La mejor de las escorias

Capítulo 42

// Me pregunto cuántas personitas seguirán despiertas para ver este fenómeno que ocurre una vez al año (no es broma, realmente ha pasado más de un año desde que publiqué en esta historia)

¡Espero que no me odien! 

Igual creo que tendré tiempo para escribir puesto que estaré en casa por cuidados post-operatorios, espero retomar la historia con ese tiempo libre y poder darles más escenas de calidad.

¡Espero que les guste este capítulo y que dejen muchos comentarios! ¡realmente me animan a continuar escribiendo! //

Capítulo 75.5

Así que dejó a Liu Mingyan a sus espaldas, porque ni siquiera había querido traerla en primer lugar, la dejó en el último lugar donde le habían dado la espalda a Shen Qingqiu.

Estaba bien. Justo ahora Mingyan debía de estar comiendo y en unos momentos más adelante estará en la Montaña Cang Qiong. Estará con su Maestra Qi Qingqi y él no tendrá que pensar más en ella, porque tenía algo más por lo cual preocuparse.

Sin embargo, al no sentir el peso de otra persona en su espada consigo, sentía que iba a dormirse en cualquier momento. Lo cual era una estupidez, jamás, en ninguna de sus otras expediciones, había necesitado dormir, no importaba cuántos días pudiesen llegar a pasar.

Siendo un Maestro Inmortal se había olvidado completamente de lo que era el cansancio, el hambre y por supuesto, ser dañado de gravedad.

Todo era distinto en ese momento.

No era un cansancio físico, su cuerpo no se iba a desplomar porque no había dormido nada, era más parecido a algo que incentiva el sueño porque ha tenido suficiente de algo. Un cansancio mental, más que físico.

No sentía sus extremidades arder, u hormiguear, no sentía ningún malestar en su cuerpo, entonces sólo podía pertenecer a su mente.

Miró a su lado, miró a su espalda y siguió adelante porque tiene que recuperar algo importante.

El peso de las palabras de Liu Mingyan aún no había desaparecido en absoluto, tampoco podía sacarlas de la cabeza (lo cual era aún peor, no escuchaba al 100% a Yue Qingyuan, ¿por qué tenía que escucharla a ella? ¿y por qué justamente tenían que ser esas palabras?).

'¿Dónde fue la última vez que le viste?'

No era la última vez que lo vio, él seguía con vida, pero había sido el momento en que todo había comenzado a desmoronarse.

Igual, sabía a lo que se refería había sido en esa Ciudad, a unas calles de ese restaurante, había dejado a los discípulos de aquel hombre y había ido a buscarlo con tal rapidez que pensó que todo estaría bien porque ya estaba en su mira.

Lo podía ver y era tan clara su voz, incluso bromeó un poco, y él estaba realmente molesto porque se había escapado de la Prisión de Agua cuando desde un principio no tendría por qué haber ido, no se dio cuenta en ese momento, ahora sabía que Shen Qingqiu también estaba molesto por tener que ir a la Prisión de Agua.

Shen Qingqiu había ido porque no quería meter en problemas a la Secta.

La ira le hizo deslizarse en su espada aún más rápido. Justo ahora podía ir tan rápido como le plazca, moverse de un lado a otro sin vigilar a nadie, sin esperar a que otra persona le llame, en esos momentos era lo más libre que había estado en años, no tenía que evitar que su energía se desplazara por todo el lugar.