«Las tentaciones son un arma de doble filo».
[....]
—Betsy Blair—
Nadie puede describir todo lo que sentí cuando tuve a Lía tan cerca de mí. Lo que sentí al rozar sus labios con los míos y cómo mis manos tocaban su cuerpo, su piel es tan suave. Sentía como si me estuviera quemando con solo besarla, y cuando me dijo que sí siente cosas por mí quería saltar de la felicidad. Tantos años esperando este momento y ahora que tengo la certeza que las dos sentimos cosas voy a darlo todo por ella.
—¿Hasta ahora te apareces con los jugos? —Es lo primero que me dice Mafe cuando aparezco con los jugos que fui a buscar hace más de media hora. Tiene el ceño fruncido y sus cejas unidas—. ¿Qué tanto hacías?
Ni de pulgas le digo que estaba con Lía.
—Ya sabes como son los chicos de pesados, me detuvieron para joder un rato —le doy el jugo, pero lo deja a un lado. Esto no va a ser fácil.
—Tan raro, porque justo se acaban de ir tus amigos de aquí, irán a una fiesta en la playa y quieren que vayamos juntas.
—¿Cómo que una fiesta?
— ¿Algún problema? ¿Tienes algo mejor que hacer?
—Ninguno, podemos ir.
—Es en dos horas, deberías arreglarte ya —se inclina para darme un beso en los labios y aparto la cara para que sea en la mejilla—. Ok, ya entendí.
Se quita por completo su ropa y sin decir una sola palabra se mete al baño. Siento la puerta abrirse y me doy cuenta que es Lía, me sonríe mirando para todos lados y antes que diga algo le hago señas para que sepa que no estamos solas.
—¿Sabes de la fiesta que harán en la playa? Eso dañaría nuestros planes —susurra.
—Solo es cuestión de esperar que todos se distraigan y nos vamos —miro que no venga nadie y le plato un beso en los labios—. Estás hermosa.
Hacemos como si nada cuando aparece Mafe. Nos mira para después mirar sin una pizca de agrado a Lía quien le muestra el dedo corazón con su habitual sonrisa que no expresa más que «me caes peor que fríjoles a media noche».
Siempre he dicho que Lía es de las chicas que no se dejan de nadie y así va a ser toda su vida. Miro a Lía con disimulo para que no se den cuenta, está buscando ropa en su maleta, y lo más probable es que todas vayamos muy sencillas o en traje de baño. Estoy segura que va a buscar lo más sexy que tenga para provocarme, y de todas las veces que nos han interrumpido creo que cuando la tenga en mis brazos no voy a desaprovechar un segundo para comerla como galletas con Nutella: completita.
—Dos horas más tarde—
Como lo dije: Lía iba tratar de dejarme con la boca abierta. Cuando llegué a la playa todos los chicos estaba muy prendidos bailando, y Lía no había llegado. Pensé que no lo haría hasta que fui por un trago a la barra y la miré llegar con una mini falda azul que trae una abertura en su pierna derecha, una blusas de girasoles sin mangas, su cabello en dos trenzas y descalza.
Odié ver cómo los chicos la miraban, pero amé ver cómo ella los ignoraba por darme una sonrisa muy coqueta. Se ve tan hermosa a su manera que le quitaría esa ropa en segundos.
Todos parecen muy contentos. Zhair está con Berni, y Keindy se ha ido enojada al verlos juntos. Yo no aguantaría ver a mi chica con alguien que no sea yo. La música y el ambiente están muy buenos, la brisa es lo mejor de todo y las luces te dejan ver para todos lados.
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Lo que llaman un amor prohibido. [LGTB] © #1
Teen FictionLía Sellers. Una adolescente británica de diecinueve años. Va en segundo semestre de psicología en la universidad King'sOxf. Su vida se ve marcada cuando descubre que ha empezado a sentir amor por una chica. Ante los ojos de sus padres dejará de ser...