capitulo 5

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Pasó el tiempo y ya era un nuevo día.

Puerto Rico despertó y ya se sentía un poco mejor. Los doctores le dijeron que seguiría en observación por miedo a que tuviera otra recaída y que en lo posible evitará cualquier esfuerzo, inclusivo hablar. Ya podía hacerlo pero era preferible que no lo haga.

Cuba se encontraba a su lado haciendo algunos trabajos. También hacía los de Puerto ya que no quería que se esforzara ni en lo más mínimo. Esto lo tenía inquieto y molesto ya que se sentía inútil. Los doctores repararon la mayoría de las grietas pero tuvieron que esperar para continuar por lo que estaba repleto de vendajes. Eran tantas que aunque quisiera hablar no podría.

Cuba lo vio y notó que estaba inquieto.

- mm? Puerto estas bien?

- ... - el más bajo lo miró molesto.

- ah! Si es cierto perdón - se disculpó rascándose la nuca - okey hacía tiempo desde que entraste al hospital te quería decir algo pero habías empeorando por lo que no podía hablar. Ahora que estás estable hablaré y solo quiero que me escuches. Okey?

Puerto Rico se puso nervioso ya que preveía un regaño por parte de su primo mayor. Se puso más inquieto e inclusive empezó a hiperventilar un poco.

- (ouh... mierda) - se dijo a si mismo preparándose para el lo que sería el regaño más grande hasta el momento.

- Puerto... No puedo creer que me hayas ocultado esto... Estabas grabe, y no me lo dijiste? Si sabes que si esto empeoraba y no me lo decías te podrías hacer polvo. Somos primos, más bien amigos desde la niñez. Siempre estuvimos uno para el otro. Aunque siempre estuviste más tu para mi que yo para ti. Tú nunca decías "no" nunca te negaste a nada, nunca me dijiste si estabas mal o si no te sentías bien. Pero eso se acabó - cuando dijo eso cambió el tono de la voz y a Puerto le dio un escalofrío - mientras estés en el hospital, cuando te den el alta, tengas que hacer reposo y vallas a terapia yo te voy a servir y te ayudaré en todo el proceso.

Cuando terminó de hablar el menor quería responder por lo que intentó quitarse el vendaje de la boca.

- ah? Puerto? Que intentas?.

El País insistió en sacarse los vendajes a lo que el mayor comprendió que quería hacer.

- Puerto... No... No puedes hacer eso. Además se que te opondrás a ser cuidado pero no me importa. No te pude cuidar cuando éramos niños, no pude evitar todo esto, por lo menos intentaré remediarlo.

Puerto siguió tratando de quitarse los vendajes con un poco de desesperación hasta que se rindió al no poder. Cuba sabía que no podría principalmente por su falta de fuerzas por lo que solo siguió con los trabajos ignorando la desesperación del contrario.

no me importa ser invisible - «quisiera créermelo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora