Hablar de verdad

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Dolly

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Dolly

Maximus camino apresurado por delante de mí y tuve un mal presentimiento. Mi intuición de mujer me decía que quizás lo que iba a presenciar no iba a ser de mi agrado y ya había pasado por demasiados momentos difíciles. Ya Maximus y yo habíamos sufrido demasiado. No permitiría que una pequeña niña malcriada se metiera en mi camino. Stephanie vociferaba el nombre de Maximus a todo pulmón de pie en el borde del techo del edificio. Los curiosos rodeaban el lugar y al parecer nadie se había dignado en llamar a las autoridades. Aunque tenía la certeza de que todo aquel escándalo seria por nada.

—No creo que sea capaz de hacerlo—escuche a Sara decirle a uno de sus amigos. Me coloque junto a ella sin que reparara en mi presencia.

—No lo hará—afirme al tiempo que mi prima se volteaba para mirarme.

—Es lo que le digo a estos nerdos. Lo único que busca es llamar la atención y no sé porque hace tanto drama por Maximus ni que fuera la gran cosa. Además al final él nunca la ha querido y quien tiene dos dedos de frente se dio cuenta de eso hace mucho—me miro con disculpa por su comentario, pero no tenía por qué hacerlo. Sabía que ella y Maximus se toleraban por pura educación.

Mire a mí alrededor y luego regrese la vista al techo. Stephanie se había alejado un poco del borde y supe en aquel momento que Maximus se encontraba allí, entonces no pude soportarlo. Me mezcle entre los presentes y procurando que nadie me siguiera me perdí en el interior del edificio. Tome una larga respiración y subí aquellas escalaras. Conocía a las personas como Stephanie ella era una persona histriónica, esas que necesitan ser el centro de atención y pierden el control con facilidad. Si me preguntan ¿cómo lo sé? La razón es que el momento más oscuro de mi vida yo fui como ella.

—Te reto a que lo hagas, porque de todas formas eso no cambiara nada—dije en el momento justo que puse un pie en aquella azotea.

Maximus me miro por encima del hombro sorprendido, abrió los ojos y negó con la cabeza pero yo no pensaba callarme.

—Si eres muy estúpida entonces lanzarte—dio un paso atrás y realmente se encontraba muy cerca del borde. Quizás debía cerrar la boca o quizás no, porque la chica frente a nosotros estaba demasiado asustada y su nivel de locura no era para tanto.

—Cállate maldita perra—dijo con los dientes apretados— ¡todo esto es por tu culpa!—grito y se tambaleo un poco. Maximus dio un paso adelante y yo lo detuve tomándolo del brazo. Este no era el momento para hacerse el héroe.

—Es demasiado estúpido que estés haciendo esto por Maximus, cuando hay tantos chicos locos por ti, muchos ahora mismo allá abajo están lamentando —me miro con sospecha, pero pude ver como su labio se levantó levemente en una sonrisa socarrona—Te envidio—Maximus me miro con sorpresa y yo hice un asentimiento de cabeza.

— ¿De qué mierda estás hablando?—dijo limpiando con su brazo las lágrimas de su rostro.

—Solo existe un chico que se ha fijado en mí, pero tú tienes a cientos de ellos a tu merced. No veo porque tengas que perder tú tiempo con Blake, vamos Stephanie si te lanzas no solo me estas dejando el camino libro, sino que te estarás perdiendo de tener a quien quieras a tu merced. Por ejemplo el sexy de Dylan Sprouse—Maximus me miro con una ceja alzada, pero lo ignore —puedes perder esa oportunidad y seguir con la idea de lanzarte. Tú decides—Me miro dubitativa, sabía que mi propuesta era demasiado tentadora.

Stephanie se alejó del borde y la observe mirarme con mucha atención. Sabía que lo único que ella necesitaba era saber que tenía la atención de los demás. Era problema que ni siquiera estuviera enamorada de Maximus como proclamaba, aunque ahora mismo la necesitaba alejada de mi hombre.

—A mi amiga Tiffany le gusta Dylan, no podría hacerlo eso—Sabia que aquello era mentira a las personas como Stephanie no le importaban los demás, solo ellos mismos. Levante los hombros haciendo de cuenta que no importaba.

— ¿Y eso qué? ¿Acaso son novios? — pregunte y esta negó con la cabeza. Se aproximó un poco más a nosotros y pude ver que el color regresaba al rostro de Maximus.

—Tienes razón al final ellos dos no tienen nada, así que puedo jugar— tenía que admitir que me había molestado su respuesta, pero al final había servido para terminar con aquella locura.

Como en las películas las autoridades habían llegado cuando ya todo había pasado. Stephanie paso por delante de ellos como si aquí no hubiese pasado nada, como si hace tan solo unos segundo ella no hubiese amenazado con lanzarse. La mire con tristeza, porque conocía a profundidad lo que sentía. Por dentro te encontrabas completamente vacío y tú ni siquiera te dabas cuenta. Eso solo ocurría cuando una persona clave llegaba a tu vida y al fin te mostraba la realidad.

— ¿Cómo supiste cómo actuar?—pregunto Maximus con curiosidad. Existían cosas que debía contarle si de verdad quería que las cosas entre él y yo funcionaran. Había llegado el momento de al fin tener una conversación de verdad.

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***Una persona con trastorno de personalidad histriónica busca llamar la atención, habla dramáticamente y tiene opiniones marcadas, tiene estados emocionales rápidamente cambiantes, cree que las relaciones personales son más íntimas de lo que realmente son y se deja influenciar fácilmente***

El mismo cielo✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora