Capítulo 16

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23.

Yue Qingyuan no solía dormir mucho, pero ahora había una constante piedra en su espalda que golpeaba inmediatamente al amanecer que le impedía dormir más de lo normal, así que, hoy en día todos podían estar de acuerdo en que el Gran Líder se la Secta de la Montaña Cang Qiong, no dormía en absoluto.

Debido al estrés, la preocupación y el cansancio que le provocaba esta piedra decidió dormir una noche entera, sólo para relajarse y olvidarse de ésta, pero por supuesto esa piedra no desapareció, apenas había girado el rostro ligeramente al despertar cuando se encontró con esta silenciosa, aunque tormentosa piedra.

Liu Qingge estaba sentado justo como cuando lo visito la primera vez que empezó su martirio, sus muslos sobre los talones, sus puños sobre las rodillas, el rostro agachado con el ceño fruncido y una ligerísima capa de sudor en su frente.

Yue Qingyuan nunca se había inmiscuido en el tipo de entrenamiento que los Maestros de Cumbre impartían a su cuidado, por lo cual, apenas despertar tampoco se le ocurrió preguntarle que lo tenía tan agitado, atribuyéndolo simplemente al ejercicio.

"Hoy también te has levantado pronto Hermano Qingge" susurró, levantándose.

Liu Qingge lo observo mientras se levantaba, su mirada permaneció igual de imperturbable mientras Yue Qingyuan se ponía su uniforme como Líder de Secta sobre sus ropas interiores, no fue hasta que le devolvió la mirada que habló, con el ceño más fruncido que antes: "No he dormido"

"Tú nunca duermes" replicó Yue Qingyuan, ¡ni siquiera él dormía tanto! "Entonces, ¿qué te trae el día de hoy al hogar de tu humilde Hermano Mayor?"

"La expedición"

"Todavía queda un día"

"Preparativos"

¡Excusas!, ¡Yue Qingyuan no sabía cómo, pero este bribón se había dado cuenta de que no tenía ninguna expedición para ellos y había estado más encajoso que nunca!

"¿Ya lo has hablado con Qingqiu?" preguntó en cambio, tratando de mantener su sobria actitud, el Líder de Secta recto y justo que se esperaba que fuese.

El discípulo por fin entro con el té de la mañana y tras despedirse, Liu Qingge volvió a hablar poco más turbado que antes, Yue Qingyuan agradecía poder tener algo entre sus manos durante esa conversación (para este punto, entendía perfectamente porque Qingqiu llevaba su abanico a todas partes).

"No habla"

"¿Y eso?, ¿ha pasado algo con Qingqiu?, ya te lo había dicho yo Qingge, Shen Qingqiu no tiene tu resistencia, debe estar realmente agotado si ni siquiera puede hablar ahora, ¿debería ir a visitarlo?"

"No"

"¿Por qué?"

"No"

¡Ah vale!, ¡sé un buen niño y compórtate!, ¡una respuesta sólo es una respuesta cuando disipa una duda!, Liu Qingge tu eres una duda que no puede ser disipada.

"¿Shen Qingqiu está molesto?"

Ante la pregunta de su Hermano Marcial Mayor, Liu Qingge no pudo responder con honestidad, porque no sabía la respuesta.

¿Shen Qingqiu estaba molesto? A él también le gustaría averiguarlo, no era bueno hablando, no podía hablarle directamente, ¿qué mejor que ir con Yue Qingyuan que puede arreglar todo con palabras y sabe precisamente lo que piensa Shen Qingqiu?

"¿Tal vez?" dijo entonces, porque era lo suficientemente vago como para no explicar toda la situación.

"¿Quién ha hecho algo por lo que Shen Qingqiu pueda enfadarse?"

La mejor de las escoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora