17. Tú estás por encima de todos.

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«Por más cruda que sea la realidad, acéptala».

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                    CAPITULO 17


Lía Sellers—

Sin poder contener la risa me llevo las manos hasta las rodillas para tratar de calmarme. Por más que quiera dejar de reír no puedo al mirarle la cara a Brian. El muy tonto se la ha pasado remedando a Carper y a los demás por lo de hace un rato con el lodo. Fue tan gracioso verles la cara cuando la señora los mandó a limpiar el pasillo y a la final la dejaron toda sucia.

—¡Ratas de alcantarilla! —Me tiro en la arena perdiendo ya la fuerza de mis piernas por estar riéndome.

Cuando sentí el agua fría sobre mi cuerpo esta mañana y miré a Zaira y a Loraine reírse quería matarlas. Las muy estúpidas se pasaron con su broma y fue entonces donde nosotros decidimos hacer todo esto para verles sus caras de estúpidos a todos.

—Me da un poco de dolor con ellos… nah mentiras, por mí que se queden todo el día limpiando —Brian se saca su camisa quedado solo en su pantaloneta. El condenado es muy guapo—. No me andén mirando así, chicas, me ponen nerviosa, en mi recorrido no pueden haber chicas, solo chicos.

Nos reímos por su expresión ‘me ponen nerviosa”, en vez de decir que lo ponen nervioso.

—A él le gusta que le den por atrás —bromea Zhair. Hoy no lo había visto sonreír, está mal con mi hermana y por lo poco que sé ya no tendrán nada—. Me ponen nerviosa, ¡uys! —Da un saltito pareciendo gay y de nuevo volvemos a reír.

—Ser gay no es lo tuyo —Eydan le pone la mano en el hombro en señal de apoyo—. Lo tuyo son las chicas.

—Pero de nada me sirve que sean las chicas cuando la que me gusta está mucho más pendiente a otras cosas —su mirada se va hacia Berni quien solo se ríe como si le valiera que Zhair esté sufriendo.

—Vamos al agua, se mira muy rica —los chicos le hacen caso a Keindy y se van con ella.

Detengo a mi hermana antes de ir detrás de ellos. Apenas es medio día y ya está tomando. Esto no puede seguir así porque se hará daño.

—Ay, Berni, solo es medio día y ya tienes varios tragos encima —le quito la copa de vino que trae en sus manos—. Cuando no es vino, es ron o todo lo que tenga alcohol. Esto no puede seguir pasando.

Gira sus ojos sin nada de ganas y me quita la copa de vino con algo de brusquedad.

—No exageres, solo son unos traguitos y todo lo haces un lío —se lo lleva a la boca—. Tú siempre pensando que tomo más de lo normal.

—Para todos lados tienes que llevar alcohol, para la universidad en vez de llevar agua en ese termo que cargas llevas whisky. Deja que te ayude a dejar de tomar así sea un poco, ¿sí?

—No, Lía, yo no tengo problemas con el alcohol, y ya deja de meterte en mi vida que estoy muy grande para aguantar tus sermones todo el tiempo.

—Berni…

—¡Deja de joderme!

Cada vez que intento hablar con ella sobre su problema, se altera, y por más que quiera hacer algo por ella no puedo porque nunca acepta que tiene un problema con el alcohol. Mis papás prefieren ocultar las cosas, y me da miedo lo frío que pueden ser. Ellos prefieren hacer como si la tormenta no estuviera pasando y solo fuera un simple aguacero.

Jamás podré ayudarla si ella no acepta que necesita ayuda. Tengo que hacer lo que sea por mi hermana. No puedo dejarla que siga aumentando su problema porque se hará daño y me lo hará a mí.

—¡Lía! —Me grita Irene, agitando sus manos para que yo vaya. Me saco la ropa quedando en mi vestido de baño de dos piezas de color blanco. Corro hasta llegar donde los chicos y me le tiro encima a Eydan quien me abraza.

Betsy dice que juguemos a las luchas, así que Zhair la carga a ella y Brian me carga a mí. Empezamos a jugar entre risas y las dos caemos al tiempo. Las chicas hacen sus rondas y las risas se hacen presente. Betsy no deja de verme y yo mucho menos a ella. No puedo dejar de verla cuando trae ropa ligera, y solo ayer sus manos me tocaron y su cuerpo estuvo encima del mío. Fue tan excitante sentir cómo me tocaba y cómo me hizo venir sobre su boca.

Aparto esos pensamientos de mi cabeza cuando me carga Eydan y Zhair carga a Mafe. Empezamos a jugar y llega un momento donde ella mete sus uñas en mi brazo. Intento no caerme y justo cuando eso está por pasar siento un ardor en mi cara al tocar el agua. La muy puta me ha aruñado la cara.

—¡Qué te pasa! —La empujo cuando salgo del agua y ella hace lo mismo. Antes que uno de los chicos me tome de las manos paso dos de mis uñas por su cara sacándole sangre.

—¡Fíjate! —Me toma del cabello y no me queda de otra que hacer lo mismo que ella. Los chicos intentan separarnos. Me la traigo por el cabello cuando uno de los chicos me carga—. ¡Suéltala para dejarle su carita como un colador!

—¡Como colador te dejaré yo!

No sé quién me aleja de los chicos hasta que me bajan y veo que es Harry. En serio que, esto no puede ser peor cada vez. Por un lado esa chica con sus complejos de inseguridad, y por el otro lado el idiota que quieren mis papás para mi novio.

—No eres una gatita de calle para rebajarte ante esa chica —masculla—. Qué dirían tus papás si se enteran de esto.

—Si quieres vez y les cuentas, que para eso es que sirves. Llevas años contándole todo lo que hago y las groserías que te hago por pasarte de listo conmigo.

—Lo hago por tu bien, yo te quiero, y perece que tú solo te fijas en todo lo malo que hago —me le quedo viendo sin decir nada—. Te he aguantado desprecios, humillaciones, todo, Lía, todo.

—Te lo mereces, yo no te pido que andes detrás de mí todo el tiempo. Me asfixias. Y si piensas que andaré contigo por lo que dicen mis papás, estás mal —hablo tan rápido que ni yo entiendo lo que he dicho—. Tú y yo somos lo suficiente diferentes para no querer estar contigo. No te soporto.

Se pasa la mano por la cara y se acerca a mí.

—Puedo hacer que te enamores de mí, te quiero en serio.

—Pero yo a ti no te quiero ni poquito. El amor no se ruega, y menos se obliga a sentirlo —me alejo cuando trata de besarme—. No me caes bien, te veo y se me daña todo.

—Está bien, yo quería hacer las cosas bien, pero tú me orillas hacer todo mal —lo miro confundida—. Vas a ser mía por encima de lo que sientes, y tus papás me van a apoyar.

—Haz lo que quieras.

—Te vas arrepentir de haberme despreciado, por Dios que esta me la pagas.

—Ay sí, pero ya desaparece —lo empujo para que se vaya. Por más cosas buenas que haya hecho a mí no se me olvida que desde que me conoció se ha metido en todo lo que le da la gana para joderme la vida. Por querer quedar bien con mis papás ha quedado mal conmigo en cada oportunidad que ha tenido. No soporto que sea tan egoísta con todos y solo escucharlo hablar me deja ver lo superficial que es. Sinceramente, no me veo a su lado como su novia o su amiga.

Sin nada de ganas camino hasta la habitación donde me estoy quedando. Estoy por empujar la puerta y escucho la voz de Mafe:

—Me trajiste solo para burlarte de mí con tu amiga, ¿cierto? —Está llorando, su voz suena dolida—. Hubiera sabido que de nuevo me ibas a mandar al diablo no hubiera regresado contigo cuando me fuiste a buscar para venir.

—Estoy siendo sincera contigo, quiero a Lía y haré lo posible por estar con ella —esa es Betsy. Se escucha tranquila—. Nunca quise hacerte daño.

—No quiero tu lástima, si quieres quedarte con Lía, hazlo, pero ten por seguro que te va a romper el corazón como ya lo hizo una vez.

—Mafe…

—¡Ya cállate, Betsy! —La puerta se abre y nos encontramos de frente. Tiene sus ojos llenos de lágrimas y por primera vez no me dice una de sus típicas groserías. Pude notar que se le miran los aruños que le hice. Ella se los ganó solita.

Termino por entrar y abrazo a Betsy dejando un beso en sus labios. Sus manos me aprietan de la cintura mientras nos dejamos llevar de lo que sentimos. Jamás entenderé cómo mi piel se eriza y mi corazón se acelera con solo tenerla tan cerca, y ya no tiene sentido seguir negando que me gusta mi amiga, y me gusta más que cualquiera que haya llegado a mi vida.

—Fue increíble que la mandarás al diablo, es tan fácil esa chica —sonrío.

—La lastimé, pero era eso o dejarte ir a ti —sus manos toman las mías—. Tú estás por encima de todos.

—¿Por eso gemiste mi nombre cuando la tocabas? —Bromeo, haciendo que me haga a un lado—. ¿Cómo fue? ¡Ah Lía! ¡Dame más látigo! ¡Sí ahí mételo!

—Así como vas a gemir mi nombre ahora.

Le pone seguro a la puerta y solo basta que se pegue a mis labios para saber que vamos a estar juntas. Ahora no pienso en nada y tal vez cuando esto se sepa mis papás me hagan la vida imposible, pero al diablo con ellos porque esto me gusta y quiero estar con Betsy pase lo que pase. Con ella encuentro dirección y lugar. La quiero y si la vida nos unió es porque tenemos grandes propósitos por cumplir

—Ashley Lancaster—

Nota—

¡Amores!

El próximo capítulo será muy doloroso. Me dolió escribirlo y el recordarlo me sigue doliendo. No me odien por favor.

¡Los amo!

Lo que llaman un amor prohibido. [LGTB] © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora