La mejor de las escorias

Capítulo 17

25.

Liu Qingge no se había presentado en la casa de Yue Qingyuan en dos semanas, aunque seguía yendo a la Cumbre Qing Jing sin entrar a la casa de bambú.

Si no estaba en ninguno de estos lugares, entonces este Gran Maestro se encontraba repartiendo justicia y salvando a la gente común (buscando problemas en los que desahogar sus dudas), tenía diez abanicos que podría darle en ese mismo momento a Shen Qingqiu (recompensas que al final, había aceptado porque eran abanicos y Shen Qingqiu sólo usaba unos tres, entonces había llegado a la conclusión de que necesitaba más de estos), entregarle las ofrendas que se les habían sido otorgadas habrían sido una excelente razón por la cual contactarlo, entrar por fin a la Casa de Bambú.

En su mente ya no se repetía la pregunta que el Líder de Secta había soltado al final de su última visita, pero la sensación de insatisfacción había perdurado más allá de eso, ya que sí bien esta pregunta ya no tomaba importancia, él se había hecho otra.

Para él era innecesario tener una Compañera para la Cultivación Dual, pero ¿qué pensaba Shen Qingqiu al respecto?

Anteriormente Liu Qingge pensaba que Shen Qingqiu era simplemente una persona adentrada al camino de la lujuria y la tentación, un hombre vago que destacaba entre las bajezas por la negrura de su alma, una escoria entre escorias.

Sin embargo, Shen Qingqiu no se acercaba a ninguna de sus discípulas, incluso a Ning Yingying, quien era la más problemática de todas ellas y una de las que menos consciencia tenía de su cuerpo y del sexo opuesto, jamás la había tocado.

De hecho, Shen Qingqiu le pedía que fuese más recatada, que no lo abrazase de tal forma o que simplemente tuviera cuidado con ella misma.

Shen Qingqiu tampoco había mirado a su hermana menor con los ojos pecaminosos que, en un inicio, le hicieron llevar el velo para ocultar su belleza.

Liu Qingge jamás había visto que Shen Qingqiu mirase a una mujer con algo más allá de la curiosidad.

Como si en realidad no albergase ningún deseo por alguna doncella, ni las que estaban a su cuidado, ni las Maestras de Cumbre, ni una doncella del mundo común.

Entonces Liu Qingge no se había preocupado por ello, hasta que Yue Qingyuan abrió la boca y con ello sus ojos, es verdad que él no había visto ningún comportamiento inusual en Shen Qingqiu, pero ¿y cuándo él no estaba?, ¿Shen Qingqiu tendría una esposa?

Shen Qingqiu ni siquiera salía tan seguido de su Cumbre, bueno recientemente estaba más en contacto por medio de cartas con el Maestro de la Cumbre An Ding, pero eso no implicaba nada.

Shen Qingqiu en realidad no estaba saliendo con ninguna doncella, por lo que era incluso más imposible que este Maestro de Cumbre pensara en contraer matrimonio, ¿verdad?

Cansado de tener ese peso en el pecho, salió por tres días. Sin decirle a nadie, lo cual no era en absoluto extraño.

Esos tres días, que estaban dentro de las dos semanas en las que no había visitado a Yue Qingyuan, se perdió en alguno de los locales, en pequeños y grandes mercados que daban poco por mucho.

Liu Qingge salvó a un par de personas, exterminó unos cuantos fantasmas, mató a demonios inferiores que se escabullían por comida. Y ganó dinero.

Las personas de uno de esos mercados ambulantes le dieron tres monedas de oro por haber exterminado a uno de los demonios, justo frente a sus caras. Ellos pensaron que los había salvado (que lo había hecho, inconscientemente), decidieron pagárselo entre todos, y entre todos pudieron juntar esas tres monedas de oro.