capitulo 23

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Puerto Rico se despertó temblando. No estás asustado, se acostumbró a distinguir los sueños de la realidad. Estaba temblando, la sensación helada se sintió real.

- joven Puerto? Está bien? Está... Temblando...?

- y-yo, no es nada... Solo una pesadilla...

Se sentó en la camilla, aún temblaba un poco. El enfermero le coloco una cobija por encima de los hombros con una sonrisa. Puerto Rico quiso devolver el gesto pero su sonrisa era melancólica y claramente forzada. El contrario cambió su expresión por una mirada de preocupación.

Por la puerta entraron Cuba y España, asomándose por el marco de la puerta había 2 personas, Panamá y República Dominicana.

Puerto al divisarlos se alteró. Se alejó lo más posible de la puerta aproximándose a la venta. Desarolló un miedo casi irracional hacia cualquiera que no fuera España o Cuba, aunque a este último si le tenía cierto temor.

- hola Puerto, como te sientes? - preguntó Cuba amable y alegré.

- bi-bien... supongo... - respondió sin poder levantar la vista de Rep. Dominicana y Panamá quienes gradualmente ingresaban a el cuarto.

- Puerto, pasa algo? - preguntó España viendolo comportarse tan raro.

Puerto solo señaló a los países atrás de ellos.

- q-que hacen ellos aquí? - en sus ojos, en su voz y hasta el tiritar de su mano se reflejaba el miedo que le causaban los dos.

- Panamá y República Dominicana? Querían venir a verte - respondió Cuba.

Panamá se acercó un poco a la camilla y Puerto solo se pegaba lo más posible a la pared.

- es siento Puerto. Y queríamos pedir disculpas por todo lo que te hicimos - dijo Panamá extendiendo la mano - empezamos de cero?

Puerto Rico dudoso extendió la mano y tomó la de Panamá como si esperara que algo malo pasara, pero no susedió. Puerto abrió los ojos como si estaría sorprendido de que no sucediera nada y dió una pequeña sonrisa de alivio.

En ese momento el enfermero interrumpió la escena.

- emm... Joven Puerto Rico, tiene turno de la psiquiatra.

Puerto Rico al volver a la realidad soltó con rapidez la mano de Panamá.

- mm...? Psiquiatra? - se preguntaron por lo bajo República Dominicana y Panamá - todo ese daño le ocasionamos...?

Cuando se quisieron dar cuenta Puerto salía de la habitación cabizbajo en silla de ruedas.

Republica Dominicana volteó a ver a Cuba y España muy angustiado.

- Cuba... - lo llamó con un tono entristecido.

- si? - se dió la vuelta el nombrado.

- tanto mal le ocasionamos a Puerto? Tanto? - le preguntaba mientras sus ojos se humedecían.

Cuba suspiró bajando la mirada y luego lo volvió a mirar.

- no es toda su culpa, pero son parte de las consecuencias de no pensar a la hora de actuar - concretó Cuba en un tono bajo pero serio y firme.

La República Dominicana se sentía mal, había sido tan malo con Puerto y ahora le caía la cuenta de que tan mierda había fue en realidad.

- Tranquilo, lo echo, echo está, ahora solo puedes tratar de enmendar el error siendo mejor - le aconsejó España.

- mejor, bajemos a la cafetería a esperar a Puerto - sugirió Cuba. El resto asintió y salieron de esa habitación.

Panamá que estaba más cerca de la cama al darse la vuelta notó alejó brillar por el rabillo del ojo. Se dió la vuelta y sacó una hoja. La miró y leyó en voz baja.

no me importa ser invisible - «quisiera créermelo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora