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Después de haber provocado que el jugador estrella cayera al suelo, se dirigió hacia el baño más cercano del lugar.

Nunca pensó que en algún momento de su vida correría más rápido que cuando llegaba con retardo a una de sus clases.

Se mantuvo dentro de uno de los cubículos, o al menos eso tenía planeado hasta que el partido diera por terminado. El único punto positivo era que YoonGi lo había notado, pero no de la manera que esperaba.

Sus amigos ni siquiera habían visto la dirección a la cual se había ido, aún estaban sorprendidos.

Seguramente todos lo estaban.

Simplemente podían tomarlo como un fan de YoonGi, como todos los que tiene.

Estuvo revisando su celular mientras estaba recargado en una de las paredes, se podían escuchar gritos no muy lejanos a su estadía, lo más probable era que el partido había terminado.

Jimin sentía tranquilidad sin tanto ruido, aunque ese pensamiento tuvo que abandonar su mente cuando la puerta principal fue abierta.

Tenía curiosidad, quizás podía irse de una buena vez a su dormitorio o con sus amigos.

Después de respirar profundamente un par de veces, intentó abrir el cubículo, y de forma inconveniente justo antes de hacerlo alguien tocó la puerta.

—Esta ocupado.

A pesar de su respuesta, siguió recibiendo más ruidos por parte de el contrario. Eso era molesto, así que abrió la puerta dispuesto a reclamar a quien estuviese molestando.

Pero en cambio su boca quedó entre abierta al ver a quien estaba frente suyo. YoonGi.

—¿Eres...Jimin?—Preguntó, sacando el cuaderno que el rubio tanto había estado buscando.

El último mencionado no estaba seguro de cual era la intención. Si era para devolvérselo estaba dispuesto a hablar.

—Sí, soy yo—Salió completamente del cubículo, estirando su brazo e intentando tomar lo que le pertenecía, nuevamente estaba confundido por la actitud de el pelinegro, ya que él rápidamente la alejó de su alcance—Es mío, lo perdí en las gradas.

—Lo sé, no fue difícil saber que eras tú después de lo que hiciste.

Fue como si le hubiesen dado una cachetada recordándole aquello, en su defensa, fue un impulso al saber que era la persona que lo tenía.

Todos aquí podían ser felices, si hablaban las cosas de manera tranquila podían llegar a un acuerdo.

—Lo siento, al ver que la tenías tú creí que la manera de que me la devolvieras o al menos supieras sobre mí, era llamando tu atención.

YoonGi en respuesta guardó el cuaderno, como si aquellas palabras hubiesen sido en vano.

—Entonces eres el dueño de esa novela, ¿O me equivoco?

—Acabas de decirme que sabías que era yo, no entiendo a que te refieres.

—Pregunté a un par de chicos quien era el que grito mi nombre y me hizo caer, curiosamente coincidía con el autor de la "Novela" que encontré.

Estaba nervioso, ahora sabía quién era él, sobre todo no pensó que leería el contenido para descubrir de que trataba. Incluso llegó al capítulo en donde estaba su firma.

Y en donde describía a aquel personaje del equipo de básquetbol.

—Acabo de disculparme, ¿Podrías simplemente devolvermela para así no hablar de nuevo?—Sentía que tenía la razón, no había porque alargar todo, de todas formas ellos habían ganado el partido, de eso estaba seguro.

¡Hey, BL Boy! [Yoonmin](CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora