6. Fuiste tú

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«La rabia y el odio, dos sentimientos que van de la misma mano».

[....]

CAPITULO 6.

-Lía Sellers-

Podemos elegir tantas cosas, pero jamás cómo nos vamos a sentir en momentos tan inesperados. Sentía que se me iba a salir el corazón por la boca cuando Betsy estaba por besarme. En mi vida he experimentado sentimientos por otras chicas, pero no puedo negar que me atrae lo hermosa que son algunas, por ejemplo, mi mejor amiga. Estuvimos a punto de besarnos, y si no hubiera llegado Loraine estuviera arrepentida porque lo mío no son las chicas, -nunca han sido, ni lo serán-. Estoy segura que Loraine no va a decir nada cuando sabe perfectamente lo que me dijo aquella vez cuando estábamos en preparatoria. Ni en un siglo se va a exponer que lo sepan.

-Espera, Lía -me detengo cuando escucho la voz de Briandy-. ¿Adónde tan apurada?

-Al salón, me necesita un profesor -le miento-. ¿Vienes?

-No, iré a verme con... -hace una pausa y sé perfectamente adónde va-. Con el director.

Mentirosa.

-¿Segura?

-¿Dudas de mí?

Me responde con otra pregunta.

-No, solo andas bien rara, como si ocultaras algo, o a alguien.

-Ideas tuyas -me sonríe, dejando ver lo mal que se le da mentir. Maldito Carper-. Nos vemos luego, te quiero.

-Yo también a ti, amiga.

Prefiero no seguir diciendo más nada. Hoy casi termino por meter las patas cuando dije que a Brian no solo le gustaban los negros. Pensé que hablaba mentalmente, pero no. Mis amigos escucharon con claridad cuando abrí mi bocota.

¡Buena esa, Sellers!

Entro al salón. Levanto la mirada cuando escucho un ruido y es donde me doy cuenta que es Carper quien está acompañado de Dayton. Ahora mismo no sé si estaban hablando o follando como dos perros locos. Me siento en mi silla evitando sus miradas.

-Sellers -miro a Carper que me ha llamado por mi apellido-. ¿Por qué tan sola, necesitas que un hombre te acompañe?

-¿Dónde está ese hombre? No lo veo por ningún lado -me pongo de pie, quedando a su altura. Sí señores, soy alta-. ¿Acaso eres tú ese hombre?

-¿Por qué no? -Se me acerca con intención de besarme y hago mi cara a un lado-. Oh, no quieres que te bese, antes me rogabas por un beso.

-Antes, pasado -miro a Dayton que, me ve con media sonrisa-. ¿Qué me ves, te gusto o se te perdió una igual? Claro, nadie como yo.

-Largo de aquí -se dirige a su amigo quien sin ojetear sale sin decir algo-. Fuiste tú.

-¿Mmm?

-Eras tú quien me espiaba en el supermercado cuando yo estaba con Briandy -afirma, sin duda alguna.

-No sé de qué hablas -me hago la desentendida-. Te dejo solo y así aclaras tus ideas. Hasta pena me das.

No alcanzo a llegar a la salida cuando de un tirón me deja contra la puerta y con sus manos sostiene las mías. Si alguien nos ve así pensará que tenemos algo.

-Eras tú quien estaba ese día en el supermercado, cómo no me lo imaginé antes. Pero te diré algo -con su rodilla roza la mía y con voz seductora me susurra-. Abres tu boca y me las pagas, ¿entendido?

Lo que llaman un amor prohibido. [LGTB] © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora