Capítulo 39

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// Ufff, este capítulo viene de lo más emocional y doloroso que he editado en un buen rato, aunque no sé lo que les parezca a ustedes.

 Espero que les guste tanto como a mi me gusto escribirlo, además para los que aún no lo sepan Omegacember ya está publicado en mi perfil y estoy teniendo en cuenta muchas de sus peticiones <3<3<3

Pronto subiré los... tres días que me faltan y creo que debería de disculparme por tardar tanto al respecto ufff ya es 6

¡Agradezcan que subo este capítulo hasta ahora porque se acerca más rápido el jueves! XDXDXDXD

Bonita noche, Miel de loto-juju//


69.

Ese mocoso se colocó detrás de Shen Qingqiu, habiéndolo ignorado por completo, Liu Qingge sintió arcadas dolorosas en su estómago vacío.

Shen Qingqiu se giró para encarar a esa monstruosidad, evitando por poco caer del techo en el acto.

Estaban alejados, pero lo suficientemente juntos para que Luo Binghe pudiese verlos en una sola dirección, sin tener que girar su rostro o sus ojos para enfocar el otro.

Tenía una expresión sombría (aunque no tanto como la de Liu Qingge), lentamente extendió su mano hacia Shen Qingqiu, pasando nuevamente de este Gran Dios de la Guerra, y dijo: "Ven conmigo"

Shen Qingqiu simplemente le dijo "Gonyi Xiao murió".

Luo Binghe se congeló en su lugar, ¿había sido este cabrón quien lo había asesinado?, ¿quién era Gonyi Xiao en primer lugar?

Liu Qingge no preguntó, aunque sabía que debía ser algo importante, al menos para Shen Qingqiu, porque este no esperó respuesta alguna cuando continuó: "Los discípulos que custodiaban la mazmorra de agua también murieron. Luo Binghe, ¿realmente valió la pena intercambiar más de cien vidas del Palacio Huan Hua solo para que todos me odiaran?"

Liu Qingge agradeció, internamente, no poder ver el rostro de Shen Qingqiu, porque si no tenía una expresión tan fría como los páramos congelados sin vida, entonces debe estar realmente triste. Liu Qingge no podía soportar ver ninguna de las dos expresiones.

Este discípulo al que tanto había cuidado y procurado, anunciando a diestra y siniestra que sería un gran guerrero, lo estaba apuñalando por la espalda una y otra vez.

Liu Qingge no podía hacer caso omiso del sufrimiento de su Hermano Marcial, el dolor de la persona a la que tanto amaba.

Luo Binghe le habló a este Maestro con una frialdad similar a la de aquellos páramos helados donde la nieve jamás se derrite: "No confiarás en nada de lo que diga, ¡así que no hay necesidad de tonterías! Te preguntaré una vez más, ¿vas a venir o no?"

Se negó obstinadamente a retraer esa mano, si Liu Qingge no hubiera estado tan lejos de ese desgraciado, se la hubiera cortado.

Shen Qingqiu aún no había respondido cuando unas diez personas aparecieron repentinamente en el aire a su alrededor con espadas voladoras, rodeándolas por completo.

El que estaba a la cabeza era ese hombre del Clan Ba Qi. Esta vez, su cuerpo parecía estar un poco más bajo, como si estuviera usando la postura del caballo en su espada para evitar ser arrojado nuevamente. Gritó: "¡Shen Qingqiu es nuestro! Nadie más debería siquiera pensar en tocar ... "

La mejor de las escoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora