Dolly
Estaba congelada, mis latidos y pulsaciones se aceleraron, pero aquella voz en mi cabeza me decía que estuviese alerta y aun así descanse mientras lloraba sobre el pecho de Maximus. Su aroma me embriago y calor de su piel me hizo sentir cálida, protegida, después de James era la primera vez que me sentía de aquella manera. Maximus me aparto un poco y tomo mi rostro en sus manos, limpio suavemente mis lágrimas y comenzó acercarse a mí, pero me aparte repentinamente y pude ver el dolor en su mirada.
— ¿Qué haces aquí?—pregunte terminando de limpiar mi rostro.
—Mi hermana está enterrada allí—dijo señalando la tumba que solo se encontraba algunos pasos.
— ¿Y tú?—preguntó cortante, sabía que mi acción lo había molestado, pero no podía, ni debía enamorarme de él. Aunque todo dentro de mí lo pedía a gritos.
—Mi gemela está enterrada aquí y James, quien era mi novio—Pude ver la sorpresa reflejada en su mirada.
—Esto es una locura—dijo y no comprendí del todo sus palabras—Yo tenía una melliza y tú una gemela, parece cosa del destino ¿no?—Y allí lo comprendí, quizás esa conexión que sentía con él se debía a nuestras hermanas.
—Sí, es bastante loco —conteste nos quedamos un rato en silencio mirándonos fijamente, el corazón me latía a mil por horas, pero no podía apartar la mirada de sus ojos y me sentía como una niña asustada frente a él ¿qué demonios hacía conmigo? ¿Por qué lo deseaba tanto?
Mi madre llegó justo en aquel momento y colocó sus manos sobre mis hombros, aparte mis ojos de Maximus y los pose en ella, él no dijo palabra, ni siquiera se movió y mi madre lo miró de manera recelosa, siempre desde que Dalia murió mostraba aquella actitud hacia las personas que se acercaban a mí y el chico frente a nosotras a simple vista era el terror de toda madre.
— ¿Quién es tu amigo?—preguntó con interés, regrese mis ojos a Maximus quien seguía con la mirada puesta en mí.
—Maximus Blake, un placer—dijo y extendió la mano a mi madre—Dolly y yo vamos la misma escuela—aquella amabilidad y sonrisa en su rostro me dejo sorprendida, pero aun así mi madre se mostró bastante arisca.
—Un placer—dijo mi madre cortante—Dolly cariño los padres de James nos esperan—asentí mientras ella dejaba unas hermosas flores sobre la tumba de mi hermana, le regale una corta sonrisa a Maximus y luego camine siguiendo los pasos de mi madre, pero no lo pude evitar, mire por encima de mi hombro y justo en aquel momento él se llevaba un cigarrillo a la boca.
—No me gusta ese chico—comentó mi madre sin siquiera mirarme—Tiene la palabra problemas pintada en la frente—Y ella tenía razón, aunque aquello no me hizo perder el interés que comenzaba a crecer dentro de mí.
***
El domingo por la tarde estaba de vuelta en Palm Beach y Sara estaba esperando ansiosa mi llegada, me arrastró con ella a su habitación desde que puse un pie dentro de la casa y aquello me puso los nervios de punta. Estaba sensible, aquel fin de semana había sido de sentimientos en todos los sentidos, tristes, confusos y algunos cargados de una ansiedad que ni yo misma podía entender.
— ¿Qué es esto?—dijo mostrándome una foto en la pantalla de su móvil— ¿Qué haces abrazada con Maximus Blake?—deposité todo mi atención en la pantalla de su celular y me sorprendió ver que alguien nos había fotografiado en el cementerio.
— ¿Quién te envió esto?—pregunté mientras le devolvía el móvil.
—Está en el chat de la maldita clase, alguien lo sacó del face de la hermana de Maximus y sabes que Dolly no lo entiendo ¿esta es la forma en la que buscas pasar desapercibida? —sabía que Sara estaba molesta y tenía sus razones—Es el chico que te ha molestado desde que pusiste un pie en la escuela, aun no lo entiendo—Yo tampoco lo comprendía y no sabía que decirle a mi prima, solo tenía la certeza de que no sería la última vez que estaría entre sus brazos.
ESTÁS LEYENDO
El mismo cielo✅
Teen FictionCuando Dolly Faster pierde a su novio y mejor amigo James Richie en un accidente automovilístico en el cual ella también estuvo involucrada, queda totalmente destrozada y su vida da un giro inesperado. Se cierra ante todo lo que conoce, la chica her...