Capítulo 36

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// No puedo creerlo, me encantó la parte 64 QAQ, cada vez me doy cuenta de que Liu Qingge es alguien apasionado por dentro y tan frío por fuera.

Muchas cosas se habrían arreglado si pudiera abogar por Shen Qingqiu, que extraña sensación querer meterse en la historia y golpear al protagonista por lo que está haciendo (especialmente cuando eres tú quien lo escribe)

MielDeLoto-juju//


63.


Tirar una espada era lo mismo que rendirse, no es algo bien visto en el mundo de los cultivadores. Teniendo su orgullo y respaldado por una de las Sectas más importantes, no habría tenido sentido decir que cumpliría su condena tan abiertamente.

Yue Qingyuan, sin embargo, sabía que era para detener una inminente batalla.

Liu Qingge, sin embargo, no sabía esto y estaba enfurecido. Al menos pudo haber negado todo lo que había dicho esa mujer.

Al menos pudo decírselo a él. ¿Le creería?

Liu Qingge, ¿le creería ahora a Shen Qingqiu?

Él, quien su corazón y su espada, se había mantenido tan recto por las reglas de la Secta y de su propia Cumbre, él que veía por el bien de la gente común, ¿le creería ahora a Shen Qingiu alguien que, aparentemente, desde el principio estuvo en contra de estas mismas personas?

Su duda se reflejaba en sudor, y en grietas. Su mano comenzaba a arder.

El Viejo Maestro del Palacio recuperó inmediatamente la espada. Agitó las manos para hacer que la gente de su secta regresara a sus lugares.

Yue Qingyuan dijo en voz baja: "¡Shidi!"

Sí quería evitar una Guerra lo más obvio era entregarse. Sin embargo, ni Yue Qingyuan, ni Liu Qingge, ni ningún otro Hermano Marcial de la Montaña Cang Qiong estaba satisfecho con esto.

Shen Qingqiu dijo: "Shixiong, no necesitas decir más, la verdad hablará por sí misma. Qingqiu está dispuesto a ser refrenado"

'Estoy dispuesto a esperarlos porque esto no es verdad, y sé que no he hecho nada malo'

Este Viejo Maestro de Palacio era como una persona vieja y confundida: mordía rápido y no soltaba. Combinar fuerzas con el sembrador adicional y Qiu Haitang, ser encarcelado era inevitable (último clavo en el ataúd).

Era inevitable, se repetía Qingge, porque de otra forma se iría sin verle la cara a nadie.

Shen Qingqiu insistió: "No tiene sentido discutir más. Me ofrezco libremente"

Después de decir esto, no miró para ver la expresión de Yue Qingyuan, sino que miró a Luo Binghe con una mirada rápida.

En su rostro no se veía ni felicidad ni ira. Se mantuvo firme en su lugar original, un claro contraste con los cultivadores circundantes que tenían las orejas cubiertas mientras sus cabezas giraban.

Shen Qingqiu tampoco se giró a ver a Liu Qingge, pero Liu Qingge había sido capaz de ver esta fugaz mirada.

Su mano se soltó de su espada con el líquido rojo goteando hasta la punta de sus dedos. ¿Qué tan fuerte había tomado el mango de su espada? ¿y porqué no podía sostenerlo por un poco más?

Después de una larga pausa, Yue Qingyuan finalmente enfundó su espada. Fue como si una red invisible fuera quitada del aire.

Shen Qingqiu se volvió hacia Yue Qingyuan e hizo una profunda reverencia. Con todo lo dicho y hecho, le había dado muchos problemas a este Shixiong; realmente fue vergonzoso.

La mejor de las escoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora