un conocido. Quien tiene realmente poder sobre esto es Cuba.

- señor España, no el especializo en psicología, pero haya estado o no presente en su vida, el lo necesita, requiere su apoyo, sin importar que pasó se nota que usted quiere cambiar las cosas y eso es importante, sigue siendo su padre.

- Es cierto papá, Puerto Rico te quiere. Si incluso tiene en su mesa de luz una foto de él contigo.

España sonrió levemente sintiendo lágrimas bajar por su rostro.

- lo sé Cuba, puede que me quiera pero legalmente ya no es mi hijo, ni tampoco de Estados Unidos - argumentó secandose las lágrimas.

- que más da si lo es o no para la justicia, tu lo querés así y él también, es lo importante no?

- creo que tienes razón...

Cuba lo abrazó tranquilamente y España correspondió.

- mejor los dejo tranquilos - dijo la doctora para luego retirarse.

no me importa ser invisible - «quisiera créermelo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora