35. Te ganaste los golpes

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«Los días que te quiebras son los días que te construyes».

[...]

                     CAPITULO 35

—Lía Sellers—

Escucho un espantoso ruido en el techo que me hace abrir mis ojos. Miro sobre mi hombro y ya Betsy no está en la cama, ayer nos quedamos a dormir en la habitación de ella, hablamos por horas y luego de eso terminamos en su cama haciendo el amor. ¡Fue realmente increíble!

Me voy al baño para lavarme los dientes y de paso me doy una larga ducha, me siento en la cama pensando que no tengo qué ponerme porque he pasado con ropa de Bet. Golpecitos en la puerta me hacen mirar hasta ahí y veo a mi hermana con una maleta en su mano, trae lentes de sol cuando es tarde ya.

La abrazo, puedo sentir su olor a cerveza mezclado con uno de sus perfumes, pero esta vez prefiero no decirle nada para no discutir.

—Te extrañé, castaña —nos separamos—. Disculpa por no traerte tu ropa antes, pero mis papás no me dejaban sacarte nada.

—Yo también te extrañé, excastaña —le quito las maletas y choco mi puño con el de ella—. Gracias, ya hoy buscaré dónde quedarme, no puedo andar con ropa prestada y de arrimada. ¿Qué tal en la casa?

—Un infierno, me han llevado con muchos médicos para que me quiten la “enfermedad” —hace comillas con sus dedos—. Piensan que si soy bisexual es porque Keindy me pegó sus mañas, sabes cómo son.

Le bajo los lentes, puedo ver con claridad el moretón que trae en su ojo izquierdo.

—¿Quién te hizo eso? —Se queda callada—. ¿Fue mamá?

—No es nada, me golpeé con la puerta de la cocina —se coloca los lentes nuevamente, trata de levantarse, pero no la dejo.

—¿Piensas seguir con ellos? Te pueden matar. Lo que estás viviendo con ellos no es vida.

—Fue la vida que me tocó —besa mi mejilla como despedida y sale de la habitación así como llegó.

Berni está viviendo un infierno al lado de mis papás, y apenas pueda arrendar un apartamento le diré que se venga conmigo. Ese golpe de hoy y sus actitudes me han dejado claro que mis papás son capaces de todo por conseguir lo que quieren. Mamá golpeó a Berni solo de coraje, y sé que se muere del coraje que sus dos hijas tengan "defectos de fábrica", como nos los ha dicho miles de veces. Debo buscarle una solución al problema de mi hermana y hacer que esté más cerca de mí.

Su problema con el alcohol va de mal en peor y temo que de nuevo le puedan hacer daño. Después de vestirme me decido a ir a la que era mi casa para hablar con mis papás. Voy saliendo y lo primero que veo es a Harry, le tengo miedo, pero no puedo demostrárselo. Por su culpa me violaron y es ese dolor que jamás se irá de mi vida, estoy marcada de por vida. No entiendo qué hace afuera de la casa de Betsy.

—Pensé que no ibas a tener la fuerza de voluntad para salir al mundo después que todos en la universidad vieron cómo te violaban, y a esta hora todo el mundo debe estar viendo el vídeo en sus celulares —quita la mirada de su celular para verme—. Sin querer lo subí a redes y sabes que lo que llega ahí explota. Eres tendencia en redes con el numeral poquita ropa.

—Si eso era todo lo que venías a decir ya te puedes ir —acomodo mi bolso y cuando paso por su lado me detiene—. No me toques —intento soltarme y a la fuerza me pega a su cuerpo, no aparto la mirada en ningún momento.

—Calmadita, mi reina —me aprieta más—. Quiero tener sexo contigo y esta vez no me dirás que no, por mucho tiempo te insistí de la mejor manera y tú me orillaste hacerte daño, es tu culpa que te hayan violado.

Lo que llaman un amor prohibido. [LGTB] © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora